El día en que ustedes paren de correr, llegarán.
La idea que la gente tiene de la eternidad es estúpida. Piensa que dura para siempre porque está fuera del tiempo. La vida eterna es ahora, está aquí, y a ti te han confundido hablándote de un futuro que esperas mientras te pierdes la maravilla de la vida que es el ahora. Te pierdes la verdad.
El temor al futuro, o la esperanza en el futuro, es igual, son proyecciones del pasado. Sin proyección no hay futuro, pues no existe lo que no entra en la realidad.
Las cosas sólo serán cuando deban ser, por mucha prisa que te des. La realidad no es algo que se pueda forzar ni comprar. Se trata de ver la realidad tal como es.
Lo que la sociedad te enseñó a atesorar no vale nada. Lo que la historia te legó como honor, patria, deber, etc, no vale nada, porque tienes que vivir libremente el ahora, separado de los recuerdos, que están muertos; sólo está vivo el presente y lo que tú vas descubriendo en él como real.
Experimenta la realidad, ven hasta tus sentidos. Eso te traerá hacia el ahora. Eso te traerá a la experiencia. Es en el ahora donde se encuentra a Dios.
Se dice que un gran sabio le dijo a un emperador romano: “Cuando llegue el día de tu muerte, morirás sin haber vivido.” Despertemos para que esto no sea nuestro epitafio.
Obsérvate a ti mismo. A medida que te observes, no sólo mentalmente, sino como un observador imparcial, dejarás tu existencia mecánica y de marioneta, y llegarás a ser discípulo de Jesucristo.
Vivir libremente, siendo dueño de uno mismo, es no dejarse llevar ni por persona ni situación alguna.
Saber que nada ni nadie tiene poder sobre uno ni sobre sus decisiones. Eso es vivir mejor que un rey, y saber oír esa hermosa sinfonía de la vida y disfrutarla.
Las personas programadas van buscando siempre hacer mejor las cosas.
Van ansiosos de victorias, de conquistas, por eso sufren tanto cuando no alcanzan las metas que su exigencia les impone.
Son seres que no viven ni disfrutan con lo real. Estos seres extienden su exigencia a los demás y por eso no están capacitados para amar. Buscan la felicidad donde no está.
La Realidad, la Verdad, por ser Una, no es de nadie en exclusiva, porque es de todos; pero menos lo es de los que quieren cristalizarla, porque eso que se deja atrapar, ya no es Verdad.
Sólo hay vida en el presente, y vivir en el presente supone dejar los recuerdos, como algo muerto, y vivir las personas y los acontecimientos como algo nuevo, recién estrenado, abierto a la sorpresa que cada momento te puede descubrir.
Si no te agarras a ningún concepto, cosa o ideología, te será fácil descubrir dónde están la verdad y la realidad.
Cuando se te abran los ojos, verás cómo todo cambia, que el pasado está muerto y el que se duerme en el pasado está muerto, porque sólo el presente es vivo si tú estás despierto en él.
El ir contra la realidad, haciendo problemas de las cosas, es creer que tú importas, y lo cierto es que tú, como personaje individual, no importas nada.
Ni tú ni tus decisiones ni acciones importan en el desarrollo de la vida; es la vida la que importa y ella sigue su curso. Sólo cuando comprendes esto y te acoplas a la unidad, tu vida cobra sentido.
Y esto queda muy claro en el Evangelio.
Abstracción no es vida.
La vida se encuentra en la experiencia.
Es como un menú que es maravilloso leer.
Puedes guiar tu vida por el menú, pero el menú no es la comida.
Y si gastases todo el tiempo con el menú, nunca comerías nada
Algunas veces es aún peor: hay personas que se están comiendo el menú. Están viviendo de ideas, perdiendo la vida.
El Reino de Dios está aquí y es ahora.
Es posible que hayas ganado el mundo con el aplauso, pero perdiste la vida. La vida es algo que pasa mientras tú estás ocupado haciendo cosas.
Un pájaro herido no puede volar, pero un pájaro que se apega a una rama de árbol, tampoco.
¡Deja de apegarte al pasado! Dice el proverbio hindú: El agua se purifica fluyendo; el hombre, avanzando.
Lo peor y más peligroso del que duerme es creer que está despierto y confundir sus sueños con la realidad.
La muerte de Jesús descubre la realidad en una sociedad que está dormida, y por ello su muerte es la luz.
Es el grito para que despertemos.
No puedes meter un huracán en una caja, y tampoco puedes meter la realidad en una caja.
Los límites de la realidad son inmensos y movibles.
Lo que ocurre es que el mundo en que estomas acostumbrados a movernos no es la realidad, sino un conjunto de conceptos mentales.
Cuando San Juan de la Cruz habla de la purificación de la memoria, se refiere a purificarla de toda emoción.
No anclarse en los recuerdos, ni sufrir de nostalgia, ni de añoranzas. Liberarse de las emociones del pasado.
• Ejercicios •
• Examina tu propia vida. Observa todos tus pensamientos, y verás cuán frecuentemente están en el pasado y en el futuro. Ver qué poco vivo estás en el presente, ver qué poco vivo estás, es un impacto.
Piensa en eso de esta manera: estás quitando la cáscara a una naranja para luego chuparla. Si tu mente está del todo fija solamente en comer la naranja, ¿sabes qué puede pasar? Tú no estarás quitando la cáscara a la naranja porque no estarás allí. Y cuando chupes esa naranja, no la estarás saboreando, porque estarás en un sitio diferente.
• Repite: “Señor, dame la gracia de cambiar lo que puede ser cambiado, aceptar lo que no puede serlo, y sabiduría para entender la diferencia”.
• Haz una cosa por vez y verbaliza internamente lo que estás haciendo.
Este es un ejercicio muy bueno para entrar en el presente, para vivir en el ahora de la vida.
• Imagina cadáveres en varios estados de descomposición. Primero, los de otros; luego, el tuyo.
Imagina:
1. El frío y la rigidez del cuerpo, poco después de la muerte.
2. El cadáver se va poniendo azul.
3. Aparecen grietas en la carne.
4. Algunas partes se descomponen.
5. Se descompone todo el cuerpo.
6. Se mantiene el esqueleto con alguna carne adherida.
7. Sólo queda el esqueleto.
8. No hay más que un montón de huesos.
9. Todo se ha convertido en polvo.
Conclusión: ¡Paz y alegría! Vivir profundamente.
• Reflexiones •
• Sólo hace falta una cosa, la capacidad de pensar algo nuevo, de ver algo nuevo y de descubrir lo desconocido. ¿Te animas? ¿Cómo lo harías?
• Cuando el ojo no está bloqueado el resultado es la visión. Cuando el oído no está bloqueado, el resultado es poder escuchar, y cuando la mente no está bloqueada, el resultado es la verdad.
• Hay una cosa que necesitas para estar vivo: estar ahora. ¿Qué significa esto? Significa, en primer lugar, entender algo que poquísimas personas entienden. Que el pasado es irreal, que el futuro es irreal y que vivir en el pasado o en el futuro es estar muerto. ¿Qué opinas?
Anthony de Mello