Para llegar a contestar esta pregunta tendrá que darse cuenta de quién es y de que tiene una misión importante en esta vida. Esto no es fácil ya que el adolescente es muy influenciable, sobretodo por otros adolescentes que están viviendo lo mismo que él, pero que aparentan ser los que saben de todo y se convierten en líderes de los que los rodean.
De aquí surgen las pandillas, los grupos de amigos que salen juntos y tienen las mismas actividades, generalmente del mismo sexo. El formar parte del grupo es esencial para el adolescente, ya que “el mundo no los entiende” y menos su familia.
El adolescente tiene que probar y experimentar cosas nuevas que la vida le va ofreciendo y que no siempre son ecológicas como el fumar, beber, parrandear, etc. Esto es parte de su crecimiento y de afirmarse como persona. Es una época difícil para él y para los que lo rodean. Los cambios hormonales que sufre durante ésta época hace que él mismo no se entienda. A veces está de buenas y sin saber por qué se pone de malas. Así como sus estados emocionales no están balanceados, su cuerpo tampoco lo está. Hay compañeros de su misma edad que crecen más rápido o más lento que él. Es una época de muchas preguntas para él, y aquí es cuando el adolescente puede caer en una baja autoestsima al no tener respuestas favorables, debido muchas veces, a la inestabilidad emocional en la que vive. Puede incluso tener conductas autodestructivas si de alguna manera no puede llegar a una autovaloración en un tiempo considerable.
Un ejemplo de este caso es el de una chica que llegó a mi consultorio con el problema de baja autoestima y que se hacía cortes con una navaja en brazos y muñecas cada vez que alguien la rechazaba, o se sentía culpable o víctima de algo que había pasado. Siempre andaba con playera de manga larga o sweater que nunca se quitaba, ya que su familia y amigos ignoraban lo que hacía con su cuerpo.
Después de 2 sesiones de escucharla básicamente y de cuestionarla con sus mismas palabras lo que me decía seguido de un ¿“para qué” lo hiciste? ¿“Para qué” te sirve? Ella se fue dando cuenta de las consecuencias de su actitud y de su falta de seguridad en sí misma. Simplemente no se conocía.
La fui guiando a que se diera cuenta de todos los logros que había tenido en su vida, y lo feliz que la habían hecho, para esto era necesario que volviera a revivir la sensación de seguridad que había perdido.
Hicimos el siguiente ejercicio como base para su terapia desde la tercera sesión y que se volvió un nuevo programa en su mente que la pudo ir sacando de ese estado de autodestrucción en el que había caído.
- Piensa en un momento de tu vida en el que hayas logrado algo que tenías muchas ganas de lograr.
- Ahora cierra tus ojos y piensa en ese momento en que lo logras. ¿Qué edad tienes? ¿Dónde te encuentras? ¿Qué te dices o piensas de ti en ese momento? ¿Qué sientes al haberlo logrado? Respira profundamente.
- Quiero que me digas ¿a qué se parece esta sensación de seguridad que tienes en este momento? Si te dijera que dibujaras esta sensación, ¿qué dibujarías? Ella contestó que dibujaría una carita feliz.
- Ahora piensa que esta carita feliz es el símbolo de tu seguridad. Respirando profundamente, piensa en esta carita feliz y con tus manos llévala a tu pecho integrándola a ti.
- Date cuenta qué se siente tener una carita feliz en ti que es el símbolo de tu seguridad y que puedes evocar cada vez que la necesites con sólo tocarte tu pecho y respirando profundamente.
- Acuérdate de ella. Sobretodo antes de dormirte y al levantarte repitiendo “mi carita feliz vive en mí”. Respira profundo y abre tus ojos.
Después de instalar la seguridad en ella a través de su símbolo, manejamos la visualización de su camino en la vida hacia futuro, haciendo que cerrara sus ojos y visualizara un camino en frente de ella en el cual su carita feliz caminaba siempre hacia delante. A los lados del camino colocó, de un lado a todos sus amigos y del otro a su familia. De esta manera ella cayó en cuenta de que la única responsable de su vida era ella, siempre con su carita feliz que le ayudaba a dar los pasos necesarios hacia adelante, y que sus seres queridos ahí estaban con ella acompañándola, pero su camino siempre tenía que estar despejado.
Al elaborar esta nueva programación en su mente, ella fue capaz de empezar a quererse nuevamente. Bajó de peso, dejó de lastimarse, y empezó a tener relaciones más sanas.
Con esta programación instalada se pudieron manejar otras situaciones que la tenían conflictuada.
Fuente:
http://www.estrategiaspnl.com