martes, 30 de septiembre de 2014

Durar no es vivir

Hace dos años, en el vestíbulo de la estación L´Enfant Plaza del metro de la ciudad de Washington, a muy temprana hora de la mañana, un hombre de vaqueros y camiseta desenfundó su violín, colocó su sombrero en el suelo para recibir los donativos y comenzó a tocar.

Permaneció por un espacio de cuarenta y cinco minutos interpretando seis piezas de Bach. En ese lapso, pasaron por el lugar más de mil personas, de las cuales, siete se detuvieron a escucharlo por unos minutos y veintisiete le dejaron algo de dinero (concretamente, treinta y dos dólares). Todo lo anterior no tendría nada de extraño, si quien estuviera tocando fuera un músico callejero cualquiera, pero se trataba de Joshua Bell, uno de los violinistas más afamados del mundo y a quien se lo considera un superdotado. El violín con el que tocaba era un Stradivarius de su propiedad valorado en tres millones de euros (sonido inigualable) y la música que interpretó fue magistral. El periodista que ideó este experimento social y luego escribió un artículo al respecto, fue galardonado por este trabajo con el Pulitzer en el año 2008.

¿Qué pasó con la gente que circuló por dónde estaba Bell esa mañana? Sorprende ver el video. La gente pasaba a su lado sin detectar la belleza de aquella melodía extraordinaria, a excepción de algunos niños que repararon en el músico e intentaron quedarse pero sus madres los arrastraron rápidamente. Mientras tanto, Bach sonaba en todo se esplendor ante una audiencia sorda, inmutable y acelerada. La conclusión es triste: la vida a veces pasa de largo, acontece como si la cuestión no fuera con nosotros. Estamos físicamente presentes, pero nuestro cuerpo y nuestra capacidad de apreciación y “degustación” parecen disociados. No tenemos tiempo ni espacio para el paisaje. No sé si somos pobres de espíritu, ignorantes musicales o personas insensibles que han pedido el rumbo, pero aquel día y en aquel lugar, la gente no captó el esplendor y la gracia. Durar no es vivir. Nos mantenemos desatentos casi siempre y en una situación casi esquizofrénica entre quienes somos y quienes aparentamos ser. En lo más profundo de cada uno está latente la verdadera esencia nuestro ser que punga por salir, pero en lo superficial, en la conducta manifiesta, ocurre el automatismo y la mecanización de la mente.

Estar conectado al espíritu y a la propia sensibilidad no es una estupidez: mantenerse en contacto permanente con el propio yo es la virtud de las mentes libres. ¿Cuántas cosas realmente hacemos “conscientemente” en lo cotidiano? ¿Por qué los hechos a veces pasan de largo y ni siquiera nos tocan? ¿Acaso no estamos inmersos en el movimiento de la vida? La belleza esta a nuestro alrededor, el encanto la existencia se nos exhibe descaradamente y sin embargo nuestra capacidad de percepción está embotada o embolatada. Admiramos muchos más a un automóvil último modelo que un amanecer o el abrazo de un hijo ¿Cuándo fue que perdimos el norte? Quizás cuando le hicimos demasiado caso a las agencias de socialización o cuando nos dejamos seducir por el mercadeo de una felicidad envuelta para regalo y lista para consumir. Lo que queda claro, es que todos los días, a cada momento, a nuestro alrededor ocurren eventos de todo tipo que podrían asombrarnos y no los vemos, no los sentimos, no los procesamos. Los maestros espirituales de todo el mundo y a través de todos los tiempos han dicho una y otra vez: “¡Despierta!”, y la respuesta, tristemente, ha sido la misma: un bostezo. Insisto: en algún momento de la evolución se detuvo en nosotros el impacto de la sorpresa y por desgracia se instaló la modorra intelectual y afectiva, es decir, hubo una involución, en la cual, sobrevivir se hizo más importante que vivir… Y no nos damos cuenta.

Walter Riso

lunes, 29 de septiembre de 2014

Risa

¿Por qué esperar motivos? La vida tal como es debería ser suficiente razón para reír. Es tan absurda, es tan ridícula. Es tan hermosa… ¡tan maravillosa!

Es todo tipo de cosas al mismo tiempo. Es una gran broma cósmica.

La risa es la cosa más fácil del mundo si la permitís, pero se ha convertido en algo difícil. La gente ríe muy rara vez, y aun cuando lo hace no es una risa verdadera. Las personas ríen como si le hicieran un favor a alguien, como si cumplieran un cierto deber. La risa es diversión. ¡No es un favor a nadie! Igual que con el amor. También el amor es diversión. La risa es diversión. La vida es diversión. Pero, de algún modo, en la mente ha calado hondo que estáis cumpliendo con un deber.

No se debería reír para hacer feliz a otro, porque si vosotros no sois felices, no podéis hacer feliz a nadie. Simplemente deberíais reír por voluntad propia, y sin que exista un motivo en particular.

Si empezáis a analizar las cosas, no seréis capaces de dejar de reír. Sencillamente, todo es perfecto para la risa, no falta nada, pero no lo permitimos. Somos muy mezquinos con la risa, con el amor, con la vida. En cuanto sepáis que se puede dejar de ser mezquinos, pasaréis a una dimensión diferente.

La risa es la verdadera religión. Todo lo demás es metafísica.

DÍA A DÍA, 365 meditaciones para el aquí y el ahora de Osho

Un lugar de Ecos

El mundo es un lugar de ecos si arrojamos ira, ira es lo que nos vuelve; si damos amor, amor es lo que recibimos.

El amor no debería ser exigente; de lo contrario, pierde sus alas, no puede volar. Se enraíza en la tierra y se vuelve muy terrenal; entonces es lujuria y proporciona mucha desdicha y gran sufrimiento. El amor no debería ser condicional, no habría que esperar nada de él. Él mismo debería ser su razón de ser, no una recompensa o resultado. Repito, si tiene algún motivo ulterior, vuestro amor no puede convertirse en un cielo abierto. Se ve confinado a ese motivo; el motivo se convierte en su definición, en su límite. El amor sin motivo carece de límites: es puro júbilo, exuberancia, es la fragancia del corazón.

Y que no haya deseo de conseguir ningún resultado, no significa que estos no tengan lugar; acontecen, y multiplicados por mil, porque aquello que le damos al mundo, nos vuelve rebotado a nosotros.

El mundo es un lugar de ecos: si arrojamos ira, ira es lo que nos vuelve; si damos amor, amor es lo que recibimos. Pero ese es un fenómeno natural, no hace falta pensar en ello. Se puede confiar: acontece por su cuenta. Esta es la ley del karma:

se recoge aquello que se siembra; lo que se da es lo que se recibe. Así que no hay, necesidad de pensar en ello, es algo automático. ¡Odiad, y os odiarán. Amad, y os amarán!

DÍA A DÍA, 365 meditaciones para el aquí y el ahora de Osho


domingo, 28 de septiembre de 2014

Iluminación

En el momento en el que os ilumináis, toda la existencia se ilumina. Si estáis en la oscuridad, entonces toda la existencia está a oscuras. Todo depende de vosotros.

Hay mil y una falacias alrededor de la meditación. Esta es muy simple: no es otra cosa que conciencia. No es recitar, no es emplear un mantra o un rosario. Estos son métodos hipnóticos. Pueden proporcionaros un cierto descanso. No hay, nada malo en ello, si lo único que se pretende es la relajación. Cualquier método hipnótico puede ser de ayuda, pero si se quiere la verdad, no basta.

La meditación simplemente significa transformar vuestra inconsciencia en conciencia.

Por lo general, solo una décima parte de nuestro cerebro es consciente, y nueve décimas partes son inconscientes. Únicamente una parte pequeña de la mente, una capa fina, posee luz; por lo demás, la casa está a oscuras. Y el desafío es hacer crecer esa pequeña luz para que toda la casa se inunde de luz, con el fin de que ni un nicho o rincón queden en la oscuridad. Entonces toda la casa rebosa luz, y la vida es un milagro; tiene la cualidad de la magia.

Deja de ser ordinaria y todo se vuelve extraordinario. Lo mundano se transforma en lo sagrado y las cosas pequeñas de la vida comienzan a tener una importancia tremenda, que ni siquiera habríamos imaginado. Las piedras corrientes parecen tan hermosas como los diamantes, toda la existencia se ilumina. En el momento en el que os ilumináis, toda la existencia se ilumina. Si estáis en la oscuridad, entonces toda la existencia está a oscuras. Todo depende de vosotros.

DÍA A DÍA, 365 meditaciones para el aquí y el ahora de Osho

jueves, 25 de septiembre de 2014

Luz interior

Todo niño en el vientre de su madre está lleno de luz; es una luz interior, un brillo interior. Empero, cuando el niño nace y abre los ojos y ve el mundo, los colores, la luz y la gente, lentamente va cambiando el patrón. Olvida mirar hacia adentro, se interesa demasiado por el mundo exterior. Se ve absorbido de tal manera que, muy lentamente, se le va olvidando que puede mirar hacia adentro.

En la meditación, uno tiene que volverse a conectar con esa fuente interna de luz, olvidarse de todo el mundo e ir hacia adentro, sintonizarse con su interior, como si el mundo hubiera desaparecido, como si no existiera.

Por lo menos una hora cada día uno tiene que olvidar al mundo por completo y ser sólo uno mismo. Entonces, lentamente, se vuelve a dar la antigua experiencia. Ese momento, cuando se llega a conocer la luz interior, es tremendo, pues ahora se ha visto el mundo y su variedad, se han visto todos los sonidos. Después de todo eso, ver el silencio interno y la pureza de la luz es una experiencia totalmente diferente. Además, nutre tanto, revitaliza tanto: es la fuente del néctar.

Entonces, esta puede ser tu meditación por las noches, temprano en la mañana o cuando tengas tiempo. Mientras más fácil sea olvidarse del mundo, (como tarde en la noche, cuando ya no hay tráfico, la gente se ha ido a dormir y todo el mundo ha desaparecido por acuerdo propio), más fácil será entrar. También puede ser temprano en la mañana, cuando la gente todavía está dormida. Sin embargo, una vez que empieces a ver la luz interior, podrás verla en cualquier momento. En el mercado, a mediodía, podrás cerrar los ojos y verla, y aunque sea sólo por un momento, es tremendamente relajante.

Empieza haciéndolo en la noche. Sólo siéntate en silencio durante una hora mirando hacia adentro, observando y esperando a que explote la luz. Un día explotará. No vas a crearla, sólo vas a redescubrirla.

Osho


sábado, 20 de septiembre de 2014

Señor!!...

…Ayúdame a decir la verdad delante de los fuertes y
a no decir mentiras para ganarme el aplauso de los débiles.
Si me das fortuna, no me quites la razón.
Si me das éxito, no me quites la humildad.
Si me das humildad, no me quites la dignidad.
Ayúdame siempre a ver la otra cara de la medalla,
no me dejes inculpar de traición a los demás por no pensar igual que yo.
Enséñame a querer a la gente como a mí mismo y a no juzgarme como a los demás.
No me dejes caer en el orgullo si triunfo, ni en la desesperación si fracaso.
Más bien recuérdame que el fracaso es la experiencia que precede al triunfo.
Enséñame que perdonar es un signo de grandeza y que la venganza es una señal de bajeza.
Si me quitas el éxito, déjame fuerzas para aprender del fracaso.
Si yo ofendiera a la gente,
dame valor para disculparme
y si la gente me ofende,
dame valor para perdonar.
Señor…si yo me olvido de ti, nunca te olvides de mí!


Mahatma Gandhi


miércoles, 17 de septiembre de 2014

Mi alma me hablo...

Mi alma me habló y me enseñó a amar lo que el pueblo aborrece y a proteger lo que denigra.

Mi alma me mostró que el amor se enorgullece no sólo del ser que ama sino también del amado.

Antes de que mi alma me hablara, en mi corazón el amor era como una delgada cuerda ajustada entre dos clavijas. Pero ahora el amor se ha transformado en un halo cuyo comienzo es su final y cuyo final es su comienzo. Rodea a todos los seres y se difunde lentamente hasta abrazar todo lo que existe.

Mi alma me advirtió y me hizo percibir la belleza oculta de la piel, la forma y el matiz. Me enseñó a meditar sobre lo que la gente llama feo hasta que aparece su verdadero encan­to y deleite.

Antes de que mi alma me aconsejara, para mí la belleza era una antorcha temblorosa entre columnas de humo. Ahora que se desvaneció el humo no veo sino la llama.

Mi alma me habló y me hizo oír voces que no pronuncian la lengua, la laringe ni los labios.

Antes de que mi alma me hablara yo no oía más que gritos y gemidos. Pero ahora, ansiosamente, puedo oír el silencio y escucho sus coros cantando los himnos de los tiempos y los cánticos del firmamento, que anuncian los secretos de lo oculto.

Mi alma me habló y me enseñó a beber el vino que no procede de lagares ni puede escanciarse de copas que puedan levantar las manos ni tocar los labios.

Antes de que mi alma me hablara, mi sed era como una chispa confusa escondida bajo las cenizas que pueda apagar un sorbo de agua.

Mi alma me habló y me enseñó a tocar lo que aún no se ha encarnado; ella reveló que todo lo que tocamos es parte de nuestro deseo.

Pero ahora mis dedos se transformaron en bruma que penetra en lo que se ve del universo y se confunde con lo invisible.

Mi alma me enseñó a aspirar el perfume que no emiten el mirto ni el incienso. Antes de que mi alma me hablara yo deseaba aspirar la fragancia del perfume en los jardines, en los frascos o en los incensarios.

Pero ahora puedo gustar del incienso que no se quema como ofrenda en sacrificio. Y lleno mi corazón con una fra­gancia que ninguna brisa condujo a través del espacio.

Mi alma me habló y me enseñó a decir “Estoy listo” cuando lo desconocido y el peligro me llaman.

Antes de que mi alma me hablara yo no respondía a ninguna voz, salvo a la del pregonero que conocía, y sólo caminaba por el sendero cómodo y fácil.

Ahora lo desconocido es un corcel que puedo montar para conocerlo, y la llanura se volvió escalera y por sus peldaños trepó a la cima.

Mi alma me habló y me dijo: “No midas el tiempo dicien­do: Hubo un ayer y habrá un mañana.”

Antes de que mi alma me hablara creía que el pasado era una época que nunca volvería y que el futuro nunca podía ser alcanzado.

Ahora me doy cuenta de que el presente contiene a todo tiempo y que en él se encuentra todo lo que puede esperarse, todo lo realizado y todo lo cumplido.

Mi alma me habló exhortándome a no limitar el espacio diciendo: “Aquí, allí, allá.”

Antes de que mi alma me hablara yo sentía que por cualquier parte que caminaba estaba lejos de todo otro espacio.

Ahora comprendo que en cualquier lugar que esté se encuentran todos los lugares y que la distancia que camino abarca todas las distancias.

Mi alma me enseñó a estar despierto mientras otros duermen y a entregarme al sueño cuando otros están en movi­miento.

Antes de que mi alma me hablara yo no distinguía sus sueños al dormirse ni ellos advertían mis fantasías.

Ahora yo nunca zarpo en el buque de mis sueños a menos que ellos me vigilen, y ellos nunca se remontan por el cielo de sus fantasías a menos que yo las comparta en su libertad.

Mi alma me habló y dijo: “No te alegres con el elogio y no te angusties con el reproche.”

Antes de que mi alma me aconsejara yo dudaba del méri­to de mi trabajo.

Ahora me doy cuenta de que los árboles florecen en primavera y dan sus frutos en verano sin esperar elogio, y dejan caer sus hojas en otoño y quedan desnudos en invierno sin temor al reproche.

Mi alma me habló y me hizo ver que no soy más que el enano ni menos que el gigante.

Antes de que mi alma me hablara yo veía a la humanidad dividida en dos clases de hombres: una débil, de la que me compadecía, y una fuerte, a la que seguía o resistía desa­fiante.

Pero ahora aprendí que soy como ambos y estoy hecho de los mismos elementos. Mi origen es su origen, mi conciencia es su conciencia, mi pretensión su pretensión y mi peregrinaje su peregrinaje.

Mi alma me habló y me dijo: la linterna que llevas no es tuya y la canción que cantas no fue compuesta en lo profundo de tu corazón, porque aunque sostengas la luz no eres la luz, y aunque seas un laúd con las cuerdas tensas no eres el ejecutante.

Mi alma me habló, hermana, y me enseñó muchas cosas. Y tu alma también te ha hablado y también te ha enseñado. Porque tú y yo somos uno y no hay diferencia entre nosotros, salvo que yo haya proclamado lo que hay en mi ser íntimo, mientras tú lo guardas como un secreto de tu intimidad. Pero en tu reserva hay una especie de virtud.


Fragmento de “Pensamientos y Meditaciones” de Khalil Gibrán

martes, 16 de septiembre de 2014

Meditar en silencio…bálsamo para el Alma

Y EN EL SILENCIO TE DESCUBRES…

El silencio te habla, sólo tienes que escucharlo atentamente.
En el silencio encontrarás la paz que te hace falta, las respuestas que necesitas tener y todo aquello que debes saber.
En el silencio reequilibras tu energía.
Practica la meditación en silencio y cosecharás maravillosos momento contigo misma, con tu yo superior, con tu esencia.

¿ Cómo hacerlo ?

Comienza conectando tus pies con la Tierra, imagínate unas hermosas raíces que salen desde la planta de tus pies y van profundizando en la Tierra hasta encontrar su centro, el núcleo del Planeta, su parte más profunda y cálida. Cuando conectas con la Tierra estás haciéndolo con la fuerza transmutadora más grande que existe. La Tierra actúa a modo de bálsamo sobre ti limpiando tus energías, transformándolas en energías renovadas, en energías positivas que vuelve a ti entrando de nuevo por tus hermosas raíces. Son energías recargadas que te ayudarán a reequilibrar tu cuerpo y trabajarán así mismo en tus cuerpos sutiles reajustado todo tu campo energético.

A la vez, a través de tu coronilla, donde se encuentra el séptimo chakra, conectarás con la fuerza energética que viene del cielo, del Padre. Recibirás un baño de energía, como una lluvia de estrellas de colores blancos, dorados, azulados y rosados que te impregnarán por completo. Y sentirás que estás en el lugar donde te corresponde, entre el Cielo y la Tierra ayudada por las dos fuerzas que te complementan y te indica tu lugar exacto en este mundo.

Y una vez que has conectado con las dos energías, sentirás que éstas se unen en ti formando una sola, te sentirás plena, completa y te centrarás en tu respiración e intentarás acallar tu mente, los pensamientos, las voces… los dejarás correr sin prestarles atención y te sentirás liviana, sentirás la paz de tu mundo interior, de tu silencio y la sensación de que puedes volar, de que tienes libertad de dirigir tu vida hacia donde tú quieras.

No importa que haya ruido a tu alrededor, quizá al principio sea molesto, el ruido está ahí para distraerte de tu verdadera misión, para desorientarte, para alejarte de lo que verdaderamente quieres hacer. A veces el ruido externo no es más que el reflejo de tu propio ruido interior, por tanto, no luches contra él, conviértete en observador u observadora de ti misma pero recuerda que no debes juzgar nada de lo que ves, de lo que sientes o de lo que ocurra ni dentro de ti ni a tu alrededor. Simplemente observa, nada más y entonces te darás cuenta de que no eres tu pensamiento, de que no eres tu mente, sino algo que va mucho más allá, eres el SER, el todo y la nada al mismo tiempo. Si al principio sientes rabia o impotencia, no la retengas, déjala salir sin lastimarte ni lastimar a otros. Para llegar a tu esencia, a veces hay que pasar por arduos procesos de limpieza. En ocasiones es como si estuvieras pelando una cebolla capa a capa y vas eliminando todo aquello que ya no hace falta que continúe estando contigo. Ese proceso de desmembramiento a veces puede resultar doloroso, pero merece absolutamente la pena. Si esto ocurriera no te preocupes, no te asustes, es una señal de que todo está bien y es como debe ser…Y cuando estés en silencio haz aquellas preguntas que sientes que necesitas que te sean respondidas, si es algo que debas saber, las respuestas llegarán a ti, o de inmediato, de manera muy clara y concisa, o al cabo de los días y a través de cualquier cosa. Una frase de un amigo, una película, algo que leas, una conversación que escuches entre otras personas, una canción … llegará de manera muy sutil, pero llegará aunque tarde tiempo en hacerlo y lo hará justo en el momento adecuado para ello, incluso cuando ya no lo recuerdes, pero no dudes de que serán en el momento en el que estés preparada para obtener esa respuesta.

Si te impacientas, no pasa nada, quizá necesites practicar un poco más la paciencia. Recuerda que todo es perfecto, no venimos a juzgar, sino a vivir experiencias y a aprender de ellas.

Cuando estás en silencio, reconciliándote contigo misma, entras en una vibración de paz y amor donde todo es comprensión, donde no hay jueces, donde el aprendizaje es siempre positivo. En el silencio conectas contigo, con lo más hondo y más profundo de ti, y en este estado es cuando tu alma te puede contar cuál es su misión; en este lugar, en este momento es donde puedes sentir para qué estás aquí, qué es aquello que has venido a hacer a la Tierra.

Crea todos los días unos momentos íntimos, de soledad, de silencio, de calma, de paz, de amor hacia ti misma.

Regálate unos segundos contigo misma donde no exista nada más que ese momento, donde consigas estar en el aquí y el ahora sin pre-ocupaciones. Conecta con tu Yo Superior y vibra en el amor incondicional y absoluto. Vibra en tu propia sinfonía que es una con el Universo pero con sus propios matices que es lo que la hacen especial y única.


El mágico despertar de los sentidos

domingo, 14 de septiembre de 2014

Frases …

“Las propuestas que tratan de replantear una y otra vez el punto de partida casi siempre esconden la pereza por acabar las cosas o el desencanto desenfocado por no saber descubrir la novedad que entraña lo cotidiano”

“Lo que esperamos que nos llegue a diferenciar de los demás no tiene por qué ser fácil de conseguir”

“La fuerza y la pasión, sin sentido y dirección, más que capacidades, constituyen una amenaza y un peligro”

“Para mantener la claridad del sentido que damos a nuestras actuaciones necesitamos saber armonizar e integrar los propios tiempos en una vida única que, por estar llena de manifestaciones públicas y privadas, es plenamente personal:”

“Los proyectos atractivos, tienen odiseas que contar”

“Vivir es un verbo y no un sustantivo”

“Averiguar lo que te conviene es más importante que sacar adelante tus planes”

¿En qué medida tu afán de éxito proporciona cobijo a tu propia mediocridad?

“Para superar los instintos hay que atacar”

“La melancolía se vence con valentía”

“La confianza es el mejor remedio contra el recelo”

“Lo que cuenta no es tanto lo que has conseguido, sino en qué medida tu viaje te ha hecho alguien mejor”

“Es más fácil luchar contra otros que contra uno mismo”


Tomado de Sana Asana – Renovación dimensional para el equilibrio físico, mental, emocional y espiritual

martes, 2 de septiembre de 2014

Carta de un hombre en coma

Esta es una carta que imaginariamente se autoescribió un hombre que estando en coma, su cerebro estaba consciente y estaba a punto de morir.

Estimado amigo:

Me llamo amigo porque eso es lo que quiero ser conmigo mismo ahora. Por mucho tiempo yo fui mi peor enemigo, de hecho, fui mi único enemigo. Fui yo el que permitió que el miedo dominara mi vida. Fui yo el que se aferró a las penas del pasado para llenar mi presente de sufrimiento. Era mi propia voz la que escuchaba en mi cabeza y que me convencía de no merecer lo bueno y me hacia sentir menos que los demás.

Fui yo mismo el que me llené de inseguridades y dudas, de celos y resentimientos. Fui yo mismo el que me juzgué y me critiqué en todo lo que hacia. Yo mismo afecté mi salud y mi bienestar y fui yo mismo el responsable de los problemas de mi vida. En mí estaba la solución y en mí estaban todas las respuestas.

Fui yo mismo el acusado, el juez y el verdugo de mi propia vida. Yo mismo dicté las sentencias y yo mismo me impuse los castigos. Y, sin embargo......hoy me perdono todo, porque me doy cuenta que siempre hice lo mejor que pude. Comprendo que fui un ser sensible y vulnerable como lo son todos los seres humanos y que las experiencias de mi vida moldearon mi personalidad. Hoy rechazo la culpa que siento por mis errores ya que en nada ayuda y nada soluciona.

Aprendí tarde, que yo era capaz de cambiar mi vida a pesar de mis heridas y de las situaciones que me rodearon. Tarde comprendí que yo era mi propio dueño, que mis pensamientos moldearon mi existencia, que no era un esclavo de las ciscunstancias y que en mí estaba el poder de mejorar, de cambiar y de vivir en armonía.

Puedo ver ahora que mi vida fue maravillosa a pesar de las perdidas y heridas que todos compartimos.Agradezco la oportunidad que tuve de ver, de oir, de sentir, de saborear, la oportunidad de compartir con otros mi vida y la oportunidad de amar a mis semejantes.

Hoy me deshago de viejos resentimientos hacia otros y hacia mi mismo.
Hoy rompo las cadenas con las que yo mismo me até.
Hoy me perdono por todos mis errores.
Hoy admito que nadie tiene control sobre mis sentimientos.
Hoy me declaro libre de todas mis heridas.
Hoy es un buen dia para morir.
Me quiero....

Atentamente: La persona mas importante de mi vida. YO

Anónimo