martes, 16 de septiembre de 2014

Meditar en silencio…bálsamo para el Alma

Y EN EL SILENCIO TE DESCUBRES…

El silencio te habla, sólo tienes que escucharlo atentamente.
En el silencio encontrarás la paz que te hace falta, las respuestas que necesitas tener y todo aquello que debes saber.
En el silencio reequilibras tu energía.
Practica la meditación en silencio y cosecharás maravillosos momento contigo misma, con tu yo superior, con tu esencia.

¿ Cómo hacerlo ?

Comienza conectando tus pies con la Tierra, imagínate unas hermosas raíces que salen desde la planta de tus pies y van profundizando en la Tierra hasta encontrar su centro, el núcleo del Planeta, su parte más profunda y cálida. Cuando conectas con la Tierra estás haciéndolo con la fuerza transmutadora más grande que existe. La Tierra actúa a modo de bálsamo sobre ti limpiando tus energías, transformándolas en energías renovadas, en energías positivas que vuelve a ti entrando de nuevo por tus hermosas raíces. Son energías recargadas que te ayudarán a reequilibrar tu cuerpo y trabajarán así mismo en tus cuerpos sutiles reajustado todo tu campo energético.

A la vez, a través de tu coronilla, donde se encuentra el séptimo chakra, conectarás con la fuerza energética que viene del cielo, del Padre. Recibirás un baño de energía, como una lluvia de estrellas de colores blancos, dorados, azulados y rosados que te impregnarán por completo. Y sentirás que estás en el lugar donde te corresponde, entre el Cielo y la Tierra ayudada por las dos fuerzas que te complementan y te indica tu lugar exacto en este mundo.

Y una vez que has conectado con las dos energías, sentirás que éstas se unen en ti formando una sola, te sentirás plena, completa y te centrarás en tu respiración e intentarás acallar tu mente, los pensamientos, las voces… los dejarás correr sin prestarles atención y te sentirás liviana, sentirás la paz de tu mundo interior, de tu silencio y la sensación de que puedes volar, de que tienes libertad de dirigir tu vida hacia donde tú quieras.

No importa que haya ruido a tu alrededor, quizá al principio sea molesto, el ruido está ahí para distraerte de tu verdadera misión, para desorientarte, para alejarte de lo que verdaderamente quieres hacer. A veces el ruido externo no es más que el reflejo de tu propio ruido interior, por tanto, no luches contra él, conviértete en observador u observadora de ti misma pero recuerda que no debes juzgar nada de lo que ves, de lo que sientes o de lo que ocurra ni dentro de ti ni a tu alrededor. Simplemente observa, nada más y entonces te darás cuenta de que no eres tu pensamiento, de que no eres tu mente, sino algo que va mucho más allá, eres el SER, el todo y la nada al mismo tiempo. Si al principio sientes rabia o impotencia, no la retengas, déjala salir sin lastimarte ni lastimar a otros. Para llegar a tu esencia, a veces hay que pasar por arduos procesos de limpieza. En ocasiones es como si estuvieras pelando una cebolla capa a capa y vas eliminando todo aquello que ya no hace falta que continúe estando contigo. Ese proceso de desmembramiento a veces puede resultar doloroso, pero merece absolutamente la pena. Si esto ocurriera no te preocupes, no te asustes, es una señal de que todo está bien y es como debe ser…Y cuando estés en silencio haz aquellas preguntas que sientes que necesitas que te sean respondidas, si es algo que debas saber, las respuestas llegarán a ti, o de inmediato, de manera muy clara y concisa, o al cabo de los días y a través de cualquier cosa. Una frase de un amigo, una película, algo que leas, una conversación que escuches entre otras personas, una canción … llegará de manera muy sutil, pero llegará aunque tarde tiempo en hacerlo y lo hará justo en el momento adecuado para ello, incluso cuando ya no lo recuerdes, pero no dudes de que serán en el momento en el que estés preparada para obtener esa respuesta.

Si te impacientas, no pasa nada, quizá necesites practicar un poco más la paciencia. Recuerda que todo es perfecto, no venimos a juzgar, sino a vivir experiencias y a aprender de ellas.

Cuando estás en silencio, reconciliándote contigo misma, entras en una vibración de paz y amor donde todo es comprensión, donde no hay jueces, donde el aprendizaje es siempre positivo. En el silencio conectas contigo, con lo más hondo y más profundo de ti, y en este estado es cuando tu alma te puede contar cuál es su misión; en este lugar, en este momento es donde puedes sentir para qué estás aquí, qué es aquello que has venido a hacer a la Tierra.

Crea todos los días unos momentos íntimos, de soledad, de silencio, de calma, de paz, de amor hacia ti misma.

Regálate unos segundos contigo misma donde no exista nada más que ese momento, donde consigas estar en el aquí y el ahora sin pre-ocupaciones. Conecta con tu Yo Superior y vibra en el amor incondicional y absoluto. Vibra en tu propia sinfonía que es una con el Universo pero con sus propios matices que es lo que la hacen especial y única.


El mágico despertar de los sentidos