domingo, 20 de enero de 2013

Cómo practicar Ho’oponopono para la Prosperidad


Las situaciones de precariedad económica que se presentan en ocasiones, pueden obedecer a muy diversas causas, todas ellas susceptibles de ser limpiadas y borradas con la práctica de Ho’oponopono.


En la actualidad son muchos los casos de personas que acuden a los Círculos de Sanación con Ho’oponopono con la esperanza de mejorar su economía a través de la práctica de esta ancestral enseñanza.

La escasez de dinero puede tener sus raíces profundas en pensamientos, sentimientos y memorias subconscientes del pasado, o estar influenciada por viejos conflictos no resueltos, con personas de la familia o del entorno laboral.

Otras veces la causa de la precariedad económica es debida a que nos hemos desviado del propósito original del alma al encarnarse, y esta es su particular forma disuasoria para mostrarnos que vamos por el camino equivocado.

Es hora de revisar nuestra motivación laboral, si nos mantenemos durante años en un trabajo insatisfactorio, por miedo a quedarnos sin sustento o por falta de confianza en que podemos conseguir algo mejor, a veces, de pronto, nos encontramos en la calle. Y es entonces… cuando tenemos la oportunidad de lanzarnos a buscar algo más acorde con nuestras verdaderas aptitudes y deseos de corazón. 


Atraemos la abundancia a nuestra vida cuando somos plenamente conscientes de nuestros dones y los ponemos al servicio de la comunidad, en el cumplimiento de nuestro propósito de encarnación.

La divina providencia tal como su nombre indica es la encargada de la provisión adecuada de todo lo que necesitamos en la vida material, siempre y cuando, no seamos nosotros mismos con nuestras memorias pasadas de escasez y no merecimiento, quienes cortemos el natural fluir de la abundancia que por ley divina nos corresponde.

Es la fuerza de vibración de nuestros pensamientos, palabras y acciones, en armonía con los deseos de nuestro corazón y los dictados de nuestra alma, la que día a día va manifestando en la materia, el nivel de riqueza material y personal del que podemos disfrutar en la vida.

Si queremos tener una economía saneada haremos bien en estar atentos a lo que pensamos sobre el dinero, lo que expresamos en relación con él y con qué criterios lo gastamos y lo invertimos. Porque el dinero no es más que energía y como tal responde a las leyes universales del intercambio energético. Apreciarlo, respetarlo y entregarlo con amor es lo que lo mantiene en permanente circulación. El equilibrio entre dar y recibir es la clave, dar, aún en las situaciones más precarias, a las personas que están en peores condiciones que nosotros, mantendrá el dinero fluyendo a nuestra vida.

Si nos estamos quejando todo el tiempo diciendo que el mundo está muy mal, que no hay trabajo, que no llegaremos a final de mes, o que el dinero es sucio y los ricos ladrones, no nos extrañe que no quiera quedarse en semejantes manos y que se large rápidamente en el mismo instante en que aterriza en ellas.


Hay que estar muy atentos a los pensamientos de escasez, a las emociones de miedo a la pobreza y a las expresiones de limitación, para limpiarlos y borrarlos constantemente haciendo Ho’oponopono. En el caso de que nos encontremos en medio de una conversación en la que otras personas hacen declaraciones de carencia y escasez, o ante las noticias que nos hacen sentir con miedo al futuro, mentalmente podemos afirmar: “Cancelado, esto no pertenece a mi mundo”, de manera que no aceptamos estas limitaciones como verdaderas en nuestra realidad. Y a continuación decimos interiormente, o mejor aún, verbalizamos en voz alta: “Yo soy la abundancia y la prosperidad ahora y siempre en mi vida”.

Si queremos mejorar nuestra economía podemos practicar cada día conscientemente Ho’oponopono con nuestros pensamientos de carencia y los sentimientos limitantes hasta que la situación se resuelva diciendo:

Divina presencia… (O cualquier otra palabra que empleemos para referirnos a nuestra parte divina) pido ahora que se borren todas las falsas memorias, los pensamientos y las creencias, los sentimientos y emociones que ocasionan en mí: carencia, precariedad económica, escasez y limitación de cualquier índole, miedo al futuro, depresión o tristeza.
Que sean borradas en mí ahora desde la raíz y por siempre.
Lo siento, perdóname, te amo, gracias.


Hay que perseverar con confianza el tiempo necesario para que todos los bloqueos sean transmutados y podamos acceder a la inspiración que guiará nuestros pasos hasta la resolución de toda precariedad.

Si a pesar de ello los resultados tardan en aparecer, es conveniente ampliar la práctica a la sanación de nuestros ancestros, con la oración que para ello nos ha legado la kahuna Morrnah Simeona.

Aloha

Dra. Mª Carmen Martínez Tomás
www.luzradiante.com
Facebook: Maria Carmen Martinez Tomás
Autora del libro HO’OPONOPONO lo siento perdóname te amo
Editorial Oceano-Ambar

Los 10 Mandamientos del Silencio


Hagamos una prueba: si nos quedamos unos minutos en silencio, cerramos los ojos e intentamos ser conscientes de los pensamientos que aparecen en nuestra mente, nos daremos cuenta de lo que pasa en nuestra cabeza durante todo el día. Es como tener dentro un radio o un televisor encendido emitiendo prácticamente el mismo programa cada día, porque tenemos casi el mismo patrón de pensamientos un día tras otro. Sin embargo cuando dejamos de darle vueltas a los pensamientos y analizarlos buscando resolverlos y probamos en su lugar simplemente a observarlos…ellos mismos se van y nos llevan a grandes momentos de entendimiento.

Por ello, para cultivar este ambiente interno de conocimento y crecimiento personal, aquí te dejo algunas razones o explicaciones de por qué nos hace falta caminar por esta senda del silencio. Porque de nada sirve llenarnos la boca al hablar de grandes valores personales (p.ej. el silencio) si uno mismo no encuentra el motivo y el impulso personal, interno y sincero para ponerlo por obra.

1. Habla siempre… Siempre y cuando sea necesario. Y siempre piensa lo que vas a decir antes de abrir la boca. Sé breve y preciso ya que cada vez que dejes salir una palabra dejas salir al mismo tiempo una parte de tu Chi (energía). De esta manera aprenderás a desarrollar el arte de hablar sin perder energía. Por eso nunca hagas promesas que no puedas cumplir. No te quejes y no utilices en tu vocabulario palabras que proyectan imágenes negativas, porque se producirá alrededor de ti todo lo que has fabricado con tus palabras cargadas de Chi (energía).

2. Si no tienes nada bueno, verdadero y útil que decir, es mejor quedarse callado y no decir nada. Aprende a ser como un espejo: escucha y refleja la energía. El Universo mismo es el mejor ejemplo de un espejo que la Naturaleza nos ha dado, porque el Universo acepta sin intereses nuestros pensamientos, nuestras emociones, nuestras palabras, nuestras acciones, y nos envía de vuelta el reflejo de nuestra energía bajo la forma de las diferentes circunstancias que se presentan en nuestra vida.

3. Quédate en silencio, cultiva tu propio ser interno. Tu silencio interior te permite ser impasible. Haz regularmente un ayuno de la palabra para reeducar a tu ego, que tiene la costumbre de hablar todo el tiempo. Practica el arte de no hablar. Elige un día a la semana para abstenerte de hablar, o al menos unas horas al día, según lo permita tu organización personal. Es un ejercicio excelente para conocer y aprender el universo ilimitado del Tao, en lugar de tratar de explicarlo con palabras. Progresivamente desarrollarás el arte de hablar sin hablar y tu verdadera naturaleza interna reemplazará a tu personalidad artificial, dejando aparecer la luz de tu corazón y el poder de la sabiduría del silencio. Gracias a esta fuerza atraerás hacia ti todo lo que necesitas para realizarte y liberarte completamente. Pero hay que tener cuidado de que el ego no se inmiscuya. El poder permanece cuando el ego se queda tranquilo y en silencio. Si el ego se impone y abusa de este poder, el mismo poder se convertirá en un veneno y todo tu ser se envenenará rápidamente, perdiendo la paz.

4. Sé discreto, preserva tu vida íntima, de esta manera te liberas de las opiniones de los otros y llevaras una vida tranquila, volviéndote invisible, misterioso, indefinible, insondable, como el Tao.
5. Tómate un momento de silencio interno para considerar todo lo que representa y conlleva cada decisión importante que tomes. Así desarrollarás la confianza en ti mismo y la sabiduría.

6. Si hay algo que realmente no sabes o no tienes la respuesta a la pregunta que te han hecho, acéptalo. El hecho de no saber es muy incómodo para el ego, porque le gusta saber de todo, tener siempre razón y siempre dar su opinión personal. En realidad el ego no sabe nada, simplemente hace creer que sabe.

7. No te comprometas fácilmente. Si actúas de manera precipitada, sin tomar conciencia en profundidad de la situación, te vas a crear complicaciones. La gente no tiene confianza en aquellos que dicen “sí” muy fácilmente, porque saben que ese “sí” no es sólido y le falta valor.

8. Si te identificas con el éxito, tendrás éxito. Si te identificas con el fracaso, tendrás fracaso. Teniendo esto en cuenta, podrás observar que las circunstancias que vivimos son simplemente manifestaciones externas del contenido de nuestra mentalidad interior. Pero tampoco te des mucha importancia y sé humilde, pues cuanto te muestres superior, inteligente y prepotente, más te vuelves prisionero de tu propia imagen y vives en un mundo de tensiones e ilusiones.

9. Evita el hecho de juzgar y criticar, el Tao es imparcial y sin juicios, no critica a la gente, tiene una compasión infinita y no conoce la dualidad. Cada vez que juzgas a alguien lo único que haces es expresar tu opinión muy personal y es una pérdida de energía, es puro ruido. Juzgar es una manera de esconder las debilidades. El sabio tolera todo y no dirá ni una sola palabra. Recuerda que todo lo que te molesta de los otros es una proyección de todo lo que no has resuelto en ti mismo. Sé más bien como el Universo, escuchando y reflejando la energía sin emociones densas y sin prejuicios, porque siendo como un espejo sin emociones, aprendemos a hablar de otra manera, con el poder mental tranquilo y en silencio, sin darle oportunidad de imponerse con sus opiniones personales y evitando que tenga reacciones emocionales excesivas, simplemente permitiendo una comunicación sincera y fluida.

10. Deja que cada quien resuelva sus problemas y concentra tu energía en tu propia vida. Ocúpate de ti mismo en lugar de estar siempre defendiéndote. Cuando tratas de defenderte en realidad estás dándole demasiada importancia las palabras de los otros y le das más fuerza a su agresión. Si aceptas el no defenderte estás demostrando que las palabras de los demás no te afectan, que son simplemente opiniones y que no necesitas convencer a los otros para ser feliz. Conviértete en tu propio maestro y deja a los demás ser lo que son o lo que tienen la capacidad de ser. Dicho en otras palabras, vive siguiendo la vida sagrada del Tao. Respeta la vida de los demás y de todo lo que existe en el mundo. No trates de forzar, manipular y controlar a los otros.

Aportación: IVÁNTerapeuta de Reiki