miércoles, 31 de octubre de 2012

Las personas, a menudo, no son lo que parecen

Hace unos días, tuve la oportunidad de recordar la historia de la profesora Thompson y de Jim, historia que me gustaría compartir en su totalidad con ustedes, deseando que les ayude a “crecer” y que se permitan emocionarse –como lo hice yo- al descubrirla…

“Al inicio del año escolar una maestra, la señora Thompson, se encontraba frente a sus alumnos de quinto grado. Como la mayoría de los maestros, ella miró a los chicos y les dijo que a todos los quería por igual. Pero era una gran mentira, porque en la fila de adelante se encontraba, hundido en su asiento, un niño llamado Jim Stoddard. La señora Thompson lo conocía desde el año anterior, cuando había observado que no jugaba con sus compañeros, que sus ropas estaban desaliñadas y que parecía siempre necesitar un baño. Con el paso del tiempo, la relación de la señora Thompson con Jim se volvió desagradable, hasta el punto que ella sentía gusto al marcar las tareas del niño con grandes tachones rojos y ponerle cero. Un día, la escuela le pidió a la señora Thompson revisar los expedientes anteriores de los niños de su clase, y ella dejó el de Jim de último. Cuando lo revisó, se llevó una gran sorpresa.

La maestra de Jim en el primer grado había escrito: “Es un niño brillante, con una sonrisa espontánea. Hace sus deberes limpiamente y tiene buenos modales; es un deleite estar cerca de él”.

La maestra de segundo grado puso en su reporte: “Jim es un excelente alumno, apreciado por sus compañeros, pero tiene problemas debido a que su madre sufre una enfermedad incurable y su vida en casa debe ser una constante lucha”.

La maestra de tercer grado señaló: “La muerte de su madre ha sido dura para él. Trata de hacer su máximo esfuerzo pero su padre no muestra mucho interés, y su vida en casa le afectará pronto si no se toman algunas acciones”.

La maestra de cuarto escribió: “Jim es descuidado y no muestra interés en la escuela. No tiene muchos amigos y en ocasiones se duerme en clase”.

La señora Thompson se dio cuenta del problema y se sintió apenada consigo misma. Se sintió aún peor cuando, al llegar la Navidad, todos los alumnos le llevaron sus regalos envueltos en papeles brillantes y con preciosos listones, excepto Jim: el suyo estaba torpemente envuelto en el tosco papel marrón de las bolsas de supermercado. Algunos niños comenzaron a reír cuando ella sacó de esa envoltura un brazalete de piedras al que le faltaban algunas, y la cuarta parte de un frasco de perfume. Pero ella minimizó las risas al exclamar:

“¡Qué brazalete tan bonito!”, mientras se lo ponía y rociaba un poco de perfume en su muñeca. Jim Stoddard se quedó ese día después de clases sólo para decir:

“Señora Thompson, hoy usted olió como mi mamá olía”.

Después de que los niños se fueron, ella lloró por largo tiempo. Desde ese día renunció a enseñar sólo lectura, escritura y aritmética, y comenzó a enseñar valores, sentimientos y principios. Le dedicó especial atención a Jim. A medida que trabajaba con él, la mente del niño parecía volver a la vida; mientras más lo motivaba, mejor respondía. Al final del año, se había convertido en uno de los más listos de la clase.

A pesar de su mentira de que los quería a todos por igual, la señora Thompson apreciaba especialmente a Jim.

Un año después, ella encontró debajo de la puerta del salón una nota en la cual el niño le decía que era la mejor maestra que había tenido en su vida. Pasaron seis años antes de que recibiera otra nota de Jim; le contaba que había terminado la secundaria, obteniendo el tercer lugar en su clase, y que ella seguía siendo la mejor maestra que había tenido en su vida. Cuatro años después la señora Thompson recibió otra carta, donde Jim le decía que, aunque las cosas habían estado duras, pronto se graduaría de la universidad con los máximos honores. Y le aseguró que ella era aún la mejor maestra que había tenido en su vida. Pasaron cuatro años y llegó otra carta; esta vez Jim le contaba que, después de haber recibido su título universitario, había decidido ir un poco más allá. Le reiteró que ella era la mejor maestra que había tenido en su vida. Ahora su nombre era más largo; la carta estaba firmada por el doctor James F. Stoddard, M.B. El tiempo siguió su marcha. En una carta posterior, Jim le decía a la señora Thompson que había conocido a una chica y que se iba a casar. Le explicó que su padre había muerto hacía dos años y se preguntaba si ella accedería a sentarse en el lugar que normalmente está reservado para la mamá del novio. Por supuesto, ella aceptó. Para el día de la boda, usó aquel viejo brazalete con varias piedras faltantes, y se aseguró de comprar el mismo perfume que le recordaba a Jim a su mamá. Se abrazaron, y el doctor Stoddard susurró al oído de su antigua maestra:

—Gracias por creer en mí. Gracias por hacerme sentir importante y por enseñarme que yo podía hacer la diferencia.

La señora Thompson, con lágrimas en los ojos, le contestó:

—Estás equivocado, Jim: fuiste tú quien me enseñó que yo podía hacer la diferencia. No sabía enseñar hasta que te conocí.”

Las experiencias (gratas y desagradables) que tenemos a lo largo de nuestras vidas marcan lo que somos en la actualidad. No juzgues a las personas sin saber qué hay detrás de ellas; dales siempre una oportunidad de cambiar su vida…

(*) fuente: “La culpa es de la vaca”

Aportación de:
Francisco Lutzardo
Personal Coaching
E-mail: flutzardo@gmail.com

Me gusta


Me gusta la gente que mira a los ojos, los que se aproximan a los labios, sin miedos… que no muerden, tan solo besan los sueños. Me gusta la gente que te abraza, cuanto me gustan los abrazos…la gente que toca. Anda, toca, toca, que mis músculos están cargados de la adrenalina de la ternura. Me gusta la gente que canta en la ducha, la que tararea canciones por las esquinas, las que van sonriendo siempre en los arrabales del encanto…la risa y la sonrisa nos acercan a nuestro dios interno. Me gusta la gente que se quita la corbata para jugar, me gusta la gente que juega, y los que se quedan con la corbata…también siempre y cuando me dejen deshacer el nudo. Me gusta la gente sin complejos, los que aceptan su cuerpo, sus michelines , sus arrugas, su estado físico y se permite D-I-S-F-R-U-T-A-R del placer de tomar (con exceso) dulces de besos de miel, milhojas de felicidad, plum cake de sonrisas, Tartas de seducción. Me gustan la gente que se remanga la ropa y se mete en la piscina… las que ayudan sin esperar recompensa, las que te ofrecen su pecho como flotador, las que comparten el mapa del tesoro. Me gusta la gente que oye la radio de noche, la que sueña con imaginar y ponerle cuerpo a las voces que escucha, las que sueñan en color, las que compone a la vida, su propia banda sonora. Me gusta la gente atrevida, la emprendedora, la cooperante, la decisiva, la valiente…Valiente buena gente. Me gusta la gente bohemia, dicharachera, la esculpe_sueños, la enemiga del desencanto. Me gusta la gente que en estos momentos está creando acción para salir de la Crisis.
 Y me gustas tú. Y tú también.
Autor:
José Luis Fuentes Rodríguez
E-mail: joseluisfuentesrodriguez@gmail.com

Las dificultades nos enseñan


Las dificultades nos enseñan, así es, aunque no lo parezca,
nos hacen más fuertes y nos preparan para lo que venga,
pero lo hace en silencio, desde el dolor, desde la pena,
rogando y pidiendo que desaparezcan.

Las dificultades nos ayudan a reconocer a quienes no te aprecian,
aquellos que aparecen cuando todo va bien,
cuando nada necesitas, cuando das y no esperas,
pero desaparecen cuando pides, casi en silencio, una flor o un poema.

Las dificultades nos ahogan, pero no nos asfixian,
nos dejan sin aire, pero con la fe inquebrantable en que confiamos,
y cuando las superamos, sentimos una emoción inmensa,
que nunca más la olvidamos.

Las dificultades nos enseñan, el significado de palabras malditas,
malditas y duras como rabia, ira, irritación y pena,
cuanta pena he sentido al sufrir tantas dificultades,
sin ayuda y con tan pocos que me quieran.

Las dificultades nos hacen recordar, a aquellos que tanto querías y ya no están,
y desesperadamente pides que vuelvan, que los necesitas, que los anhelas,
que darías cualquier cosa, por que estuvieran junto a ti,
en estos momentos de tanto dolor y de mucha pena.

Las dificultades nos enseñan, a ser mejores personas,
a ser mejores padres, mejores hijos, a ser tú de veras,
a no ser esa persona simple, superficial y que no quiera,
las dificultades no son malas si nos ayudan a descubrir quién era.

Francisco Lutzardo
Personal Coaching
E-mail: flutzardo@gmail.com

martes, 30 de octubre de 2012

La verdadera riqueza


Les quiero hacer partícipes de una bonita y enriquecedora historia, que espero les ayude a reflexionar sobre las diferencias, las que cada uno entiende que existen, entre la riqueza y la pobreza…

“Cierta vez un acaudalado padre de familia llevó a su hijo a un viaje por el campo con el firme propósito de que éste viera cuán pobres eran ciertas personas y comprendiera el valor de las cosas y lo afortunados que eran ellos. Estuvieron un día y una noche en la granja de una familia campesina muy humilde. Al concluir el viaje, ya de regreso en casa, le preguntó a su hijo:

— ¿Qué te pareció el viaje?
— ¡Muy bonito, papá!
— ¿Viste qué tan pobre y necesitada puede ser la gente?
—Sí.
— ¿Y qué aprendiste?
—Vi que nosotros tenemos un perro en casa, ellos tienen cuatro. Nosotros tenemos una piscina de veinticinco metros, ellos un riachuelo sin fin. Nosotros tenemos lámparas importadas en el patio, ellos tienen las estrellas. Nuestro patio llega hasta el muro de la casa, el de ellos hasta el horizonte. Especialmente, papá, vi que ellos tienen tiempo para conversar y convivir en familia. Tú y mamá deben trabajar todo el tiempo y casi nunca los veo.

El padre se quedó mudo y el niño agregó:
—Gracias, papá, por enseñarme lo ricos que podríamos llegar a ser.”

El niño de nuestra historia, no entiende la riqueza por las posesiones materiales, sino más bien por todo lo contrario. Quizás nosotros también deberíamos cuestionarnos lo que entendemos por riqueza y a continuación redefinir aquello que nos hace más ricos y sobre todo más felices…

La verdadera riqueza no está en lo material, está en nuestra felicidad…

Creemos que si somos ricos, seremos más felices ¿verdad?, y probablemente lo correcto sería lo contrario ¿?

“Cuanto más feliz eres, más rico serás”, me quedo con este mensaje, y tú ¿con qué mensaje te quedas…?

Francisco Lutzardo
Personal Coaching
E-mail: flutzardo@gmail.com

Mis razones para ser feliz.



Tengo tantas razones para ser feliz que me impido pensar en acontecimientos barrocos que me impidan avanzar…Por eso cuando las fuerzas flaquean me acuerdo de mis poderosas razones:
He nacido entre dos siglos, el siglo de la razón y el siglo de la emoción. Estoy viviendo  un nuevo milenio donde el despertar de la conciencia va  a ser fundamental para la supervivencia de los valores humanos
He nacido en el sur donde el sol huele a madreselva y las noches son largas para poder abrazar con risas y cantos la música de la amistad.
He nacido con el   poder de modificar mis hábitos, mis creencias y valores. Mi vida es el fruto de mis acciones, pensamientos y emociones y cuanto más me conozco más afino en mi mapa del mundo.
He nacido con la capacidad de soñar. Porque sueño, estoy vivo. Ahora, sé que los sueños son deseos, y esos deseos se pueden convertir con entrenamiento en tangibles realidades.Cuestión de actitud, disciplina, potencial y enfoque.
He nacido envuelto en un cuerpo, que es el mío, el que acepto, respeto y trato de cuidarlo para que tenga calidad a la hora de subir a las montañas, cruzar los ríos de la esperanza y correr la maratón de la vida.
He nacido distinto, diferente, único e irrepetible. Esta diferencia me hace humilde, grande en la diversidad, soy el centro de mi universo pero no el ombligo del mundo… He nacido para compartir para cooperar, para conocer, para transformar, para disfrutar, Conozco mi mundo, y sé que hay muchas personas sufriendo la intolerancia y la demagogia del Ego que aniquila la  belleza del ser humano.
He nacido con dignidad, como dijo Víctor Frankl, la que “nada ni nadie nos puede arrebatar”. Consciente de ello, lucho en las barricadas de las emociones para contribuir a que la positividad, la proactividad, la tolerancia y la compasión (empatía en acción) creen un mundo mejor, lleno de luces y colores que nos hagan avanzar.
He nacido con la capacidad de amar…Amar la vida, amar  a mis semejantes, amarme a mi mismo. Por eso practico el agradecimiento y el perdón como fórmula inexorable de inteligencia humana. No cabe el odio en mi corazón: El rencor, es el cáncer del alma.
Y he nacido para acompañar a personas en el proceso de convertir sus sueños en metas alcanzables. Esto  me aporta felicidad y poder vivir libremente mis competencias emocional.
Autor:
José Luis Fuentes Rodríguez
E-mail: joseluisfuentesrodriguez@gmail.com

Háblate con cariño


Ya sabemos que una parte muy importante de la comunicación consiste en escuchar, en prestar atención a lo que nos dicen…, sí además la persona a la que escuchamos nos habla de manera positiva, motivadora y con cariño conseguirá sin ninguna duda llegar a nosotros y hasta convencernos casi sin esfuerzo, porque conseguirá conectar con nosotros a otro nivel…, a nivel de nuestras emociones positivas.

Ese tipo de persona que se comunica tan bien con nosotros, son aquellos que dominan las claves de las relaciones personales ó simplemente aquellas personas que nos quieren ó aprecian y ese amor ó aprecio lo manifiestan hablándonos de una manera muy sensible y cariñosa, preocupándose por nosotros.

Y, ¿qué pasará si quien se comunica con nosotros lo hace de manera negativa y no te valora ni te respeta…? creo que la respuesta es evidente, no conseguirá conectar positivamente con nosotros, es más, probablemente tenga un efecto devastador en nuestra autoestima y seguridad personal, fomentando que nuestro sistema de creencias y la fe en nuestras posibilidades se vean dolorosamente afectadas…

Así es amig@s..., como seguro ya han comprobado en más de una ocasión, esto es lo que sucede con la comunicación externa, cuando hablamos y nos hablan otras personas…, entonces, ¿qué crees que pasará con nuestra comunicación interna?

Pues exactamente igual, cuando nos hablamos de manera positiva nos capacitamos y logramos alcanzar todo nuestro potencial, pero cuando lo hacemos de manera negativa nos paralizamos y nos quedamos sin recursos… ¡qué no se te olvide¡

Valórate, quiérete y trátate con mucho respeto y sensibilidad…, y para ello el comienzo, el principio para lograrlo pasa por “hablarte con cariño”, cuando inicies tu diálogo interno, recuerda que lo importante no es lo que haces, sino lo que crees, ese proceso que inicia tu diálogo interno es tu interpretación sobre lo que haces…
Cuando estás convencid@ de que lo que haces, lo que tienes, no es malo ni negativo (aunque pueda ser mejorable), conseguirás disfrutar de tu vida, y para ello no depende de lo que hagas o tengas, sino de cómo lo interpretas y lo defines a través de tu diálogo interno; así lograrás convencerte.

No es complicado, pruébalo, nuestra realidad no se crea hasta que interpretamos lo que nos pasa…, y esa capacidad de interpretación depende de nuestra comunicación interna, de nuestro diálogo interno.

Practica el siguiente ejercicio: cuando te sientas mal y pienses en negativo..., háblate con cariño, como le hablarías a aquellos que quieres o que has querido, verás como tu perspectiva cambia cuando cambias la forma de comunicarte contigo. Y da un paso más, todos los días cuando te levantes háblate con cariño verás que funciona “no hay nada más poderoso”.

Nuestro diálogo interno es tan importante que nuestra felicidad depende de él, así que cuídalo…

Francisco Lutzardo
Personal Coaching
E-mail: flutzardo@gmail.com

lunes, 29 de octubre de 2012

¿Cuándo deberíamos aprender de la Muerte?



“A medida que el niño crece,  necesitamos actualizar  su visión de la vida y de la muerte. Si no lo hacemos, perpetuaremos las creencias y asunciones  de que nunca sale nada mal. Si ésa es la creencia en que el niño llega a la edad adulta, poseerá un limitado sentido de la realidad y le costará enfrentarse a las cosas  que suceden en la vida.  Al igual que la piedra debe pulirse para convertirse en algo valioso, la vida nos pule para convertirnos en diamantes.”
Elizabeth K. Ross
Desde el nacimiento, los niños son capaces de recibir información del medio ambiente que los rodea, de integrar y seleccionar esa información y de dar respuestas originales y dirigidas hacia un fin.  A lo largo de la existencia, el mundo interno del niño se va haciendo cada vez más diferenciado y complejo.  El medio ambiente externo influye en estos procesos internos.
Las categorías conceptuales, las discriminaciones en la percepción, las fantasías y los miedos infantiles, representan, hasta cierto punto el producto de adaptaciones a la realidad externa. Pero los procesos del conocimiento, de la percepción de la fantasía y del enfrentamiento son capacidades humanas que se originan en la persona misma.
Es la consciencia misma del niño lo que le permite crearse una representación interna de la realidad.  La visión interna que se tiene del mundo, combina recuerdos del pasado, deseos para el futuro y fantasía de lo que pudiera ser la realidad.  Las concepciones del niño son diferentes a las del adulto porque los pensamientos del niño son distintos y porque sus experiencias son limitadas. Además  es necesario puntualizar que la visión de la realidad de cada niño es diferente a la de cualquier otro niño debido a su habilidad, su temperamento y a las motivaciones individuales que influyen en su conocimiento.
J. Piaget hizo una descripción del desarrollo del ser humano en cuatro etapas: sensoriomotriz, preoperacional, operaciones concretas y operaciones formales, nos menciona que en estas etapas los cambios cualitativos en el pensamiento del niño  y el ordenamiento de estos cambios dependen enormemente de los factores de maduración, y que los factores del medio ambiente pueden acelerar o retrasar la aparición de las etapas sucesivas.
El concepto personal y familiar de la muerte es uno de los aspectos más importantes para entender como el niño aprende a simbolizar el concepto, porque el niño es vulnerable a las ideas que albergan los que lo rodean; el temor a la muerte empezará a penetrar en la mente del niño dependiendo de cómo se la enseñe el adulto y su contexto social.
Los niños padecen estados mentales semejantes a los de los adultos; los estados de duelo solamente pueden ser vencidos a través del juicio de la realidad: la lucha de los objetos buenos contra los objetos malos hace que el mundo interno del niño se desgarre reactivándose la posición depresiva.
Los niños se viven más en el presente y esa es una herramienta muy útil, ya que sus estados de ánimo son muy cambiantes y su yo es demasiado débil para soportar el duelo prolongadamente, el niño es menos dueño de su vida que el adulto, pero es más capaz de superar el dolor y la pérdida.

Educar para Vivir y Morir

Son muchas y diferentes teorías que abordan el tema de la muerte y el morir, todas ellas tienen perspectivas muy definidas para entender cómo se da significado a un evento en la mente del hombre en sus diferentes etapas de la vida, no obstante y siendo partidaria de la premisa  de que las bases cognitivas y la estructura de la personalidad se construyen principalmente en los primeros años de vida, dejo en manifiesto la importancia de analizar la información que proporcionamos desde el contexto familiar,  educativo y social en relación a la vida y a la muerte,  somos los adultos y la sociedad los responsables de facilitar en los pequeños un concepto de la terminación de la vida que evite en lo posible el miedo y la ansiedad.
Los conceptos y los significados son resultados muy importantes del aprendizaje por sí mismos pero también esenciales para resolver problemas.  Los conceptos constituyen las principales herramientas que utiliza un individuo para pensar sobre algo.  Las palabras que representan los conceptos son nuestro principal medio de comunicación oral y escrita; si no conocemos todos el mismo significado de las palabras (conceptos públicos), no podemos comprendernos mutuamente o en la realidad interpretaremos mal lo que se ha querido comunicar. Es por ello que se convierte una necesidad revisar, desechar y  reestructurar nuestros conocimientos y patrones mentales en torno a la muerte realizando  nuevas construcciones conceptuales que nos faciliten la vivencia  de este hecho de una manera sana y natural.
La muerte al llegar, provoca  muchas emociones, preguntas y actitudes y responsabilidades a los que se quedan,  por ello es vital educar en la muerte para enfrentar saludablemente la transición de la última fase de vida.
El miedo a la muerte está en función del valor que se le da a la vida, por eso es que la muerte para algunos puede ser un evento deseable, tiene muchas caras y significados: puede ser muerte física, la pérdida de alguien, un  fracaso, la  soledad, la enfermedad, el desamor, el fin de una etapa.
Hablar con naturalidad de la muerte y darles oportunidad de encontrarse con esta realidad,  es  fundamental para los niños, adolescentes y adultos, porque se cambia el sentimiento de terror que se vive ante la finitud de la vida.
La muerte toma sentido por la riqueza  o pobreza de sus significados, nuestra misión es romper los patrones culturales, familiares y personales que enseñan a temerle a la muerte, ya que son nuestros pequeños quiénes en un futuro pagarán las consecuencias de tanta ignorancia.
Tan. Socorro Ceja

Hoy es un buen día para cambiar


Hoy es un buen día para cambiar, cambiar aquello que sé que me va mal, y que hasta ahora no he tenido el valor de afrontar.

Hoy es un buen día para cambiar, ser alguien mejor, alguien que los demás valoren por lo que realmente soy, por lo que puedo aportar, quiero ser mejor y diferente, no quiero ser alguien vulgar.
Hoy es un buen día para cambiar, dedicarme a ser feliz con lo que hago, con lo que quiero y no a buscar desesperadamente cosas para intentar ser feliz y disfrutar.
Hoy es un buen día para cambiar, escuchar mucho, escuchar a quienes me quieren hablar…, hablar poco y hacer mucho más.
Hoy es un buen día para cambiar, no volveré a pensar en que los cambios sólo deben realizarlos los demás, si decido cambiar yo, dependeré de mi para mejorar.

Hoy es un buen día para cambiar, valorar lo que tengo, sea mucho, sea poco, lo que tengo es lo más importante ahora, lo que me gustaría tener, ya vendrá.

Hoy es un buen día para cambiar, soltar todo el peso que me provoca el rencor, los miedos, los odios que me paralizan y no me dejan avanzar.

Hoy es un buen día para cambiar, perdonar a aquellos que me hicieron daño, que no me entendieron, aquellos que no merecen nada malo, ¿quién soy yo para valorar?

Hoy es un buen día para cambiar, sumar todo aquello que merece la pena y restar aquello que no necesito, que no aporta nada, que nada me da.

Hoy es un buen día para cambiar, a partir de hoy, me esforzaré en pensar por mí mismo y no por lo que otros quieren hacerme pensar.

Hoy es un buen día para cambiar, no lo dejaré para mañana, lo bueno sólo llegará si decido hacerlo ya, si lo dejo para mañana probablemente nunca lo convertiré en realidad.

Francisco Lutzardo
Personal Coaching
E-mail: flutzardo@gmail.com

domingo, 28 de octubre de 2012

Cree en ti, tus capacidades son ilimitadas…


Hay una frase que me gustaría que no se te olvidara jamás, que la tuvieras “casi casi grabada a fuego”; además, te pediría que la asumieras como tuya, en tu mente, sin posibilidad de perderla de vista, esta frase es la siguiente: “CREE EN TI, TUS CAPACIDADES SON ILIMITADAS”

Esta frase se convierte por sí misma, en un credo, en un estilo de vida, en la filosofía de los pocos -por ahora, pero cada vez se suman más como tú-, que vemos en las dificultades: oportunidades, en las crisis: oportunidades y en los problemas: oportunidades…, en los que creemos en nuestras capacidades y hemos decidido ser los verdaderos protagonistas de nuestra vida, interiorizándolo en nuestro sistema de creencias.

Este sistema de creencias nos potencia de tal modo, que nos permite interpretar los hechos cotidianos desde una perspectiva, que para otros es prácticamente inimaginable.

Es cierto, nuestro sistema de creencias, gobierna nuestra vida, dándole un sentido u otro dependiendo directamente de nuestra comunicación interna, de nuestro “dialogo interno”.

Nuestro diálogo interno es el punto de partida y el requisito imprescindible para: encontrar, mantener y fomentar los estados positivos.

Y como consecuencia, los estados emocionales positivos, como la seguridad personal, la autoestima, la fe…, provocan en nosotros, la capacitación necesaria para que actuemos en consecuencia pasando a la acción.

Lo veras más claramente, contestando algunas preguntas…
¿Cómo se te da eso de superar dificultades, de levantarte rápidamente cuando sufres algún revés en tu vida ó de no tirar la toalla a la primera de cambio?

Posiblemente no muy bien, ¿verdad?, y ¿a qué se debe?
Cuando algo parece que es inalcanzable o insuperable, es muy importante recordar lo que te has dicho, como comienza la frase: “parece”, sólo parece, por tanto no es realmente inalcanzable o insuperable…, somos nosotros quien lo definimos así, a través de nuestro dialogo interno, pero ¿podemos cambiar esa definición?

Pues claro que sí…, nosotros decidimos “cuando interpretamos los hechos” lo que es fácil o difícil, lo que es alcanzable o inalcanzable, lo que es posible o imposible…, nosotros y solamente nosotros, somos los que hacemos que algo pueda ser logrado o no.

Esta “capacidad” de CREER EN TI y no rendirte ante nada, es algo innato en todos nosotros, recuerda: “todos tenemos las mismas capacidades”, la diferencia entre los que se rinden a las primeras de cambio frente a los que no se rinden ante nada, está en no haberla desarrollado o en desarrollarla extraordinariamente, y esto, sólo se consigue interpretando lo que sucede de manera que te permita alcanzar todo tu potencial y todas tus capacidades.

Y te preguntarás…, cómo se consigue eso ¿?, pues es sencillo, depende de tu interpretación de los hechos que suceden, esa interpretación conforma tu “realidad” y finalmente da lugar a tu “sistema de creencias”.
Como ves, tu realidad está directamente relacionada con tus creencias, con creer en ti y en tus capacidades, si realmente crees en ti, conseguirás cambiar la realidad que conoces hasta ahora, a una nueva e increíble realidad personal…

Francisco Lutzardo
Personal Coaching
E-mail: flutzardo@gmail.com

sábado, 27 de octubre de 2012

¡Vales más de lo que crees, eres únic@ e irrepetible…¡



Para explicar y entender el título, nada mejor que una fábula. Espero que te ayude a reflexionar y aclarar –en caso que las tengas- alguna de tus dudas…

“-Vengo maestro, porque me siento tan poca cosa que no tengo fuerzas para hacer nada. Me dicen que no hago nada bien, que soy torpe, nadie me quiere.

-¿Cómo puedo mejorar?, ¿qué puedo hacer para que me valoren más?

El maestro le dijo:

-Cuánto lo siento muchacho, no puedo ayudarte, debo resolver primero mi propio problema. Quizá después…

Y haciendo una pausa agregó:

-Si quisieras ayudarme tú a mí, yo podría resolver este tema con más rapidez y tal vez después te pueda ayudar.

-E… encantado maestro -titubeó el joven, pero sintió que otra vez era desvalorizado y sus necesidades postergadas.

-Bien -asintió el maestro. Se quitó un anillo que llevaba puesto en el dedo pequeño de la mano izquierda y se lo dio al muchacho, agregó:

-Toma el caballo que está ahí afuera y cabalga hasta el mercado. Debo vender este anillo porque tengo que pagar una deuda. Es necesario que obtengas por él la mayor suma posible, pero no aceptes menos de una moneda de oro. Vete y regresa lo más rápido que puedas.

El joven tomó el anillo y partió. Apenas llegó, empezó a ofrecer el anillo a los mercaderes. Estos lo miraban con algún interés, hasta que el joven decía lo que pretendía por el anillo.

Cuando el joven mencionaba la moneda de oro, algunos reían, otros le daban vuelta la cara, hasta que un viejito se tomó la molestia de explicarle que una moneda de oro era muy valiosa para entregarla a cambio de un anillo. Después de ofrecer el anillo a todo el que se cruzaba en su camino, y abatido por su fracaso, montó su caballo y regresó.

Entró a la habitación, donde estaba el maestro, y le dijo:

-Maestro, lo siento pero no es posible conseguir lo que me pediste. Quizá pudiera conseguir dos o tres monedas de plata, pero no creo que pueda engañar a nadie respecto al verdadero valor del anillo.

-Qué importante lo que dijiste, joven amigo -contestó sonriente el maestro. Debemos primero saber el verdadero valor del anillo. Vuelve a montar y vete al joyero ¿Quién mejor que él para saberlo? Dile que quisieras vender el anillo y pregúntale cuánto te da por él. No importa lo que ofrezca, no se lo vendas. Vuelve aquí con mi anillo.

Llegó a la joyería, el joyero examinó el anillo a la luz del candil, lo miró con su lupa, lo pesó, y luego dijo:

-Dile al maestro, muchacho, que si lo quiere vender ya, no puedo darle más que 58 monedas de oro por su anillo.

-¿58 monedas?! – exclamó el joven.

-Sí -replicó el joyero -Yo sé que con tiempo podríamos obtener por él cerca de 70 monedas, pero no sé… Si la venta es urgente…

El joven corrió emocionado a casa del maestro a contarle lo sucedido.

-Siéntate -dijo el maestro después de escucharlo. -Tú eres como este anillo: una joya, valiosa y única. Y como tal, sólo puede evaluarte verdaderamente un experto ¿Qué haces por la vida pretendiendo que cualquiera descubra tu verdadero valor?

Y diciendo esto, volvió a ponerse el anillo en el dedo pequeño de su mano izquierda.”

Francisco Lutzardo
Personal Coaching
E-mail: flutzardo@gmail.com 

viernes, 26 de octubre de 2012

¿Qué hacer cuando enfrentamos un diagnóstico de enfermedad terminal?



Queridos amigos:
Un profesional de la salud debe tener conocimientos, habilidades y actitudes que sirvan a la finalidad de curar, aliviar y consolar a toda persona que esté atravesando una enfermedad, pero a su vez deberá promover la rehabilitación y la educación sanitaria del paciente.
Más a pesar de los avances en la medicina y de la pericia de los médicos , habrá  condiciones críticas  de enfermedad que ganarán la batalla, anunciando una próxima muerte.
Ante esta condición, el profesional sanitario no le queda más que aliviar, consolar y acompañar a un ser humano que se enfrenta al dolor mismo de perder la vida.
CRITERIOS PARA DIAGNOSTICAR UNA ENFERMEDAD TERMINAL
  • Enfermedad de evolución progresiva
  • Prónostico de supervivencia inferior a un mes
  • Ineficacia comprobada de los tratamientos
  • Pérdida de la esperanza de recuperación
FACTORES DE IMPACTO PERSONAL Y FAMILIAR :
  • ¿Quién comunica la noticia?
  • ¿Qué y cómo lo comunica?
  • ¿Cuál es el entorno (personas, circunstancias, medios físicos) que influyen en el paciente?
  • Personalidad del receptor, interés, estado físico, psicológico y espiritual.
DUELO ANTICIPADO DEL ENFERMO TERMINAL
Una vez que se tiene un diagnóstico y un pronóstico terminal, la persona tendrá muchas repercusiones en su familia y entorno.  Una enfermedad irreversible originará una crisis personal que expone la vulnerabilidad física, emocional y espiritual.
Dependiendo de la personalidad, el momento vital, madurez psicológica y espiritual,  se puede enfrentar a una muerte segura como una amenaza o como un desafio.
Aunque cada duelo es único, es común encontrar las siguientes actitudes:
  • Resistencia o negación ante el diagnóstico
  • Rumiación, enojo, tristeza, desconsuelo, desesperanza
  • Negociaciones, pactos, búsquedas de curas milagrosas
  • Tristeza profunda, aislamiento,
  • Aceptación, ya no lucha contra lo que es y será….
Confontación de  sus miedos:
  • Dolor moral (Separación de sus seres queridos)
  • Dolor Emocional: (Angustia e incertidumbre)
  • Dolor Físico: (síntomas y reacciones secundarias)
  • Dolor Espiritual (crisis de fe, desesperanza,  sentimientos de abandono y soledad)
LA FAMILIA TAMBIÉN SUFRE....
La familia también sufre ante la enfermedad y la pérdida de un ser querido, el impacto de un diagnóstico terminal hará tambalear el equilibrio familiar,  es muy común que se reaccione con sentimientos de fracaso, frustración y rabia contra un sistema sanitario que no puede curar a su ser querido y que sólo se ofrece a cuidarlo.
El sufrimiento familiar irá en proporción a los vínculos afectivos que le unen a la persona enferma y del rol desempeñado por esta persona dentro del contexto familiar, por ejemplo la muerte de un niño presenta repercusiones mucho más dramáticas a la muerte de un anciano.
Y como la familia es el cuidador principal, será necesario incluirlos en un programa de apoyo continuado en lo psicológico y en lo espiritual;  ya que si no se tienen  conocimiento, habilidades y  actitudes adecuadas hacia su ser querido, la familia y el cuidador podrian  ser generadores de un mayor sufrimiento para la persona terminal.
Importante: La familia que mejor apoya a su ser querido, es aquella que se abre a adquirir las herramientas necesarias para adaptarse a la nueva situación y que incrementa su capacidad  para  superar el sufrimiento y el stress.
¿QUÉ NECESITA UN PACIENTE TERMINAL?
  • Ser protagonista en su proceso final de vida
  • Un trato humano (individualizado, cercano, respetuoso y transparente)
  • Estar informado de su condición médica, darle todos los detalles que solicite de una forma clara y precisa.
  • Darse tiempo para vivir su duelo,
  • sentir y reconocer sus emociones y sentimientos
  • Cariño incondicional de sus familiares y amigos
  • Atención profesional   médica-paliativista  para control de síntomas
  • Apoyo psicológico y espiritual (Dar opciones, pero respetando la elección del enfermo)
RECOMENDACIÓN DESDE LO TANATOLÓGICO “HUMANIZAR LA MUERTE”
  1. Ayudar a la persona terminal, a tener calidad de vida
  2. Expresar apoyo, mejorar el trato y cuidados atendiendo la dignidad de la persona
  3. Mantener el compromiso de no abandonarles (médico, cuidadores, familia, social)
DESDE LO ESPIRITUAL
  • Vivir un día a la vez, totalmente en el aquí y en el ahora
  • Compartir el dolor, los miedos, los sentimientos con sus seres queridos
  • Vivir el final de la vida de formas más significativas
  • Crecer ante la experiencia, liberando por amor los apegos
  • Atender los asuntos pendientes con sus seres queridos
  • Liberarse del pasado y del futuro, sólo  quedarse con lo que hace sentir bienestar
  • Reencontrarse con su fe , tomar lo que sea necesario para tener paz y serenidad
  • Construir una nueva forma de percibir la muerte, una donde no haya separación de lo amado, donde los lazos sean continuos y eternos.
Finalmente:
A ti mi hermano (a) que estás pasando por esta situación, os deseo tu mayor bien, honro tu presencia espiritual y te abrazo en la luz que ya eres”
Socorro Ceja

Podría pensar de otra manera, pero yo he decidido pensar así…


Confío en mi capacidad para luchar y salir victorioso de todos esos retos que la vida me plantea, es algo apasionante y retador, podría pensar de otra manera, pero yo he decidido pensar así…

Hay días que me cuesta más que otros, -eso de confiar en mí no es tan fácil-, pero no me rindo, siempre estoy alerta y lo recuerdo diariamente, podría pensar de otra manera, pero yo he decidido pensar así…

Cuando despierto cada mañana, se produce una reacción extraordinaria en mí, pienso en todo lo bello y maravilloso que la vida me ofrece y que he de disfrutar, podría pensar de otra manera, pero yo he decidido pensar así…

Ya no pienso en las cosas que no me gustan o me desagradan, sólo me centro en aquello positivo que provoca una gran sensación de felicidad en mí, podría pensar de otra manera, pero yo he decidido pensar así.

Todos los días, me acuerdo de aquellas personas que quiero y que me quieren, de todas aquellas que admiro por ser especiales y diferentes, podría pensar de otra manera, pero yo he decidido pensar así.

Me esfuerzo cada día en apartar los pensamientos negativos, para conseguirlo, me propongo centrarme en los pensamientos positivos que me capacitan y me ayudan a mejorar, podría pensar de otra manera, pero yo he decidido pensar así…
Estoy totalmente convencido que nada puede afectarme si yo no lo permito, nada ni nadie puede obligarme a pensar en “hechos” negativos, mis pensamientos los controlo yo, podría pensar de otra manera, pero yo he decidido pensar así…
Mi vida depende de mí, yo soy el único responsable, cuando las cosas no van como quiero, la “culpa” siempre la asumo yo, pensar así, me permite ser el que tome las decisiones y ser el protagonista de mi vida, podría pensar de otra manera, pero yo he decidido pensar así…
Cada noche, cuando me acuesto, recuerdo todo lo positivo del día, de mi vida, de lo afortunado que soy por vivir, no pienso en nada negativo ó que me provoque pensamientos negativos, podría pensar de otra manera, pero yo he decidido pensar así…
Todo lo que me sucede, en cualquier ámbito de mi vida, son únicamente hechos, yo decido con mis pensamientos si esos hechos son positivos o negativos… ¡siempre depende de mí¡ y podría pensar de otra manera, pero yo he decidido pensar así…

¡Tus pensamientos te pueden capacitar ó limitar¡ no permitas que tus pensamientos negativos conviertan tu vida en algo negativo, cambia esos pensamientos ahora mismo, y permite que tus pensamientos positivos conviertan tu vida en algo positivo…
¡Decide como pensar…, y decidirás que tipo de vida tendrás…¡

Francisco Lutzardo
Personal Coaching

E-mail: flutzardo@gmail.com 

jueves, 25 de octubre de 2012

"Mensaje de vida" de Facundo Cabral.

Como los budistas, sé que la palabra no es el hecho, si digo "manzana" no es la maravilla innombrable que enamora el verano, si digo "árbol", apenas me acerco a lo que saben las aves; el caballo siempre fue y será lo que es sin saber que así lo nombro.

Sé que la palabra no es el hecho, pero sí se que un día mi padre bajó de la montaña y dijo unas palabras al oído de mi madre, y la incendió de tal manera que hasta aquí he llegado yo, continuando el poema que mi padre comenzó con algunas palabras.

Nacemos para encontrarnos (la vida es el arte del encuentro), encontrarnos para confirmar que la humanidad es una sola familia y que habitamos un país llamado Tierra. Somos hijos del amor, por lo tanto nacemos para la felicidad (fuera de la felicidad son todos pretextos), y debemos ser felices también por nuestros hijos, porque no hay nada mejor que recordar padres felices.

Hay tantas cosas para gozar y nuestro paso por la Tierra es tan corto, que sufrir es una pérdida de tiempo. Además, el universo siempre está dispuesto a complacernos, por eso estamos rodeados de buenas noticias.

Cada mañana es una buena noticia. Cada niño que nace es una buena noticia, cada cantor es una buena noticia, porque cada cantor es un soldado menos, por eso hay que cuidarse del que no canta porque algo esconde.

Eso lo aprendí de mi madre que fue la primera buena noticia que conocí. Se llamaba Sara y nunca pudo ser inteligente porque cada vez que estaba por aprender algo llegaba la felicidad y la distraía, nunca usó agenda porque sólo hacía lo que amaba, y eso se lo recordaba el corazón. Se dedicó a vivir y no le quedaba tiempo para hacer otra cosa.

De mi madre también aprendí que nunca es tarde, que siempre se puede empezar de nuevo, ahora mismo, le puedes decir basta a la mujer (o al hombre) que ya no amas, al trabajo que odias, a las cosas que te encadenan a la tarjeta de crédito, a los noticieros que te envenenan desde la mañana, a los que quieren dirigir tu vida, ahora mismo le puedes decir "basta" al miedo que heredaste, porque la vida es aquí y ahora mismo.

Me he transformado en un hombre libre (como debe ser), es decir que mi vida se ha transformado en una fiesta que vivo, en todo el mundo, desde la austeridad del frío patagónico a la lujuria del Caribe, desde la lúcida locura de Manhattan al misterio que enriquece a la India, donde la Madre Teresa sabe que debemos dar hasta que duela.

Caminando comprobé que nos vamos encontrando con el otro, lenta, misteriosa, sensualmente, porque lo que teje esta red revolucionaria es la poesía. Ella nos lleva de la mano y debajo de la luna, hasta los últimos rincones del mundo, donde nos espera el compinche, uno más, el que continúa la línea que será un círculo que abarcará el planeta.

Esta es la revolución fundamental, el revolucionarse instantáneamente para armonizar con la vida, que es cambio permanente, por eso nos vamos encontrando fatalmente para iluminar cada rincón.

Que nada te distraiga de ti mismo, debes estar atento porque todavía no gozaste la más grande alegría ni sufriste el más grande dolor.

Vacía la copa cada noche para que Dios te la llene de agua nueva en el nuevo día. Vive de instante en instante porque eso es la vida. Me costó 57 años llegar hasta aquí, ¿cómo no gozar y respetar este momento? Se gana y se pierde, se sube y se baja, se nace y se muere. Y si la historia es tan simple, ¿por qué te preocupas tanto?.

No te sientas aparte y olvidado, todos somos la sal de la Tierra. En la tranquilidad hay salud, como plenitud dentro de uno. Perdónate, acéptate, reconócete y ámate, recuerda que tienes que vivir contigo mismo por la eternidad, borra el pasado para no repetirlo, para no abandonar como tu padre, para no desanimarte como tu madre, para no tratarte como te trataron ellos, pero no los culpes porque nadie puede enseñar lo que no sabe, perdónalos y te liberarás de esas cadenas.

Si estás atento al presente, el pasado no te distraerá, entonces serás siempre nuevo. Tienes el poder para ser libre en este mismo momento, el poder está siempre en el presente porque toda la vida está en cada instante, pero no digas "no puedo" ni en broma porque el inconsciente no tiene sentido de humor, lo tomará en serio y te lo recordará cada vez que lo intentes. Si quieres recuperar la salud abandona la crítica, el resentimiento y la culpa, responsables de nuestras enfermedades.

Perdona a todos y perdónate, no hay liberación más grande que el perdón, no hay nada como vivir sin enemigos. Nada peor para la cabeza y por lo tanto para el cuerpo, que el miedo, la culpa, el resentimiento y la crítica que te hace juez (agotadora y vana tarea) y cómplice de lo que te disgusta.

Culpar a los demás es no aceptar la responsabilidad de nuestra vida, es distraerse de ella. El bien y el mal viven dentro de ti, alimenta más al bien para que sea el vencedor cada vez que tengan que enfrentarse. Lo que llamamos problemas son lecciones, por eso nada de lo que nos sucede es en vano. No te quejes, recuerda que naciste desnudo, entonces ese pantalón y esa camisa que llevas ya son ganancia.

Cuida el presente porque en él vivirás el resto de tu vida. Libérate de la ansiedad, piensa que lo que debe ser será, y sucederá naturalmente.