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lunes, 5 de octubre de 2015

Conversar (III)

Conversar es poner a espigar dos granos que se confunden y se identifican en copa y raíz. Los labios que ponen amor al conversar, tienen una canción muy alta que enciende la vida, y otra muy secreta, que se nos queda dentro.
Entre tanto tumulto, ruidos y carreras se olvida uno al conversar de sacar esas ideas que sirven para echar raíces, y esas raíces que sirven para sostener la amistad sin medir los años.

La vida moderna ha eliminado el espacio para conversar. Y ha empezado a llamar superfluo a ese tiempo en que cada persona da su mensaje, su palabra tibia, abre sus alforjas y enciende su luz. Con la vida moderna nos hemos acostumbrado a mirar “por fuera”, atendiendo sólo al fichero numerado de trabajos, lugares, cosas. Y olvidando que también por dentro hay un espacio inmenso que llenar. Y que en ese espacio tenemos obligación de colgar mariposas, sueños, milagros…

Tenemos obligación de conversar con palabras que sean llaves para ver de qué agoniza el hombre detrás de cada puerta. Y de qué enfermedad padece que lo está haciendo morir poquito a poco, todos los días.
Conversa para que la vida de los demás palpite con tu vida.

Zenaida Bacardí de Argamasilla


viernes, 18 de septiembre de 2015

Un hombre nuevo

Debe tener la disposición a renunciar a todas las formas de tener, para poder ser plenamente.

Sentir seguridad, tener sentimientos de identidad y confianza basados en la fe en lo que uno es, en la necesidad de relacionarse, interesarse, amar, solidarizarse con el mundo que nos rodea, en lugar de basarse en el deseo de tener, poseer, dominar al mundo, y así volverse esclavo de sus posesiones.

Aceptar el hecho de que nadie ni nada exterior al individuo le da significado a su vida, sino que esta independencia radical, y no la ambición, pueden llegar a ser la condición de la actividad plena, dedicada a compartir e interesarse por sus semejantes.

Sentir la alegría que causa dar y compartir, y no acumular y explotar.

Amar y respetar la vida en todas sus manifestaciones, sabiendo que no es sagrada la cosa, ni el poder, ni lo que está muerto, sino la vida y todo lo que contribuye a su desarrollo.

Tratar de reducir en la mayor medida posible la codicia, el odio y los engaños.

Desarrollar la capacidad de amar, y el pensamiento crítico, no sentimental.

Saber que ningún desarrollo es sano si no ocurre en una estructura, pero conocer también la diferencia entre la estructura como atribuyo de la vida, y el “orden” como atributo de no vivir, de la muerte.Desarrollar la imaginación, no para escapar de las circunstancias intolerables, sino para anticipar las posibilidades reales, como medio para suprimir las circunstancias intolerables.

No engañar, pero tampoco dejarse engañar por otros; se puede admitir ser llamado inocente, pero no ingenuo.

Percibir la unión por la vida y, por consiguiente, renunciar a la meta de conquistar a la naturaleza, someterla, explotarla, violarla, destruirla, y en vez de esto tratar de comprender y cooperar con la naturaleza.

Gozar de una libertad no arbitraria, sino que ofrezca la posibilidad de ser uno mismo, y no un atado de ambiciones, sino una estructura delicadamente equilibrada que en todo momento se enfrenta a la alternativa de desarrollarse o decaer, vivir o morir.

Saber que el mal y la destrucción son consecuencias necesarias de no desarrollarse.

Saber que sólo muy pocos han alcanzado la perfección en todas esas cualidades y SER, sin la ambición de alcanzar la meta reconociendo que esta ambición sólo es otra forma de codiciar, de tener.

Ser feliz en el proceso de vivir cada día más sin importar el avance que el destino nos permita realizar, porque vivir tan plenamente como se puede, resulta tan satisfactorio que es difícil preocuparse por lo que se logra.

Desconozco a su autor

viernes, 31 de julio de 2015

Fracaso es sinónimo de no haberlo intentado.

Fracaso no es sinònimo de ser fracasado...
SIGNIFICA QUE TODAVÍA NO TUVISTE ÉXITO.

Fracaso no significa que no lograste nada...
SIGNIFICA QUE NO APRENDISTE ALGO.

Fracaso no significa que actuaste como un necio...
SIGNIFICA QUE NO TUVISTE MUCHA FE.

Fracaso no significa que sufriste descrèdito...
SIGNIFICA QUE ESTUVISTE DISPUESTO A PROBAR.

Fracaso no es sinònimo de falta de capacidad...
SIGNIFICA QUE DEBES HACER LAS COSAS DE DISTINTA MANERA.

Fracaso no significa que eres inferior...
SIGNIFICA QUE NO ERES PERFECTO.

Fracaso no significa que perdiste tu vida...
SIGNIFICA QUE TIENES BUENAS RAZONES PARA EMPEZAR DE NUEVO.

Fracaso no significa que tengas que echarte atràs...
SIGNIFICA QUE TIENES QUE LUCHAR CON MAYOR AHÍNCO.

Fracaso no significa que jamàs lograràs tus metas...
SIGNIFICA QUE TARDARÁS UN POCO MÁS EN ALCANZARLAS.

Fracaso no significa que Dios te haya abandonado.. .
SIGNIFICA QUE TIENE UNA IDEA MEJOR PARA TI.

FRACASO ES SINÓNIMO DE NO HABERLO INTENTADO.

Desconozco a su autor


viernes, 10 de julio de 2015

Optimismo

En el deporte y en otras áreas no ganan siempre los más dotados sino los más dedicados y los que más ganas ponen.

Ganan los que son entusiastas y perseverantes; los que aprenden de las caídas y son ricos en confianza.

Por eso yo necesito cada día fortalecer mi optimismo con buenas lecturas, y pensamientos positivos. Necesito un filtro para las malas noticias y una gran grabadora para todo lo que brinda ánimo y resolución.

Me conviene alejarme de aquellos que todo lo ven oscuro y que con su negativismo aumentan el mal que critican.

Me hace bien no ver el país o la ciudad con la óptica sombría de ciertos noticieros que jamás destacan todo lo bueno.

Necesito una fe firme y una esperanza sólida para ganar donde pierden los pesimistas y los temerosos.

Cada día tengo el reto y la misión de mirar el sol aunque lo tapen las nubes.

Desconozco a su autor


miércoles, 8 de julio de 2015

Autoestima (coherencia) I

Vivimos en la mentira. No sólo mentimos a los demás, sino que nos mentimos a nosotros mismos. Mentimos en lo que decimos y mentimos en lo que vivimos.

La autoestima requiere que seamos coherente entre lo que pensamos y sentimos y lo que manifestamos a los demás y a nosotros mismos.

Vivimos en la incoherencia y en la mentira cuando mostramos debilidad y en realidad estamos manipulando a los demás; cuando ponemos cara de satisfacción y en realidad estamos tristes; cuando nos relacionamos con personas a las que detestamos; cuando decimos que sabemos la verdad y en realidad estamos llenos de dudas; cuando tratamos bien a todo el mundo excepto a las personas a las que decimos que amamos; cuando nos reímos y necesitamos llorar; cuando expresamos ira y en realidad tenemos miedo; cuando moralizamos sobre los demás y estamos llenos de vicios propios; cuando renunciamos a nuestro valores para ser aceptados; cuando apreciamos las ideas de otros yendo en contra de nuestra propia experiencia que nos dice lo contrario.

R. Ros


viernes, 3 de julio de 2015

No juzgues anticipadamente

Una pareja de jóvenes tenía varios años de casada y nunca pudieron tener hijos. Para no sentirse solos, compraron un cachorro pastor alemán y lo amaron como si fuera su propio hijo.
El cachorro creció hasta convertirse en un grande y hermoso pastor alemán.

El perro salvó en más de una ocasión a la pareja de ser atacadas por ladrones, siempre fue muy fiel, quería y defendía a sus dueños contra cualquier peligro.

Luego de siete años de tener al perro, la pareja logró tener el hijo tan ansiado.

La pareja estaba muy contenta con su nuevo hijo y disminuyeron las atenciones que tenían con el perro, éste se sintió relegado y comenzó a sentir celos del bebé y ya no era tan cariñoso y fiel como demostró serlo durante siete años.

Un día la pareja dejó al bebé plácidamente durmiendo en la cuna y fueron a la terraza a preparar una carne asada. Cuál fue su sorpresa cuando se dirigían al cuarto del bebé y ven al perro en el pasillo con la boca ensangrentada, moviéndoles la cola.

El dueño del perro pensó lo peor, sacó un arma y en el acto mató al perro, corrió al cuarto del bebé y encuentró una gran serpiente degollada….

El dueño comienza a llorar y exclamar… ¡¡He matado a mi perro fiel!!

Cuantas veces no hemos juzgado a las personas; lo que es peor, las juzgamos y condenamos sin investigar a que se debe su comportamiento, cuales son sus pensamiento y sentimientos.

Muchas veces las cosas no son tan malas como parecen, sino todo lo contrario.

La próxima vez que nos sintamos tentados a juzgar y condenar a alguien, recordemos la historia del perro fiel…Así aprenderemos a no levantar falsos testimonios contra una persona hasta el punto de dañar su imagen ante los demás…

Debemos darnos cuenta que los sentimientos de las personas son frágiles y fáciles de dañar pero difícil de sanar.

Desconozco a su autor


jueves, 2 de julio de 2015

Los ojos del alma (II)

La costumbre decreta que no es correcto mirar fijamente a los demás, y si se nos sorprende haciéndolo cambiamos al instante la dirección de la mirada y procuramos dar a entender de algún modo que era otra la meta de nuestros ojos, para ocultar así nuestro embarazo. Es éste uno de los efectos de desplazamiento. A un hombre no debe sorprendérsele mirando muy seguido con fijeza a una mujer, como ella no le provoque coquetamente a hacerlo; y una dama tiene todavía menos libertad en este campo: si deja que sus ojos se encuentren por algunos momentos con los del varón, éste se sentirá autorizado a interpretarle las inclinaciones. Nuestros ojos son nuestra más íntima posesión y a nadie le consentimos asomarse por ellos sin permiso a las honduras de nuestros afectos.

Sería ingenuo suponer que la forma que tenemos de emplear nuestros ojos en las situaciones sociales es algo que está genéticamente determinado. Una explicación más aceptable es la que pone el origen de nuestras maneras de mirar en la costumbre y en los convencionalismos.

La función social de los ojos es estorbada en aquellos individuos que padecen graves afecciones de la vista. Muchos invidentes son propensos a evitar las aserciones, como si hubieran abdicado su derecho a autoafirmarse a cambio de que las demás personas, más afortunadas, les acepten y traten. La ceguera parcial es, a menudo, más dura de soportar que la total, porque mientras al paciente le queda alguna vista conserva la esperanza de ir mejorando, hasta el extremo de que se niega a admitir que su mal tenga causas importantes y las juzga todas de muy poca monta; tales esperanzas y convicciones le impiden adaptarse a su nueva situación y hacen que vaya difiriendo siempre el aprender a suplir con el uso de otros sentidos el de la vista que ya no le sirve. Los niños semi-invidentes tienden a usar sus ojos a la vez que los dedos cuando estudian el sistema Braille, y esto retrasa su adquisición de los hábitos y habilidades que les son tan necesarios.

Pierre Piveteau


miércoles, 1 de julio de 2015

Los ojos del alma (I)

A los ojos se les ha llamado «ventanas del alma», porque son las únicas partes del cuerpo que al observador le parecen psicológicamente transparentes. Así, esperamos que la persona honrada nos mire de frente y con franqueza, y hablamos de ojos inocentes y de miradas nobles o, también, de miradas torvas, ladinas o incluso criminales.

Hay quienes gustan de llevar gafas de sol aunque no les hagan ninguna falta y aun les estorben, como cuando van en el metro; es porque se imaginan que, con ellas, pueden ver sin ser vistos. El aspecto de los ojos cambia cuando somos presa de alguna emoción que nos excita; entonces brillan, centellean, lanzan pequeños destellos… y pueden «reflejar» nuestros sentimientos más íntimos. En realidad, lo que sucede es que la pupila se dilata y por eso parece refulgir

También a los gatos se les acusan las emociones en los ojos. Si vuestro minino se topa con un congénere de malas pulgas, o si le ofrecéis un bocado que le guste, veréis cómo se le dilatan las pupilas. Pero si el manjar le es extraño o se lo dais envuelto en un papel, sus ojos no se alterarán, a menos que logre olerlo. En un experimento que se hizo con seres humanos para estudiar esta clase de efectos, se mostró a un hombre y a una mujer la fotografía de un nene.

El tamaño de las pupilas de la mujer aumentó en casi una quinta parte, mientras que los ojos del hombre siguieron tal como estaban. Si a las mujeres se les muestra la fotografía de una madre con su nene en brazos, puede observarse cómo se les agrandan las pupilas en cerca de una cuarta parte, y aun las del hombre se agrandan también un poco al ver la misma fotografía.

Si se quiere penetrar «hasta el alma» de una persona no se la mira a la boca ni a la nariz, sino a los ojos y con la mayor concentración posible. Y cuando las miradas se encuentran, el resultado puede ser ya al primer vistazo amor (u odio). Pero la de la mirada mutua quizá sea una peligrosa indulgencia. Porque a nadie le podemos mirar a los ojos sin permitirle que, al mismo tiempo, nos mire él a nosotros. De suerte que el «coger» por los ojos ha de ser a la vez un «dar». El jovencito que mira extasiado a la beldad que se sienta frente por frente a él en un compartimiento del tren se expone a traicionar sus sentimientos como la joven decida mirarle también con insistencia.

Pierre Piveteau


lunes, 29 de junio de 2015

El éxito no es tenerlo todo

El éxito no es tenerlo todo, ni hacerlo todo, sino serlo todo.
Por lo general, basamos nuestro éxito en las conquistas externas, aquellas que son superfluas y que carecen de sentido, dirección, rumbo.
Estas conquistas nos dan posesiones que pasamos a tener y se vuelven el parámetro de vencedores y perdedores.

A veces, el éxito se basa en nuestras acciones y su impacto sobre los demás. Pero, es sólo cuando el éxito se base en las posesiones interiores, es decir, en lo que soy, es que puedo decir que soy exitoso. Pues lo que tengo se puede ir un día, lo que hago, pararé de hacer en algún momento, pero lo que soy es eternamente mío.

Debemos tener en cuenta que, según tu perspectiva, este impacto sobre los demás debe ser siempre espontáneo, positivo y no impuesto.
Nada peor que las personas trepadoras que basan su éxito en la medida en que derrumban los esquemas de otros(as), se aprovechan de sus debilidades y juegan con sus sentimientos.

Desconozco a su autor


jueves, 25 de junio de 2015

La vida te sonreirá (II)

La vida es para aprender a amar y a perdonar, a olvidar cuando debemos olvidar, a recordar cuando debemos recordar. La vida es para ampliar los afectos y reflexionar sobre nuestras vivencias, para que pensemos en los frutos de nuestros actos y veamos claramente, sin ningún tipo de adorno ni justificaciones oportunistas lo que hemos hecho en el tiempo y todavía, si podemos, volver sobre nuestros pasos para cambiar alguna situación.

No ocupes tu tiempo en ver solo el aspecto negativo de las cosas… sueña, imagina, planea una salida, invita a alguien a comer a tu casa, da un abrazo y ríete con las personas que sonríen, ama con las personas que aman, alégrate con quienes te alegren el día. Haz las cosas simples porque en los simple brilla una pequeña luz que se hace fantástica e inmensa a los ojos de quien atesora ilusiones.

Nunca hagas o digas algo que resulte demasiado duro a alguien solitario, porque aunque a ti te parezca que en circunstancias normales, cualquiera lo tomaría con naturalidad, una persona solitaria podría verse herida mortalmente, pues su mente y su corazón son más sensibles a las influencias del exterior.
Trata de llevarle un motivo de felicidad, un minuto de alegría, un momento de amor y te lo agradecerá infinitamente.

Sabes, la felicidad es pariente de la belleza y la belleza es el rostro de la verdad. Cuando descubrimos una verdad, descubrimos algo bello, y lo bello solo puedo regocijarnos en el alma. No pienses en aquello de que la verdad es “dura”, lo duro, feo o desagradable no es la verdad, eso se llama realidad, la que el ser humano crea todos los días con su insistente capacidad de nombrar y clasificar las cosas.

La verdad es otra cosa, la verdad es el motivo de la felicidad y la libertad, porque nos libera de fantasmas y dudas al caminar, porque nos hace bellos si la sabemos cuidar, porque es el final del camino al que hemos de llegar.
Disfruta tu tiempo sabiendo que el pasado y el futuro son instantes de una realidad que se actualiza de acuerdo a tu conciencia, la cual se enciende a cada instante e ilumina lo que toca, lo que ve y hasta lo que niega.

Recuerda que la vida es más que la suma de seres vivos, es un tesoro compartido del cual formas parte. Cuando comprendas esto, llenarás tus pulmones vacíos con un soplo de eternidad y serás uno con la vida, y la vida te sonreirá.

Desconozco a su autor


martes, 23 de junio de 2015

Árbol

Aprende del árbol y deja que los vientos de la vida te despojen de las ramas secas para dejar lugar a los retoños nuevos.

Aprende del árbol y deja caer las hojas secas del pasado para que abonen el suelo, donde tus raíces preparan el futuro.

Aprende del árbol y no hagas del invierno un tiempo de tristeza y de muerte, sino un tiempo de esperanza, para arraigarte mejor y revivir más fuerte en primavera.

Desconozco a su autor


miércoles, 17 de junio de 2015

Pasión y entrega

Tiene fuerza este pensamiento del filósofo francés René Descartes:

“La pasión es el único abogado que siempre convence.
El hombre más simple será más persuasivo que el más elocuente que carezca de pasión”.

Pocas barreras frenan a a aquel que busca una meta con pasión o con un deseo vehemente.

La pasión es el motor de las grandes obras.

La pasión es una entrega total a lo que se hace, unida a las ganas y al compromiso.

Es una cualidad que acompaña a los que se valoran y destierran las dudas con una firme confianza y un trabajo tesonero.

Para lograrlo gozan de buenas amistades y suelen tener como modelos a los grandes hombres.

Son personas que hacen memoria no de sus fracasos sino de sus éxitos y aprovechan al máximo el presente.

No viajan al ayer con la culpa ni al mañana con la preocupación y llenan su alma de luz y optimismo.

Su pasión los convierte en agentes del bien y en seres felices.

Desconozco a su autor


lunes, 15 de junio de 2015

Mi colección

No colecciono mariposas, ni cachivaches, ni estampillas, colecciono palabras, sentimientos, valores que tienen como autores a mi familia y amigos.

Tengo en mi mente un Banco con intereses que me devuelve con creces la abundancia de la palabra “Amor”, que se vuelve “valor”, que se expresa en sentimiento y vuelve contentos a los románticos, a los compositores, a los escritores, poetas, y en general a todos los que se sienten nutridos con esta mágica poción.

Colecciono la palabra “Sabiduría”, con comprensión, entendimiento, conocimiento y me da el sabor de la reflexión, de la integración, del análisis, la síntesis, la división y la integración, el orden y la transformación , el poder de decir “no” cuando bien comprendo o de decir “si” cuando me hace posible mi evolución.

Colecciono la palabra “Voluntad”, que me hace dinámica, que me motiva a la acción , a la ejecución, a la creatividad, al desarrollo de cualquier habilidad, a sentirme segura y confiada en mi realización.

Que bien me va con la palabra “Fortaleza”, con valor, con destreza, con vigor, con respeto, con honor, con honestidad y lealtad, con integridad, me maravillo con la “bondad”, con la “belleza”, con la grandeza porque con ellas decora mi alma y me da calma en estos momentos de dolor.

Suaviza mis síntomas y me coloca en una cima donde puedo meditar y vibrar energéticamente con la meditación, y “espiritualidad” se convierte en el compendio de todas las bellas palabras que me significan transformación y comunicación.

V. Lucía Aristizábal


viernes, 5 de junio de 2015

¡Tan cerca!

Si me dejo llevar por una serie de lamentaciones, me hundo, cada vez más, en el abismo.

Los pensamientos oscuros siguen atrayendo hacia mí nuevas miserias.

Debo vivir hoy. No puedo cambiar los acontecimientos.

¡Si lograse, tan sólo, dejar un resquicio para los recuerdos hermosos!

¡Si consiguiera no preocuparme tanto del mañana!

¿Qué tengo hoy de nuevo? La salud. El sol en el cielo. Comida y bebida. Un niño que me sonríe. Una flor en casa.

Tal vez busco la felicidad demasiado lejos de mí. ¡la felicidad se parece a las gafas! No las veo y, sin embargo, están sobre mi nariz! ¡Tan cerca!

Phil Bosmans


miércoles, 3 de junio de 2015

Ganar la batalla

Durante una batalla, un general japonés decidió atacar aún cuando su ejército era muy inferior en número. Estaba confiado que ganaría, pero sus hombres estaban llenos de duda. Camino a la batalla, se detuvieron en una capilla. Después de rezar con sus hombres, el general sacó una moneda y dijo, “Ahora tiraré esta moneda. Si es cara, ganaremos. Se es cruz, perderemos. El destino se revelará”.

Tiró la moneda en el aire y todos miraron atentos como aterrizaba. Era cara.
Los soldados estaban tan contentos y confiados que atacaron vigorosamente al enemigo y consiguieron la victoria. Después de la batalla, un teniente le dijo el general,

“Nadie puede cambiar el destino”.

“Es verdad”, contestó el general mientras mostraba la moneda al teniente, que tenía cara en ambos lados.

Obviamente la historia es irreal en el sentido de que una moneda no puede decidir nuestro futuro, sin embargo, nos deja muy claro que muchas veces, hemos perdido la batalla porque antes de iniciar nos creemos incapaces.
Es usual cuando hay exámenes por ejemplo, que muchos lo han perdido antes de iniciar, pues su actitud así lo propicia.

Todos tenemos muchas situaciones hoy en nuestra vida, y podemos enfrentarlas solos, con miedo, con angustia y creyéndonos perdedores.
Por mas cansado que te encuentres, por más difícil que veas la situación, aunque ya no sientas que tienes fuerzas. Puedes ganar, puedes vencer, puedes seguir adelante.

Desconozco su autor


martes, 2 de junio de 2015

Necesitamos silencio

En este mensaje al corazón te decimos, ¡Necesitamos Silencio! Sí, necesitamos silencio en nuestras vidas para poder vivir a plenitud.

Necesitamos silencio en nuestros corazones para contemplar las maravillas que nos rodean: la naturaleza con sus diferente tonalidades de verdes, los colores de las amapolas, de los lirios, de las rosas, las formas caprichosas de las rocas, la majestuosidad de las montañas, la humildad de las pequeñas colinas, la paz de los valles. La belleza de un atardecer, o de una noche de luna, o de un día soleado de campo, que se pierde porque nos falta silencio y soledad para contemplarlos.

Se necesita silencio para meditar en esos gestos de amor que tiene mucha gente para con nosotros. Para saborear la ternura de una madre que ama a sus hijos. Para contemplar la comprensión de nuestro amigo que no nos falló en los momentos de crisis. Para contemplar esos actos llenos de perdón que ha tenido la gente que nos ama.

Necesitamos silencio para ver la belleza escondida en el rostro sucio y travieso de un niño, en el candor e inocencia de un nene durmiendo, en la grandeza escondida de un pequeño que irá creciendo y se irá haciendo un hombre lentamente, y que ya tiene esa grandeza en potencia, en germen.

Se necesita silencio para poder contemplar la grandeza de tantas vidas heroicas, que han brindado lo suyo para hacer de este mundo un mundo mejor y que han estado muy cercanos a nosotros brindando su pan, su consejo, su amor, su perdón, su comprensión.

Necesitamos silencio para escuchar la voz del que sufre, la voz del que padece, el lamento del que nos necesita. Hay mucho lamento de soledad, de miedo, de dolor, de hambre, y de vacío. Hay mucha gente que sufre y el ruido en que vivimos nos impide contemplar el sufrimiento y el dolor de tanta gente. Necesitamos silencio para escucharlos.

Autor: Mons. Rómulo Emiliani.
Copia parcial (Un mensaje al corazón)


domingo, 31 de mayo de 2015

Soy

Ya no anda mi corazón con sed, ni mis manos palpando vacíos, ni mis ojos buscando distancias, ni insípida mi boca, ni rotos mis sueños, ni desierto mi camino.

Ya nadie me roba las estrellas, ni me aplasta las pisadas, ni me quita la risa. Nadie.

Porque ahora soy yo la que he aprendido a engarzar los sueños, a volar con las mariposas y a escudriñar el cielo.

Ahora sé lo que antes no sabía.

Y soy.

Zenaida Bacardí de Argamasilla


viernes, 29 de mayo de 2015

¡Vamos a quitarnos la máscara!

¿Por qué tenemos tanto miedo a mostrarnos? Abrir nuestro interior a la luz del día, por supuesto, es difícil. Si me vas a conocer, tengo que estar dispuesta a compartir contigo los miedos, enojos y envidias que parecen disminuirme como persona. Y eso me aterra.

Sin embargo, si nos aislamos, guardando nuestros secretos y nuestras emociones, sucede una extraña fermentación interna que con el tiempo se convierte en veneno y eventualmente nos mata.

El poeta John Berryman, que saltó a su muerte desde un puente, dejó escrito: “Nos enfermamos tanto como nos reservamos”. ¡Qué razón tenía!

Según el psicólogo John Powell, tememos bajar la máscara por varias razones: miedo a la intimidad, miedo a la separación, miedo a la fusión, miedo al rechazo y miedo a la responsabilidad.

Nos da miedo la intimidad; no sabemos a qué caminos nos pueda llevar. Temo mostrarte mi lado flaco, mi lado oscuro. Por lo tanto, evito comunicarme íntimamente contigo.

A algunos nos da miedo la separación. No quiero acercarme mucho a ti porque, quizá, después me dejes y eso me puede lastimar.

Otros tememos la fusión. ¿Si comparto todo contigo, qué me va a quedar para mí? ¿Todavía podré mantener mi propio pedazo de territorio, ése donde puedo estar solo?

También le tenemos miedo al rechazo. Si de verdad me conoces, sin edición, no te voy a gustar. Quizá pierdas poco a poco el interés una vez que sepas todo sobre mí. Así que sólo te muestro mi salón de trofeos y cierro el que guarda mis debilidades.

Por último, existe el miedo a la responsabilidad. Si me acerco mucho a ti, me involucro a fondo, y eso me obliga a estar cuando tú me necesites. No sé qué tan dispuesto estoy al compromiso.

Con estos miedos, disfrazamos nuestro verdadero yo. Disfrazamos uno de nuestros más fuertes y grandes atractivos: el encanto natural que viene de ser uno mismo.

Así que el secreto para evitar la soledad emocional y lograr la aceptación de los demás, paradójicamente, está en quitarnos las máscaras, porque de esta manera asumo los riesgos y me muestro tal como soy, con todo y mis defectos, entonces tú percibirás que confío en ti. Con esto te invito a hacer lo mismo.

Autor desconocido


domingo, 17 de mayo de 2015

Presta atención a tus pensamientos dominantes

Prestar atención a tus pensamientos dominantes, es vital para comenzar a forjar una vida de auténtica realización que huyas de los pensamientos negativos.

Demasiadas personas pasan la mayor parte de sus días sumergidos en una avalancha de pensamientos negativos, y eso trae como consecuencia que sus recursos personales se vean mermados.

Es imposible lograr grandes resultados cuando mentalmente se está en el lado negativo de la balanza.

Los triunfadores en el juego de la vida vigilan estrechamente sus pensamientos, y deliberadamente eliminan lo antes posible cualquier atisbo de pensamiento negativo. Prefieren ver la vida desde su perspectiva positiva, y la vida les corresponde en consecuencia.

Recuerda siempre que atraerás a tu vida aquello en lo que enfoques.

¡Decide enfocar siempre en positivo!

Elsy Mata Marcano

jueves, 14 de mayo de 2015

¡Vales mucho!

No solamente es más apreciado el ser espontáneo, sino que es mucho más fácil.

Mucha gente gasta bastante energía en aparentar lo que realmente no es.

¿Por qué sucede que hay personas que parecen “mimetizarse” con los demás y les cuesta ser natural y espontánea ¿Por qué se dice lo que realmente no se siente?

Lo sé bien, porque en mis primeros años de vida fui así. Tempranamente aprendí que no podía decir lo que pensaba, porque los mayores me lo reprochaban.

Luego, me pareció que los demás se sentían bien si uno estaba de acuerdo con ellos y mal si manifestaba opiniones diferentes, y yo buscaba desesperadamente la aceptación de los demás.

Sin embargo, fui descubriendo que los otros dejan de considerarte y respetarte 
al darse cuenta que uno no tiene una opinión clara y definida, y lo peor, uno deja de respetarse a sí mismo.

Aprendí que no tenemos por qué caerle bien a todos ni estar de acuerdo con todos. 
Es probable que cuando todos seamos sabios ya hayamos alcanzado la plena iluminación, estemos todos de acuerdo. 

Mientras tanto, en la búsqueda de la verdad, tendremos posiciones distintas, según nuestras experiencias y conocimientos.



Todo esto está relacionado con la seguridad en sí mismo.

En la medida que somos conscientes de nuestro propio valer, nos atrevemos a ser nosotros mismos y pensar por sí mismos. No hay que andar por el mundo buscando satisfacer a los demás, ni llenando las expectativas de los otros. Hay que disponerse a aceptar a los demás con sus virtudes y defectos, con sus opiniones y puntos de vista, y disponerse a respetarse también a sí mismo.

Es posible que al principio se pierdan amigos que no compartan nuestra manera de ser y opinar, pero si eres consecuente con tus ideas y contigo mismo, tendrás muchos verdaderos amigos en el futuro.

Decir la verdad puede que moleste a alguien, pero la mayoría aprenderá a valorar a quien es veraz. “que tu sí, sea sí; que tu no, sea no”.

Una buena práctica es darse mensajes a sí mismo, ya sea mediante un diálogo interno, carteles, escritos, dibujos, etc., que digan: “Tengo seguridad y confianza en mí”.

Tú vales mucho más de lo que te imaginas. y eres importante para los demás.

Autor desconocido