sábado, 26 de enero de 2013

Liberemos “La energía del Dolor”

Ahora..Es el momento de liberar los lazos que nos unen a través del dolor, con las relaciones pasadas. Relaciones que han sido un aprendizaje para nosotros. Relaciones que han mostrado aspectos que tenemos que equilibrar en nuestro interior.

Estas relaciones, han estado unidas a nosotros por amor y por aprendizaje, en ayuda mutua, pues ambos crecimos y maduramos a través de la relación.

Debemos comprender que hemos vivido el amor como un aprendizaje y que es el momento de encontrar una verdadera conexión, ya no en la búsqueda de un ser que nos llene y nos haga sentir bien, sino de un ser que sea un verdadero compañero, un igual, ambos en equilibrio.

Debemos comprender, que cuando una relación se termina, es porque no debía ser y no era el momento adecuado para ambos. Simplemente nos reunimos en el camino para recorrer unos tramos juntos, de manera que el aprendizaje que vivimos en conexión mutua, nos ha conducido un paso adelante en nuestra evolución.

De ahora en adelante, en lugar de buscar una pareja que nos haga sentir bien y nos complete, nos podemos sentir completos y felices en nuestro interior, cómodos estando con nosotros mismos, pues comprendemos que en nuestro interior, está la Divinidad y que somos un Ser completo. En nuestro interior, está la conexión con el Amor Puro.

Al cortar los lazos, estaremos trascendiendo e integrando el aprendizaje vivido como una enseñanza divina. Pero ya no arrastraremos la energía de dolor.

Tuve que hacer algo de trabajo en el sótano de mi casa, lo cual había pospuesto hasta que tuviera una tarde libre.
Esa área del sótano es bastante oscura, así que traje una lámpara para dar luz al espacio. Pero aún no tenía suficiente luz así que traje otra más. Incluso con la luz extra, no podía ver lo suficientemente bien y tuve que esperar al siguiente día, después de que saliera el sol, así iluminaría todas las áreas en la esquina oscura para que viera lo que estaba haciendo. Aun así traje la luz extra, necesité la luz del sol, el cual trajo luz en todas las áreas del sótano para finalizar el trabajo.
Cuando estamos en nuestros momentos más oscuros traemos la luz de nuestro propio entendimiento para que nos ayude a ver lo que necesitamos hacer a continuación y encontrar la forma de salir de la oscuridad. Pero a veces nuestros mejores esfuerzos no son suficientes, estamos tan cerca de la situación para ser objetivos y nuestro entendimiento está basado en lo que ya sabemos y esa perspectiva no puede darnos una nueva solución. 

Necesitamos ayuda extra.

Así que llamamos a otros para que nos ayuden a pensar que ellos pueden arrojar una luz adicional a la situación.

Pero ellos están en nuestro círculo y están en nuestra vibración energética. Mientras que tienen perspectivas útiles que ofrecer, no están lo suficientemente removidos de nuestra energía para darnos la visión superior que estamos buscando.

Mientras que ellos tienen algo de luz extra para ofrecer, no siempre es de la brillantez correcta o en el lugar correcto. Necesitamos algo más de ayuda.

Y entonces miramos nuestra guía interna, la luz que sabe qué necesitamos para el siguiente paso y puede guiarnos desde el punto de nuestro ser expandido.

Pedimos su ayuda después de que hemos intentado todo lo demás, ido con otra fuente y estamos en ese lugar en el que pensamos que tendremos que permanecer en la oscuridad para siempre que pedimos que ilumine las esquinas oscuras que no podemos ver.

Y entonces encontramos paz. A veces esta es nuestra lección, aprender a esperar en la oscuridad, tener la voluntad de saber que la lección de los momentos más oscuros es pedir luz.

Todo lo que piensas, ya sea bueno o malo lo atraes siempre a tu vida, Cada pensamiento feliz, alegre, atrae a tu vida alegría y felicidad: aquello positivo que tu estas pensando se te multiplica. Si piensas en bienestar, atraes más bienestar.

En cambio, cada pensamiento de preocupación atrae más de eso a tu vida:

¡TODOS LOS DÍAS SIÉNTETE FELIZ! ¡ ACTÚA SIEMPRE EN POSITIVO!
Forma hábitos positivos a tu vida, fórmate el hábito de agradecer. Agradece todos los días. Piensa en todo lo que tienes, en todos los afectos que te rodean, y pon atención sólo a tus objetos, concéntrate en la dirección hacia donde quieras ir y no permitas que aquellas cosas que detestas, que aquellas personas que te hacen daño aniden en tu mente y en tu corazón. Porque más pienses en ella, más se manifestaran en tu vida.

Olvídate de los chismes, la crítica mordaz, las injurias, las mentiras y las calumnias. Porque el que las profiere ya esta viviendo un calvario. Y ahora te esta invitando a ingresar a su propio infierno.

Practica el PERDÓN  porque al hacerlo, evitas que tu mente y tu corazón se infecten de odio y rencor. PERDONANDO TE PERDONARAS… Y ASÍ TE LIBERAS DE TODO AQUELLO QUE TE PREOCUPA Y QUE TE DAÑA.

No subestimes jamás tu propio poder personal para cambiar el mundo…

La ascensión es básicamente un cambio de frecuencia y un cambio de foco de la conciencia.

La energía es la “cosa” que subyace a todas las cosas. Esta energía colabora y se combina de maneras indescriptiblemente complejas para formarte a ti, a todo lo que conoces y a todo lo que no conoces. Las dos principales características, o cualidades, de la energía son: su amplitud y la tasa a la cual vibra, o sea, su frecuencia. Tu cuerpo físico, las emociones, los pensamientos y el espíritu, todo, está hecho de esta “cosa”, combinándose de una manera tal, que te convierte en un ser único, en todo el universo.

Debido a que la energía que eres tiene una frecuencia, tú la puedes cambiar. Eso es todo lo que la ascensión es. A medida que elevas la frecuencia más baja de tu cuerpo físico, éste se vuelve menos denso e incorpora gradualmente energía de frecuencias más elevadas. A medida que lo hace, verás cosas y pensarás cosas que no te eran posibles antes. Literalmente te convertirás en un ser de la quinta dimensión, operarás en la quinta dimensión y trabajarás con seres de la quinta dimensión. Las frecuencias más bajas, las del miedo y de la limitación, se derrumbarán y vivirás en un estado que denominarías de éxtasis, en unicidad con tu espíritu y con el espíritu de todos los demás. Eso es la ascensión. SERAPHIS: “Un manual para la ascensión..

No tengas miedo de estar solo, de mirarte interiormente y de encontrarte en tu silencio. Ten miedo, de ser un solitario, aislado de tus hermanos, desconfiado, sin amigos y sin comunicación.
Nunca temas decir la verdad, o expresar con claridad lo que sientes y afirmar aquello que has visto o has oído. Teme más bien, engañarte a ti mismo, auto convencerte de la mentira o colocar máscaras en tu rostro.
Sé tú mismo en donde estés, aceptando a los otros como son. Vive con intensidad y dinamismo. Rompe tus murallas y levántate; y la vida será para ti un canto, y cada día será una fiesta.

¡¡¡¡¡YA ES EL MOMENTO DE SOLTARLA!!!!!
Por M. L.

“Un mundo nuevo, Ahora” de Eckhart Tolle

El libro “Un mundo nuevo, Ahora”, de Eckhart Tolle merece una atención especial. No es un libro cualquiera, es una verdadera bocanada de sabiduría. Su autor ya publicó una obra anterior titulada el “Poder del Ahora” (Ed. Gaia) que supuso un fenómeno editorial muy importante. Precisamente ese mismo fenómeno está eclipsando la aparición de su tercer título, “Un mundo nuevo, ahora” (Ed. Grijalbo). Este libro es una disección del ego y una explicación de la revolución de la conciencia que está experimentando la humanidad en nuestro tiempo extraordinarias, y por ello merece la pena leerlo y desde estas páginas lo recomendamos efusivamente. Se trata de un libro que ha nacido con el sabor de un clásico ya que traduce las enseñanzas espirituales al lenguaje de nuestro tiempo de una manera magistral, clara y sencilla. Cualquiera que se adentre en sus páginas se podrá percatar de que la persona que ha escrito este libro, sin duda, es uno de los sabios de nuestro tiempo. de Alguien que ha tenido un auténtico despertar de conciencia y lo comparte con transparencia.
En sus páginas, Tolle, indica la necesidad de que todos reconozcamos que el estado “normal” de la mayoría de seres humanos contiene un fuerte elemento de lo que podríamos llamar disfunción, e incluso locura. La mente humana es muy inteligente. Pero esa misma inteligencia está viciada de locura y la ciencia y la tecnología están magnificado el impacto destructivo que esa disfunción de la mente humana ejerce sobre el planeta, sobre otras formas de vida y sobre los humanos mismos. Todo ello está provocando un situación crítica: la destrucción de los bosques que producen oxígeno y de otras especies animales y vegetales; el maltrato a los animales en las granjas industriales; el envenenamiento de los ríos, los océanos y el aire. Impulsados por la codicia, ignorantes de nuestra conexión con la totalidad, los humanos persistimos en una conducta que, si continúa sin control, no puede dar como resultado más que nuestra propia destrucción. Podemos ser víctimas de la codicia de nuestro ego.
Frente a esta realidad, Tolle tiene una buena noticia: existe la posibilidad de una transformación radical de la conciencia humana. Para ello, el primer paso es, precisamente, reconocer la propia locura y eso pasa por desenmascarar al ego, porque la disfunción de la mente humana centrada en el ego es la que está poniéndonos en peligro.

Eckhart Tolle con el Dalai Lama
A esta pregunta es a la que magistralmente responde “Un mundo nuevo, ahora”. La mayoría de la gente está completamente identificada con la voz de su cabeza –el torrente incesante de pensamiento involuntario y compulsivo y las emociones que lo acompañan- que podríamos describirla como poseída por su mente. “La voz dentro de la cabeza tiene vida propia. La mayoría de la gente está a merced de esa voz, está poseída por el pensamiento, por la mente. “Cuando eres completamente inconsciente de esto, crees que el pensador eres tú. Eso es la mente egótica. La llamamos egótica porque hay un sentido del yo (ego) en cada pensamiento, en cada recuerdo, interpretación, opinión, punto de vista, reacción, emoción. En términos espirituales, esto es la inconsciencia. Por supuesto, tu pensamiento, el contenido de tu mente, está condicionado por el pasado: educación, cultura, entorno familiar, etc. El núcleo central de toda la actividad de la mente consiste en ciertos pensamientos y emociones repetitivos y persistentes, y en pautas de reacción con las que nos identificamos con más fuerza. Esa entidad es el ego mismo.”

El ego se alimenta de la atención de los otros, que, al fin y al cabo, es una forma de energía psíquica. Necesita constante reconocimiento porque la acción básica que gobierna toda su actividad es el miedo a no ser nadie, el miedo a no existir, el miedo a la muerte. Todas sus actividades está concebidas en último término para eliminar este miedo, pero lo máximo que puede hacer el ego es taparlo temporalmente con una relación intima, una nueva posesión, una victoria en esto o en lo otro. “El miedo surge porque el ego nace de la identificación con la forma, y en el fondo sabe que ninguna forma es permanente, que todas son efímeras. La conciencia de la impermanencia de todas las formas nos hace despertar a la dimensión de la no forma que hay en nosotros y salir de la prisión del ego que nos limita y nos conduce a luchar y competir constantemente con la naturaleza y el resto de seres humanos.”

Consumismo

El ego tiende a equiparar tener con Ser –dice Tolle-. “Cuanto más tengo más soy. El ego vive a base de comparaciones. El modo en como te ven otros se convierte en cómo te ves a ti mismo. En la mayoría de los casos, el sentido de la valía que tiene el ego está ligado a lo que vales a los ojos de los demás. Necesitamos que otros nos den un sentido del yo. Y si vives en una cultura que equipara en gran medida lo que vales con lo que tienes y cuánto tienes, si no podemos ver a través de ese engaño colectivo, estaremos condenados a perseguir cosas durante el resto de nuestra vida, con la vana esperanza de descubrir lo que valemos así completar el sentido del yo. El ego se identifica con tener, pero su satisfacción al tener es relativamente por profunda y dura poco”. Oculta en su interior, sigue habiendo una arraigada sensación de insatisfacción. “Todavía no tengo suficiente” que para el ego significa “todavía no soy suficiente”.
Lo que mantiene en marcha la llamado “sociedad de consumo” es el hecho de que intentar encontrarte a ti mismo a través de las cosas no funciona. La satisfacción del ego dura poco, y tú sigues buscando más, comprando, consumiendo.

La identificación del ego con las cosas crea apego a las cosas, obsesión por las cosas, lo que a su vez crea nuestra sociedad de consumo y sus estructuras económicas, donde la única medida de progreso es siempre más. La búsqueda descontrolada de más, de crecimiento infinito, es una disfunción y una enfermedad. Es la misma disfunción que presenta la célula cancerosa, cuyo único objetivo es multiplicarse, inconsciente de que está provocando su propia destrucción al destruir el organismo del que forma parte.
Hay personas que han renunciado a todas sus posesiones pero tienen un ego más grande que algunos millonarios. El ego espiritual también existe, algunos lideres espirituales se creen hasta tal punto el papel que están representando que está función se apodera de ellos y se convierten el papel que representan. El contenido del ego ha cambiado, pero la estructura de mental que lo mantiene vivo no cambió. Ningún ego puede durar mucho sin la necesidad de más. Así pues, desear mantiene vivo al ego mucho más que tener. La inquietud, el insomnio, la angustia, la insatisfacción son el resultado de deseos incumplidos.

“Hacer lo que se requiere de ti en cualquier situación, sin que ello se convierta en un papel con el que te identifiques, es una lección imprescindible en el arte de vivir, y todos estamos aquí para aprenderla. Te vuelves más poderoso en todo lo que haces si la acción se realiza por si misma, y no como un medio para proteger, realzar o dar forma a tu papel-identidad”.

En un mundo de personalidades que representan papeles pocas personas que no proyectan una imagen creada por la mente, sino que actúan desde el núcleo profundo de su Ser, las que no intentan parecer más de lo que son, sino que son simplemente ellas, destacan entre las demás y son las únicas que representan una verdadera diferencia en este mundo. Son los que traen la nueva conciencia.

Atrapado en el tiempo

Según Eckart Tolle, “la decisión de hacer que el momento presente sea tu amigo representa el final del ego. El ego vive del tiempo. Cuanto más fuerte es el ego, más se apodera el tiempo de tu vida”. La vida, que es ahora, se ve como un “problema”, y acabas viviendo en un mundo de problemas que hay que resolver para poder ser feliz, realizarte… El problema es que por cada problema que resuelves surge otro. Mientras el momento presente se vea como un obstáculo, los problemas no pueden tener fin.

“El tiempo –es decir, el pasado y el futuro- es lo que alimenta al falso yo creado por la mente, y el tiempo está en tu mente. Es una estructura mental necesaria para la percepción sensorial, indispensable para propósitos prácticos, pero es el mayor impedimento para conocerte a ti mismo. El tiempo es la dimensión horizontal de la vida, la capa superficial de la realidad. Pero también está la dimensión vertical de la profundidad, a la que solo se puede acceder por el portal del momento presente.”

Eliminar el tiempo de la conciencia –es decir, vivir solo el momento presente- el eliminar

Más allá del pensamiento
Un porcentaje de la humanidad todavía relativamente pequeño, pero en rápido crecimiento, está experimentando ya en su interior la descomposición de los viejos patrones mentales del ego y la emergencia de una nueva dimensión de conciencia. Según este inspirado escritor: “Lo que está surgiendo ahora no es un nuevo sistema de creencias, una nueva religión, ideología espiritual o mitología. Estamos llegando al final, no solo de las mitologías, sino también de las ideologías y los sistemas de creencias. El camino va más allá del contenido de tu mente, más allá de tus pensamientos. De hecho, la parte esencial de la nueva conciencia es la trascendencia del pensamiento, la nueva capacidad de elevarse por encima del pensamiento, de hacer realidad una dimensión dentro de ti mismo infinitamente más vasta que el pensamiento.”

La mayoría de la gente se sigue identificando con el incesante torrente mental del pensamiento compulsivo, casi todo repetitivo e inútil. No existe un yo aparte de sus procesos de pensamiento y de las emociones que los acompañan. En esto consiste estar espiritualmente inconsciente. El principal problema de la existencia humana es pensar sin conciencia.

Por Alberto D. Fraile Oliver