Un hecho inevitable y donde la mayoría de las veces las personas nunca están preparadas lo suficiente para afrontar este grave suceso es la muerte, te acerco tres pasos para poder superar el duelo.
La pérdida, la persona ya no está más junto a nosotros, dejó de existir, no es simple, ya que involucra procesos que están por fuera de la conciencia, si bien una parte del yo reconoce que la persona se ha ido, otra parte sigue manteniendo la ilusión de la presencia.
Este proceso no puede cumplirse en forma inmediata, sino que se realiza “pieza por pieza”, lleva un gasto de tiempo y de energía, al mismo tiempo que se atesora la existencia del objeto perdido en lo psíquico.
¿Qué es lo que se puede observar en una persona que se encuentra atravesando un proceso de duelo?.
La persona pierde el interés y se encuentra más retraído, no tiene ganas de nada. El mundo ha perdido de su interés. Los recuerdos y las representaciones vividas junto a esa persona que ha fallecido afloran en este momento, junto con la nostalgia y el anhelo por lo que ya no está junto a él o ella.
Es en este momento cuando la persona precisa del acompañamiento de familia y amigos, muy especialmente cuando está repitiendo siempre lo mismo e idealizando a la persona que perdió.
El lazo que había con la persona se había ido formando por medio de sucesivas inscripciones y sucesivos vínculos que el sujeto fue experimentando con el tiempo, de igual forma la “des-vinculación” del objeto se irá reponiendo en forma gradual.
Una vez que el proceso de duelo ha sido ampliamente superado, las personas disponen otra vez de esa “energía” que habían depositado en la persona que ya no está. Esta energía libre podrá ser utilizada para emprender nuevos proyectos y seguir formando nuevos lazos.
Fuente: http://www.creceroperecer.com