miércoles, 7 de noviembre de 2012

Feng Shui


¿Qué se entiende por Feng Shui?.
La palabra Feng Shui corresponde a los ideogramas chinos Viento y Agua.
FENG = Viento (“Fang”) – SHUI =  Agua (“Shuei”).
Su significado hace referencia al movimiento fluido del Chi = Energía en idioma Mandarín, está presente y baña todo lo que existe en el Universo.
A su vez, es desde ésta energía que se nutren y orientan los actos y las actitudes de las personas.
Uno y el entorno son dos fuerzas de la naturaleza. La energía presente en el Ser y la del entorno se armonizan para dar como resultante el éxito o el fracaso en los diferentes acontecimientos de la vida.
El Feng Shui, como ciencia y arte holística es ideal para armonizar los reinos interior y exterior.
El “Viento”, sería el que lleva el “Chi”, o Energía Vital. Y representa los deseos, metas, aptitudes, actitudes y sentimientos.
El “Agua”, sería la que contiene a esa Energía Vital, la fuerza visible, la misma equivale al ambiente, el hogar en el cual uno vive, el lugar donde uno trabaja o cualquier  espacio equivalente.
Los dos elementos –Viento y Agua- están en una continua interacción y se influyen mutuamente.
En este sentido, el “viento” de las intenciones de los habitantes tiene un objetivo cuando está dirigido hacia el “agua” de su hogar.
El Feng Shui es el arte de “diagnosticar” a través de la observación y el análisis el ambiente que rodea a una persona y contribuir en mejorar su calidad de vida
Es una ciencia metafísica, mediante la cual reconocemos y ejercemos acción sobre el Chi (Energía) de nuestro ambiente, para favorecernos en los diferentes esfuerzos que realizamos en nuestro paso por el planeta.
¿Cuál es su aplicación en el ambiente?.
Lo que se hace a través de las evaluaciones y acciones resultantes a partir de un estudio de Feng Shui en un ambiente dado, es tratar de retener la energía (Chi) en el ambiente, armonizarla y atraerla hacia el lugar.
El trabajo del Feng Shui se concentra en direccionar esa energía, en pos de las metas específicas de las vidas de las personas de ese lugar.
Para que el Feng Shui resulte efectivo, debe tenerse una “meta” en mente al practicarlo; porque el mismo no es otra cosa sino retener el Chi en un ambiente  para ayudar a que las personas logren sus objetivos.
De ésta forma, al analizar un espacio determinado desde el Feng Shui, debe evaluarse primero cómo se sienten quienes lo utilizan y cómo precisa ser ese espacio de acuerdo a lo que esas personas desean sentir.  Es un estudio que responde al uso específico y subjetivo de los que utilizan el espacio a analizar.
El Feng Shui no es una cura milagrosa, forma parte del factor Cósmico que influye en nuestras vidas, el resto está relacionado al Destino y el factor humano.
El Feng Shui trata de brindar armonía y alinear el objetivo (Dao) de las personas de un lugar, con el camino, destino o río de la vida de los mismos.
El Feng Shui, podría decirse, es potenciar tu mundo exterior, para potenciar y organizar tu mundo interior.  “Así como es adentro, es afuera.”
El Feng Shui es mucho más que una tendencia decorativa, es una alquimia espacial. Transforma el ambiente para que sea una matriz donde sus habitantes transformen su vida de acuerdo a sus deseos.
El núcleo del Feng Shui es el empleo de las cualidades complementarias de Yin (Femenino) y Yang (Masculino) y de los elementos (Fuego, Agua, Metal, Madera, Árbol y Tierra).
Cabe destacar que cada uno de estos aspectos, hacen referencia a un tipo de frecuencia vibratoria energética, con dinámica y características que son equivalentes o comparables a las características de cada elemento y aspecto Yin o Yang.
Las bases del Feng Shui se encuentran en la antigua doctrina china del TAO.
En Feng Shui se estima que cada parte compromete  al todo.  De allí que, la desarmonía de un espacio, objeto, ambiente, elemento o habitante, implicara la armonía de todo ese conjunto.
No armoniza solo una habitación dentro de una vivienda, o tomar una vivienda como aislada de sus vecinos, de la misma forma que no sirve armonizar el espacio si sus habitantes no se encuentran en armonía.  No armoniza el afuera sin armonizar en forma paralela el adentro y los dos entre sí.
El ideal de la doctrina Taoísta y del Feng Shui, considera la armonización y el fluir con las corrientes de la naturaleza, porque existe una conexión invisible y sutil entre la naturaleza y el hombre (éste es parte de la naturaleza).
Existe a la vez, una conexión entre lo interno y lo externo. El principio del Tao nos dice que el desorden externo es reflejo de una desarmonía interna.
La tarea inicial para todo trabajo de Feng Shui, debe ser observar lo interno, nuestros malestares, nuestras satisfacciones, nuestros deseos.
¿Qué es lo que me perturba?, ¿Qué me hace sentir bien?. ¿Qué es lo que anhelo realmente?.
Observar nuestro entorno, sus áreas de armonía, de utilidad, de belleza, como también las de conflicto y desarmonía.
¿Qué lugares son agradables para estar en mi hogar?, ¿Qué espacios son bellos?, ¿Qué lugares me brindan una sensación desagradable o tienen mal aspecto despertando en mí sensaciones desagradables?, ¿Le doy utilidad a todo lo que poseo o acumulo objetos en exceso?, ¿Uso todos los espacios de mi hogar.?, ¿Tengo objetos rotos que no he reparado y por lo tanto presentan vibraciones no armoniosas para el resto del entorno?.
Así como la salud o enfermedad de nuestro cuerpo, que es el hábitat de nuestra alma y nuestro Yo, refleja si nos encontramos en armonía con nuestra existencia o necesitamos revisar nuestro interior; el entorno físico, es un segundo espejo de nuestros desajustes internos.
Después de un trabajo preliminar de observación y depuración del entorno físico a partir de reflexionar lo que éste nos enseña de nosotros mismos, se puede hacer una consulta a un profesional experto en Feng Shui para poder así profundizar con cálculos y estudios más específicos del espacio en pos de nuestras metas.
Se debe tener en cuenta en todo momento que cambiando sólo el afuera, lo físico, no vendrá por arte de magia un estado de felicidad; prosperidad y bienestar, primero se deberá ordenar nuestra propia alma; abrir nuestra mente y nuestro corazón. 
A partir de allí, se podrá comenzar un trabajo en el entorno físico, considerándolo un espejo de nuestro estado interno y después un recipiente que brinde armonía, potencie y planifique nuestro paso fugaz por éste plano, conteniendo a ese otro recipiente que es nuestro cuerpo.

¿Cómo recomponer las piezas de un duelo?

Cuando sufrimos una pérdida importante en nuestras vidas, nuestro ser se rompe en pedacitos, tal como lo haría una figurita de porcelana.

Cada uno de nosotros, reaccionamos a la muerte de diferentes maneras según la educación recibida, las experiencias asimiladas y la espiritualidad “real” que hemos cultivado en la vida; así cuanto más amor perdemos, más o menos trocitos se dispersan a nuestro alrededor según la fortaleza espiritual, emocional y mental de cada uno.

Nuestro mundo se ha roto en pedazos y esto genera un shock, estamos divididos y no entendemos por qué ha pasado, ni sabemos cómo recoger todo este desorden vivencial, ya que el dolor y el sufrimiento no nos dejan reaccionar.

Cuando poco a poco reaccionamos, la impotencia y la rabia contenida, nos alertan que algo hay que hacer con todas estas piezas rotas, son señales de recuperación, aunque en esos momentos no lo vemos así; necesitamos centrarnos y actuar, tenemos que recomponer esta porcelana rota.

Tenemos que cohesionar todo esto, encontrar el pegamento ideal e ir recogiendo los pedacitos. ¿Dónde buscarlo?

En nuestro interior, es ¡El Amor impersonal!

También hay otros muchos pegamentos, pero a la larga se deshacen y tenemos que volver a empezar de nuevo a pegar los trozos, como son los porqués, el no luchar, la pasividad, el autoengaño, la no aceptación, cosas que en el fondo son mecanismos de resistencia que aumentan el sufrimiento y aprisionan el Alma, pero que siempre aparecen en mayor o menor medida.

Así, a base de experimentar estos estados vitales, seguimos buscando un pegamento mejor, hasta darnos cuenta en infinita plegaria, que lo que buscábamos fuera, estaba dentro de nosotros y sin límite.

La familia, los amigos, los grupos de apoyo, nos ayudan a encontrar estas piezas y nos pueden dar parte de este pegamento mágico que es el Amor, pero sólo nosotros podemos hacer el trabajo de reconstrucción.

Cuando empezamos a reaccionar, somos conscientes de que tenemos que focalizar nuestra consciencia en un objetivo, recomponer la figura lo mejor posible, convertirnos en nuestros propios artesanos, en nuestros propios restauradores y con las piezas reagrupadas y visión creadora, comenzamos a unir los trozos con autodisciplina, que generará autoestima con cada trozo incorporado de nuevo al ser.

Todas estas piezas, al igual que haríamos con una figura rota, tenemos que ponerlas sobre una mesa de trabajo, nuestra consciencia interior.

En esta mesa, ponemos primero la base de la figura, que en nuestro caso es darnos cuenta de que tenemos que seguir viviendo, no resignados sino aceptando y transformando el sufrimiento, es decir, querer sanar y recorrer las etapas del duelo.

Con este objetivo en mente y sin perderlo nunca a pesar de las recaídas que sufrimos y sufriremos, empieza la reconstrucción.

¿Cuánto tiempo hace falta? Al igual que después de pegar dos trozos de la figura, tenemos que esperar que se seque el pegamento, así también tenemos que esperar que nuestro ser asimile paso a paso, que el Amor nos está sanando cada una de estas facetas rotas de la vida.

¿Cuáles son esos trozos rotos? La familia, los amigos, el trabajo, la seguridad, la estabilidad, la autoestima, las ganas de vivir, la alegría, la sonrisa, la Fe, la Esperanza, la Espiritualidad, etc.

Cuando empezamos a recomponer la figura, las ansias de terminarla pronto o simplemente el ver que ya no es la misma figura que antes, nos sume en periodos de profunda depresión, que son normales y hay que verlos siempre cómo una fase menos para llegar a sanar… ya que atrás quedaron el sufrimiento, la negación, la soledad, la ira, la culpa, el sinsentido y la negociación que también nos explicó la doctora Elizabeth Kübler Ross en sus fases de sanación del duelo, por la que todos pasamos.

Según seguimos, nos damos cuenta que algunas piezas se hicieron añicos y que tenemos que crearlas artesanalmente, pues cada trozo es vital para en esta reconstrucción; así sucede por citar un ejemplo, con los amigos que muchas veces se apartan o los apartamos, pues el duelo nos “despierta” y nuestro nivel de consciencia se eleva, buscando más el ser, que el no ser… Recordemos que lo semejante atrae a lo semejante a nivel interior y lo superfluo ahora nos causa rechazo, pues el dolor nos ha despertado a un nuevo enfoque, más maduro y en casi todos los casos más espiritual.

Como buenos artesanos, curtidos en la escuela de la vida, terminamos masillando las imperfecciones y pintando lo nuevo, es decir, pulimos nuestro carácter y pintamos la vida del color que queremos vivirla.

Ahora, la figura refleja la belleza interna, las costosas horas de esfuerzo, las múltiples caídas y reconstrucciones de piezas, la Fe aplicada en los momentos extremos y las plegarias de agradecimiento tras cada paso recorrido hacia la sanación.

El Amor, la constancia y el tiempo han hecho de nosotros un ejemplo de fortaleza, valentía y de magos de la vida, pues el vínculo que nos une a nuestros seres del azul, es la misma esencia que nos da la vida eterna y que más allá de los sentimientos, emociones y pensamientos humanos, existe una consciencia que es tan grande como grande es el Universo visible e invisible.

Ahora que sabemos lo que cuesta reconstruir bien un figura tan delicada, la cuidaremos mucho más, la enseñaremos a los demás, para mostrar que todo lo que se rompe, si no se puede arreglar igual que antes, si que se puede transformar en algo igual o más bello que lo que antes teníamos; y con el ejemplo y el apoyo, la cadena de sanación cumplirá su sagrada misión de unir a los seres humanos con el Amor más hermoso que podemos imaginar.

Gracias a todos los que con vuestro ejemplo, dedicación y amor, habéis renacido cual Ave Fénix de vuestras cenizas y seguís ayudando a nuestros hermanos.

Y a vosotros que empezáis a reconstruir vuestro Ser, os envío la Paz, la Fortaleza y el Amor que hemos recibido, recibimos y seguiremos recibiendo de los ángeles que nos cuidan y aman desde nuestra conjunta eternidad.

¡Bendiciones de corazón!

Vuestro amigo de sendero,
Guillermo J. Recourt

Fuente:

La perspectiva positiva

Existen ciertas “herramientas” o capacidades que nos permiten avanzar y superar obstáculos en nuestro día a día, que nos ayudan a enfrentarnos con las dificultades de manera ventajosa. Son herramientas que están ahí, a nuestra disposición, que no tienen un coste material, no nos cuestan nada, están simplemente en nuestro interior, en nosotros mismos y forman parte de nuestro “poder personal”.

Sólo hay un requisito imprescindible para poder usarlas y dominarlas, se trata de mantenernos en estado consciente, de ser los dueños de nuestros pensamientos. Si actuamos así, todo ese poder interior lo podremos liberar, sacarlo de esa prisión en la que se encuentra cuando actuamos de modo inconsciente, cuando nos dejamos influenciar por aspectos externos y muy probablemente negativos para nuestra vida…

Una de esas herramientas es “la perspectiva positiva”. Esta capacidad innata, que todos tenemos, puede ser decisiva a la hora de tomar una u otra decisión en cualquier ámbito de nuestra vida.

Es probable que ahora mismo puedas tener algún problema que te angustie, o que no te deje descansar, ó simplemente haya algo que no puedas quitarte de la cabeza.

Si te encuentras con alguna dificultad ahora mismo, sea cual sea, no importa si es muy grave o una pequeña dificultad, haz el siguiente ejercicio: (acuérdate de mantenerte en estado consciente y de aplicar una visión nueva, diferente, positiva)

Ya estás preparad@ ¿?

Ahora cierra los ojos y visualiza esa situación de dificultad desde fuera, como en tercera persona, como si estuvieras sentad@ en la butaca del cine viendo la película en la que tú eres protagonista, -recuerda estás en el cine y en la película apareces tú enfrentándote a esa dificultad-. Ayúdate a ver como resolverías esa situación complicada, di que soluciones pueden aplicarse ante esa situación, -sentad@ en tu butaca, estando relajad@ y tranquil@, manteniéndote en estados positivos-, veras que desde tu interior fluirán puntos de vistas diferentes, originales, como si fueras otra persona…

Si inicialmente te cuesta “estar en el papel”, no te preocupes; relájate, respira hondo varias veces y vuelve a probar el ejercicio, ya verás cómo te sale… ¿sabes por qué?, pues porque es una capacidad innata, tú tienes la capacidad sólo tienes que aprender a que esta fluya en las ocasiones que la necesites.

¡Verdad que parece que durante el ejercicio, eres otra persona, que piensas de manera diferente¡

Es cierto, estas adoptando un papel nuevo, pero en realidad eres tú, eres la misma persona, pero aplicando una perspectiva diferente y positiva.

Cada vez que te encuentres con dificultades, practica este ejercicio, descubrirás que una vez lo conviertas en hábito, tus perspectivas sobre tus posibilidades cambiarán y verás tu vida de una forma diferente y positiva…

Francisco Lutzardo
Personal Coaching
E-mail: flutzardo@gmail.com