miércoles, 6 de febrero de 2013

Programación Neurolinguística Remodelada

La PNL o programación neurolingüística remodelada desarrolla al individuo y da como consecuencia la forma con la que se suele relacionar con el mundo.


¿Qué es la Programación Neurolingüística remodelada?

La Programación Neurolingüística (PNL) es el estudio de cómo organizamos nuestra experiencia subjetiva: cómo pensamos, sentimos y actuamos. Por lo tanto nos proporciona un conjunto de conceptos, métodos y técnicas para modificar aquello que nos limita y dar significado a nuestra vida en cualquiera de sus áreas.

Hasta aquí el concepto de Programación Neurolingüística clásica, que ahora se incorpora el concepto de "Remodelada" que podría definirse como la Programación Neurolingüística aplicada a la propia PNL, en la que se amplia el campo de la investigación, conocimiento y hacer, del que hasta ahora había sido lo tradicional.


¿En qué se basa la Programación Neurolingüística remodelada?

Podemos desarrollar su base de la siguiente forma:

  • Programación: si conozco la forma en la que he organizado mi conducta, ya que detrás de ella existe una estructura, conoceré la forma de modificarlo.
  • Neuro: porque toda experiencia es el resultado de procesar neurológicamente percepciones internas (representaciones) y externas, a través de nuestros sentidos: vista, oído, cenestésico (sensaciones internas y externas), olfativo y gustativo.
  • Lingüística: porque los procesos neurológicos se pueden codificar en palabras, y las mismas tienen una influencia considerable en nuestra forma de representarnos el mundo.
Según esta forma de remodelar la conducta humana, se ha desarrollado con posterioridad la Programación Neurolingüística Remodadela con Modelos de Desarrollo Conductual que nos permiten conocer con más detalle y precisión la estructura de mi conducta y su conexión con la realidad que yo he modelado.

¿En qué nos puede beneficiar la Programación Neurolingüística remodelada?

Como conjunto de habilidades y técnicas empleadas para mejorar cualquier comunicación ó aplicación en la terapia, educación, empresa, sanidad o desarrollo personal y profesional. En las áreas de terapia y sanidad hay técnicas para fobias, resolver traumas, enfermedades psicosomáticas, conflictos personales e interpersonales, mejora de confianza y competencia, mejorar todos los aspectos de comunicarse y relacionarse, resolver duelo, ansiedades, miedos.

Como enfoque total empleando las habilidades del modelado conductual para ayudar a los clientes a "remodelar" como están pensando, sintiendo y obrando. Empleada como aproximación total, no hay necesidad de que el práctico emplee técnicas. Puede emplear sus habilidades como modelador para responder a la unicidad del individuo.
Origen e historia de la Programación Neurolingüística remodelada

La Programación Neurolingüística fue desarrollada a comienzos de los años 70 por Richad Bandler (Informático y Terapeuta Gestáltico) y John Grinder (Lingüista) como una manera de identificar las habilidades claves empleadas por tres de los terapeutas con más existo de la época: Fritz Perls (Terapia Geltastl), Virginia Satir (Terapia Familiar) y Milton Ericsson (Hipnosis); con posterioridad Moshe Feldenkrais (Trabajo corporal)

Del estudio de estos terapeutas obtuvieron la forma en la que ellos organizaban sus procesos terapéuticos, creando modelos (es decir detectar y utilizar los patrones mentales, conductas, tipos de comunicación, etc.); y cómo los mismos podían ser aplicados a cualquier persona con una habilidad fuera de lo común.

De ahí podemos hacernos una idea del concepto de MODELAR, que podría aproximarse a la idea de detectar qué tipo de procesos internos (pensamientos, imágenes, sentimientos, valores, etc.) desarrolla un individuo y que da como consecuencia la forma con la que se relaciona con el mundo.

Manuel León López

Apertura

Cuando dejamos de ser el centro dramático de nuestras propias vidas, logramos una expansión que nos da la paz. Alice A. Bayley.

La vida es un proceso de ampliación progresiva de la propia identidad. En sus comienzos, el yo vive encapsulado dentro de la piel, en un mundo tan prieto que resulta casi imposible ponerse en el lugar de cualquier otra persona. Poco a poco, el impulso evolutivo expande la identidad, y conforme la persona crece y avanza, supera su propia prisión egocéntrica. Cuando se expande el yo-cuerpo-físico del niño, éste se identifica con un yo-familia. Más tarde, sigue expandiéndose a un yo-sociedad en la que vive para llegar un día en que su experiencia de identidad abarca a la Humanidad completa. Se dice que la expansión sigue su proceso hasta culminar en el ser-totalidad, el Universo en esencia.

El camino iniciático que recorre la conciencia hacia la infinitud de un expandido sí mismo conlleva aperturas sucesivas, también llamadas iniciaciones. Cada nivel superior integra los niveles anteriores. En el mundo de la Física se refleja esta ley cuando vemos que los átomos integrados trascienden al nivel mayor de la célula. Asimismo, cuando las células se integran, trascienden al nivel superior u órgano. Y a su vez, éste integrado con otros, es trascendido en un psicocuerpo, y así hasta llegar donde uno quiera. Esta escalera de niveles u holo-arquía se expresa conceptualmente cuando vemos que dos letras integradas conforman una sílaba. Cuando éstas, a su vez, se integran, trascienden a una palabra que a su vez, integrada en otras, trasciende a una frase y a su vez a un párrafo...


Cuanta mayor profundidad y mayor totalidad, mayor es el valor conjunto. A nivel del sí mismo-consciencia pasa lo mismo, es decir, cuanto más amplio y profundo sea el nivel interno alcanzado, más valioso y desarrollado será el yo identidad que uno siente y expresa. Nos expandimos del egocentrismo al mundi-centrismo y de éste, al holocentrismo. El proceso de crecer y expandir significa un camino de vuelta hacia la conciencia de unidad. Un estado final de llegada en el que ya no hay otro. Un proceso que representa la evolución de la conciencia que, partiendo del estado prerracional y preconsciente, pasa por un estado racional y consciente y finalmente, devienetranspersonal y supraconsciente. Tres etapas del desarrollo que aluden al pasado, presente y futuro de la Humanidad completa.

La experiencia dramática que experimentamos al vivir, en realidad, le sucede a nuestro yo-idea, no al Ser transpersonal que en realidad somos en esencia. La dramatización es una cinta teatral que se despliega en la mente de la persona. El hecho de observar a los personajes internos con los que nos hemos identificado y proceder, simplemente, a distanciarse de los mismos, conlleva liberar la identidad Real de sus marionetas. Dejar de creer que uno es sus propios personajes y proceder a observarlos como partes del propio ego, supone separar las máscaras del pequeño “yo persona” y vivir desde un “Yo Testigo” en permanente presencia. Se trata de un centro de la corriente de consciencia que observa a dichos personajes y máscaras. El Ser permanente, absoluto y ecuánime. El que se da cuenta de que su mente prefiere, compara y opina. Es aquel que se da cuenta de los contenidos patrones y modelos que su mente maneja.

Las nubes del cielo vienen y van sin que ello afecte al disco solar que contempla imperturbado el trasiego de las sombras. De la misma forma, los pensamientos, las emociones, las imágenes y las sensaciones, todos ellos impermanentes, son como tales nubes siempre cambiantes que no afectan al Yo-Observación que como cielo imperturbable, permanece inafectado por sus transitorias presencias. Se trata del Ser esencial que en realidad somos que señala la libertad por excelencia.

José María Doria, de su libro "Inteligencia del Alma"

Aportación: Verónica Hernández Simeonoff 

Gratitud

El mejor efecto de las personas exquisitas, se siente después de haber estado en su presencia. Ralf Waldo Emerson.

Cuando un ser exquisito se despide y se aleja, queda flotando en la atmósfera un punto de consciencia que enciende la llama. Se trata de una ola sutil de serenidad y lucidez que se hace evidente al poco rato de su marcha. En realidad, todo ser humano emana una radiación que, como mochila etérea, registra la calidad de sus propias vibraciones y el ropaje de su aura.

Cuando pasa por nuestra vida un ser que ha observado su ego y, que sin demandar afirmación, escucha sin prisa y con la guardia bajada, comprobamos que ya comienzan a existir humanos que han hecho de su mente transparencia. Comprobamos que en contacto con determinados seres, percibimos una suavidad y firmeza que envuelve claves que purifican antiguas heridas de nuestra alma. Se trata de personas que, aunque no hablen directamente acerca de lo que nos pasa, llegan ahí dentro donde había daño, ahí donde nuestro ego herido, se encoge y clama. ¿Acaso se trata de un servidor de la vida que vuelve a casa? Tal vez, es tan sólo la hermandad humana que sabe la clase de medicina que necesitamos para liberar miedos, suavizar aristas y barrer culpas pasadas.

Al cabo de varias horas, cuando uno se detiene y recuerda su presencia, sucede que brota una sonrisa y se respira más hondo, como si algo de suavidad perdurara. Y, aunque no hay razones para sentirse feliz, uno observa sorprendido que su corazón late en una alegría que recuerda al abrazo y a la afinidad del alma, “¿por qué?”, uno se pregunta. Tal vez porque alguien que hizo de su ego una máscara exquisita, nos brindó su aroma y la silente profundidad de su mirada.

Cuando vivimos desde dentro hacia fuera, cuando el dolor nos ha vaciado de prepotencia y ya hemos disuelto nuestras más rígidas corazas, cuando sentimos la inofensividad y la ternura, sabemos que la lucidez está inundando nuestros pozos de oleadas algo más que humanas. En realidad, y en lo profundo, sabemos que es el propio Universo el que nos reconoce y regala.

Y todo este milagro de la comunicación no depende de la conversación, ni de observar si a dicha persona le apetecía saber de nuestra vida, ni de si habla bonito acerca del todo y de la nada. Se trata, tan sólo, de un algo que está más allá de la piel, más allá de los puros cerebros, y casi, de la mismísima alma. Sucede que simplemente la Gracia nos visita, sucede que lo divino y fugaz quiere ser reconocido en el núcleo de nuestra pupila y en los latidos de nuestras más íntimas moradas.

Y tras el adiós de la despedida, mientras se siente el agridulce y sutil regocijo, uno levanta la mirada y pronuncia silenciosamente ¡Gracias! Y de nuevo, algo muy profundo se abre dentro, dispuesto a confiar y vivir con una visión más amplia.

“Gracias” dice uno, tras cerrar la puerta, a veces me visita el ángel con forma humana.

José María Doria, de su libro "Inteligencia del Alma"
Aportación: Verónica Hernández Simeonoff