martes, 30 de octubre de 2012

Mis razones para ser feliz.



Tengo tantas razones para ser feliz que me impido pensar en acontecimientos barrocos que me impidan avanzar…Por eso cuando las fuerzas flaquean me acuerdo de mis poderosas razones:
He nacido entre dos siglos, el siglo de la razón y el siglo de la emoción. Estoy viviendo  un nuevo milenio donde el despertar de la conciencia va  a ser fundamental para la supervivencia de los valores humanos
He nacido en el sur donde el sol huele a madreselva y las noches son largas para poder abrazar con risas y cantos la música de la amistad.
He nacido con el   poder de modificar mis hábitos, mis creencias y valores. Mi vida es el fruto de mis acciones, pensamientos y emociones y cuanto más me conozco más afino en mi mapa del mundo.
He nacido con la capacidad de soñar. Porque sueño, estoy vivo. Ahora, sé que los sueños son deseos, y esos deseos se pueden convertir con entrenamiento en tangibles realidades.Cuestión de actitud, disciplina, potencial y enfoque.
He nacido envuelto en un cuerpo, que es el mío, el que acepto, respeto y trato de cuidarlo para que tenga calidad a la hora de subir a las montañas, cruzar los ríos de la esperanza y correr la maratón de la vida.
He nacido distinto, diferente, único e irrepetible. Esta diferencia me hace humilde, grande en la diversidad, soy el centro de mi universo pero no el ombligo del mundo… He nacido para compartir para cooperar, para conocer, para transformar, para disfrutar, Conozco mi mundo, y sé que hay muchas personas sufriendo la intolerancia y la demagogia del Ego que aniquila la  belleza del ser humano.
He nacido con dignidad, como dijo Víctor Frankl, la que “nada ni nadie nos puede arrebatar”. Consciente de ello, lucho en las barricadas de las emociones para contribuir a que la positividad, la proactividad, la tolerancia y la compasión (empatía en acción) creen un mundo mejor, lleno de luces y colores que nos hagan avanzar.
He nacido con la capacidad de amar…Amar la vida, amar  a mis semejantes, amarme a mi mismo. Por eso practico el agradecimiento y el perdón como fórmula inexorable de inteligencia humana. No cabe el odio en mi corazón: El rencor, es el cáncer del alma.
Y he nacido para acompañar a personas en el proceso de convertir sus sueños en metas alcanzables. Esto  me aporta felicidad y poder vivir libremente mis competencias emocional.
Autor:
José Luis Fuentes Rodríguez
E-mail: joseluisfuentesrodriguez@gmail.com

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