jueves, 24 de julio de 2014

¡Vence al desaliento!

Lo peor que puedes hacer, amigo mío, es dejarte abatir, es dejar que el desaliento se apodere de tus pensamientos. Creer que no lo vas a lograr, que ya no tiene sentido volver a empezar, creer que no vas a ser feliz, creer que no vale la pena volver a intentarlo... es lo peor que puedes hacer. 

El desaliento es uno de tus peores enemigos, porque te quita la motivación para luchar y simplemente te lleva a bajar los brazos... y con eso te gana la batalla.

Cierta vez se corrió la voz que el diablo se retiraba de los negocios y vendía sus herramientas al mejor postor.
En la noche de la venta, estaban todas las herramientas dispuestas en forma que llamaran la atención, y por cierto eran un lote siniestro: odio, celos, envidia, malicia, engaño... además de todos los implementos del mal. Pero un tanto apartado del resto, había un instrumento de forma inofensiva, muy gastado, como si hubiese sido usado muchísimas veces y cuyo precio, sin embargo, era el más alto de todos.


Alguien le preguntó al diablo cuál era el nombre de la herramienta. "Desaliento" fue la respuesta.
"¿Por qué su precio es tan alto?" le preguntaron. "Porque ese instrumento" -respondió el diablo- "me es más útil que cualquier otro; puedo entrar en la conciencia de un ser humano cuando todos los demás me fallan, y una vez adentro, por medio del desaliento, puedo hacer de esa persona lo que se me antoja. Esta muy gastado porque lo usó casi con todo el mundo, y como muy pocas personas saben que me pertenece, puedo abusar de él..."
El precio de desaliento era tan, pero tan alto que aun sigue siendo propiedad del diablo...

Una vez más voy a decirte: Ánimo, claro que puedes lograrlo, claro que tiene sentido luchar por tu felicidad, por tu paz, por tu bienestar, claro que tiene sentido. Es lo valiente y es lo correcto, no viniste al mundo a sufrir, viniste aquí para ser feliz, para alcanzar la dicha y tratar de ayudar a los demás que también la alcancen.

Vamos, no te des por vencido, tú puedes y debes ser feliz. No te dejes vencer por el desaliento.

Fuente: Motivalia