domingo, 31 de mayo de 2015

Soy

Ya no anda mi corazón con sed, ni mis manos palpando vacíos, ni mis ojos buscando distancias, ni insípida mi boca, ni rotos mis sueños, ni desierto mi camino.

Ya nadie me roba las estrellas, ni me aplasta las pisadas, ni me quita la risa. Nadie.

Porque ahora soy yo la que he aprendido a engarzar los sueños, a volar con las mariposas y a escudriñar el cielo.

Ahora sé lo que antes no sabía.

Y soy.

Zenaida Bacardí de Argamasilla


viernes, 29 de mayo de 2015

¡Vamos a quitarnos la máscara!

¿Por qué tenemos tanto miedo a mostrarnos? Abrir nuestro interior a la luz del día, por supuesto, es difícil. Si me vas a conocer, tengo que estar dispuesta a compartir contigo los miedos, enojos y envidias que parecen disminuirme como persona. Y eso me aterra.

Sin embargo, si nos aislamos, guardando nuestros secretos y nuestras emociones, sucede una extraña fermentación interna que con el tiempo se convierte en veneno y eventualmente nos mata.

El poeta John Berryman, que saltó a su muerte desde un puente, dejó escrito: “Nos enfermamos tanto como nos reservamos”. ¡Qué razón tenía!

Según el psicólogo John Powell, tememos bajar la máscara por varias razones: miedo a la intimidad, miedo a la separación, miedo a la fusión, miedo al rechazo y miedo a la responsabilidad.

Nos da miedo la intimidad; no sabemos a qué caminos nos pueda llevar. Temo mostrarte mi lado flaco, mi lado oscuro. Por lo tanto, evito comunicarme íntimamente contigo.

A algunos nos da miedo la separación. No quiero acercarme mucho a ti porque, quizá, después me dejes y eso me puede lastimar.

Otros tememos la fusión. ¿Si comparto todo contigo, qué me va a quedar para mí? ¿Todavía podré mantener mi propio pedazo de territorio, ése donde puedo estar solo?

También le tenemos miedo al rechazo. Si de verdad me conoces, sin edición, no te voy a gustar. Quizá pierdas poco a poco el interés una vez que sepas todo sobre mí. Así que sólo te muestro mi salón de trofeos y cierro el que guarda mis debilidades.

Por último, existe el miedo a la responsabilidad. Si me acerco mucho a ti, me involucro a fondo, y eso me obliga a estar cuando tú me necesites. No sé qué tan dispuesto estoy al compromiso.

Con estos miedos, disfrazamos nuestro verdadero yo. Disfrazamos uno de nuestros más fuertes y grandes atractivos: el encanto natural que viene de ser uno mismo.

Así que el secreto para evitar la soledad emocional y lograr la aceptación de los demás, paradójicamente, está en quitarnos las máscaras, porque de esta manera asumo los riesgos y me muestro tal como soy, con todo y mis defectos, entonces tú percibirás que confío en ti. Con esto te invito a hacer lo mismo.

Autor desconocido


sábado, 23 de mayo de 2015

La felicidad eres tú

Para ser feliz no has de hacer nada, ni conseguir nada, sino deshacerte de falsas ideas, ilusiones y fantasías que no te dejan ver la realidad. Eso sólo se consigue manteniéndote despierto y llamando a las cosas por su nombre.

Tú ya eres felicidad, eres la felicidad y el amor, pero no lo ves porque estás dormido. Nos han programado para ser felices o infelices (según aprieten el botón de la alabanza o de la crítica), y esto es lo que te tiene confundido. Has de darte cuenta de esto, salir de la programación y llamar a cada cosa por su nombre.

Tanto la enfermedad, necesidad de sentirme querido, como la medicina que se ansía, el amor recibido, están basados en premisas falsas. Necesidad emocional para conseguir la felicidad en el exterior, no hay ninguna; puesto que tú eres el amor y la felicidad en ti mismo. Sólo mostrando ese amor y gozándote en él vas a ser realmente feliz, sin apegos ni deseos, puesto que tienes en ti todos los elementos para ser feliz.

La respuesta de amor del exterior agrada y estimula, pero no te da más felicidad de la que tú dispones, pues tú eres toda la felicidad que seas capaz de desarrollar.

Anthony de Mello


domingo, 17 de mayo de 2015

Presta atención a tus pensamientos dominantes

Prestar atención a tus pensamientos dominantes, es vital para comenzar a forjar una vida de auténtica realización que huyas de los pensamientos negativos.

Demasiadas personas pasan la mayor parte de sus días sumergidos en una avalancha de pensamientos negativos, y eso trae como consecuencia que sus recursos personales se vean mermados.

Es imposible lograr grandes resultados cuando mentalmente se está en el lado negativo de la balanza.

Los triunfadores en el juego de la vida vigilan estrechamente sus pensamientos, y deliberadamente eliminan lo antes posible cualquier atisbo de pensamiento negativo. Prefieren ver la vida desde su perspectiva positiva, y la vida les corresponde en consecuencia.

Recuerda siempre que atraerás a tu vida aquello en lo que enfoques.

¡Decide enfocar siempre en positivo!

Elsy Mata Marcano

viernes, 15 de mayo de 2015

El amor a si mismo


La amistad consigo mismo, es como la perla de gran valor, adquiriendo esta riqueza, se adquiere todo lo demás.

Lejos de hacernos egoístas, nos hace más generosos. Si estás en paz con tu alma, estarás en paz con el cielo y con la tierra, nadie puede ayudar a otro sin ayudarse a sí mismo.

Nos enfermamos cuando no nos amamos. ¿Quién puede dar lo que no tiene?

El amor es libre o no es. No se puede forzar ni prescribir, nace en la libertad o no existe.

Lo que se hace libremente jamás puede llamarse sacrificio. La libertad con que se obra, es lo que lo distingue, entonces no es sacrificio, sino un don.

El egoísmo es la falta de amor a sí mismo, tal como la sobreprotección revela la falta de amor al otro.

Para ser genuinamente humilde, hay que amarse a sí mismo. El reconocerse, no es humillación que revela no amarse.

El soberbio, pedante, prepotente, intenta compensar el déficit de amor a sí mismo. Un corazón tierno, ennoblece nuestras esperanzas, pues nos convertimos en lo que creemos y esperamos.

“Necesito de mi plenitud para la tuya”. Nos damos a nosotros lo que damos a los otros, porque todos somos UNO.

« La vida es como una moneda, puedes gastarla como desees, pero sólo puedes gastarla una vez».

Autor desconocido

jueves, 14 de mayo de 2015

¡Vales mucho!

No solamente es más apreciado el ser espontáneo, sino que es mucho más fácil.

Mucha gente gasta bastante energía en aparentar lo que realmente no es.

¿Por qué sucede que hay personas que parecen “mimetizarse” con los demás y les cuesta ser natural y espontánea ¿Por qué se dice lo que realmente no se siente?

Lo sé bien, porque en mis primeros años de vida fui así. Tempranamente aprendí que no podía decir lo que pensaba, porque los mayores me lo reprochaban.

Luego, me pareció que los demás se sentían bien si uno estaba de acuerdo con ellos y mal si manifestaba opiniones diferentes, y yo buscaba desesperadamente la aceptación de los demás.

Sin embargo, fui descubriendo que los otros dejan de considerarte y respetarte 
al darse cuenta que uno no tiene una opinión clara y definida, y lo peor, uno deja de respetarse a sí mismo.

Aprendí que no tenemos por qué caerle bien a todos ni estar de acuerdo con todos. 
Es probable que cuando todos seamos sabios ya hayamos alcanzado la plena iluminación, estemos todos de acuerdo. 

Mientras tanto, en la búsqueda de la verdad, tendremos posiciones distintas, según nuestras experiencias y conocimientos.



Todo esto está relacionado con la seguridad en sí mismo.

En la medida que somos conscientes de nuestro propio valer, nos atrevemos a ser nosotros mismos y pensar por sí mismos. No hay que andar por el mundo buscando satisfacer a los demás, ni llenando las expectativas de los otros. Hay que disponerse a aceptar a los demás con sus virtudes y defectos, con sus opiniones y puntos de vista, y disponerse a respetarse también a sí mismo.

Es posible que al principio se pierdan amigos que no compartan nuestra manera de ser y opinar, pero si eres consecuente con tus ideas y contigo mismo, tendrás muchos verdaderos amigos en el futuro.

Decir la verdad puede que moleste a alguien, pero la mayoría aprenderá a valorar a quien es veraz. “que tu sí, sea sí; que tu no, sea no”.

Una buena práctica es darse mensajes a sí mismo, ya sea mediante un diálogo interno, carteles, escritos, dibujos, etc., que digan: “Tengo seguridad y confianza en mí”.

Tú vales mucho más de lo que te imaginas. y eres importante para los demás.

Autor desconocido

lunes, 11 de mayo de 2015

La auténtica suerte

¡La vida es como una lotería! Muchos creen haber perdido; peor todavía: creen que su vecino, más alegre y confiado, ha ganado. Sin embargo, los números de la lotería son tan diferentes entre sí. La diferencia radica en la forma de ver y en la forma de valorar. Y esto depende de cada uno de nosotros.

He encontrado un gran número de personas sensiblemente distintas entre sí. He escuchado sus más profundos secretos. Pero nunca he encontrado a nadie a quien le hubiera tocado “la lotería”, “el premio gordo”, de la pura y perfecta felicidad. Cada uno, de alguna forma, tenía algo que le contrariaba. Los creyentes llaman a este algo “la propia cruz”. Los indiferentes y los ateos lo llaman “no tener suerte”. Había incluso personas que, a pesar del sufrimiento y la desgracia, seguían contentas bajo el peso de las dificultades y contrariedades. Otras estaban abatidas, asqueadas y disgustadas.

A menudo, unas y otras, habían vivido la misma realidad, pero, ¡¡cuán distintos eran los resultados!! 

La vida es como una lotería. Sin embargo, cada uno puede poner mucho de sí.

P. Phil Bosmans