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viernes, 10 de julio de 2015

Optimismo

En el deporte y en otras áreas no ganan siempre los más dotados sino los más dedicados y los que más ganas ponen.

Ganan los que son entusiastas y perseverantes; los que aprenden de las caídas y son ricos en confianza.

Por eso yo necesito cada día fortalecer mi optimismo con buenas lecturas, y pensamientos positivos. Necesito un filtro para las malas noticias y una gran grabadora para todo lo que brinda ánimo y resolución.

Me conviene alejarme de aquellos que todo lo ven oscuro y que con su negativismo aumentan el mal que critican.

Me hace bien no ver el país o la ciudad con la óptica sombría de ciertos noticieros que jamás destacan todo lo bueno.

Necesito una fe firme y una esperanza sólida para ganar donde pierden los pesimistas y los temerosos.

Cada día tengo el reto y la misión de mirar el sol aunque lo tapen las nubes.

Desconozco a su autor


domingo, 15 de marzo de 2015

¡Optimismo ante todo!

Nada más satisfactorio que conocer, convivir, trabajar, disfrutar y compartir con personas de "Buena Voluntad".

Personas de "Buena Voluntad" son aquellas que verdaderamente tratan de ver sólo el lado bueno de las cosas; que miran con optimismo las posibilidades, que ponen su capacidad por encima de las dificultades que diariamente se viven, que agradecen hasta el más mínimo detalle, y las que se esfuerzan por prestar su colaboración en beneficio de los demás.

Una persona de "Buena Voluntad" siempre es bienvenida en cualquier lugar, e invitada obligada para cualquier evento.
¿Eres tú realmente una persona de "Buena Voluntad?"

El pesimista debilita su capacidad y su voluntad al cargar con el peso inútil de los mensajes negativos que se crea.

Con su ansiedad y negativismo no arregla ninguno de los problemas que él mismo se crea, y se siente, a toda hora, cercado de amenazas de fracaso.

El optimista, en cambio, toma sus asuntos con calma y sabe que puede llevarlos a feliz término.

Con suficiente confianza en Dios, y en sí mismo, el optimista encuentra las orientaciones y la fuerza para lograr todo lo que se propone.

Si eres indeciso o inseguro, comienza ahora mismo a repetirte una y otra vez:

¡Procederé ahora!

¡Lo haré, lo haré bien y ahora!

Hasta que se te grave profundamente en la conciencia, repítelo al despertar, mientras te bañas y te vistes, al mirarte al espejo, al programar cada paso y compromiso de tu día.

Graba profundamente en tu mente la imagen de la persona segura, diligente, proactiva y efectiva que debes ser en todo momento. En poco tiempo empezarás a reaccionar automáticamente a esta afirmación.

Desconozco su autor

miércoles, 8 de mayo de 2013

Hoy seré optimista

En ocasiones una sola palabra, un hecho aislado,
un determinado acto, puede determinar un cambio total en tu vida;
mira atento, con fe, con optimismo y positivismo
cualquier circunstancia que te toque vivir hoy,
pudiera ser la llave de entrada a una mejor calidad de vida
para el resto de tus días.

Hoy podrías conocer a la persona que transformará tu vida,
o hacer el mejor negocio de tu carrera… hoy podría ser…
en cualquier momento.

Debes estar atento, abierto, confiado y optimista.


martes, 19 de marzo de 2013

Este mes no olvides....


1. Ser optimista
Todas las mañanas, párate frente al espejo del baño, mírate fijamente a los ojos y repítete: “Hoy será el mejor día de mi vida”. Convéncete de que la vida te sorprenderá, cambia la expresión de tu cara, dibuja en ella una sonrisa amplia, trata de conservarla todo el día.
2. Hacerte un cambio de imagen
Córtate el cabello, cámbiale el color, ponte una camisa diferente, cambia de perfume, inicia un régimen alimentario, ve al gimnasio y sonríe. Reconoce todas las cosas positivas que también te suceden y aprende a valorarlas. Disfrútalas y apóyate en ellas para salir a la superficie de tu vida cuando te sientas desanimado y pesimista.
3. Evitar sentirse víctima de las circunstancias
Recuerda que tú eres el arquitecto de tu destino y que depende de tu conciencia, responsabilidad y elecciones la posibilidad de cambiar y mejorar tu estilo de vida. Haz algo concreto para salir del cansancio que te agobia y que borra la sonrisa de tu cara, que agacha tus hombros, dobla tu espalda y te aumenta unos años.
4. Practicar el perdón
Una vez más te recuerdo que practicar el perdón de forma consciente y desde el amor, te dará la liberación del peso de la carga emocional que has llevado durante tanto tiempo. Anímate a hacerlo, con voluntad y con el deseo de poner todos tus asuntos afectivos en orden y en paz.
5. Aligerar tu equipaje
Deshazte de las creencias negativas que te limitan y de las actividades que no te gustan. Olvídate de estudiar contaduría si no eres bueno para los números. Todos tenemos un don, encuéntralo y dedícate a compartirlo. Cambia tu manera de interpretar la vida, abre tu mente, atrévete a ir más allá, aprende, practica y disfruta de la aventura de cada día
6. Dejar de preocuparte
Comienza por hacer una lista con todos tus asuntos pendientes. Afrontarlos y resolverlos uno a uno hará que te liberes de la preocupación por no haberlos terminado o por las consecuencias que esto traerá para ti. Recuerda no asumir más compromisos de los que en realidad puedes cumplir, para no sentirte preocupado y tenso la mayor parte del tiempo. Asume la gerencia de tu vida.
Maytte Sepulveda 

miércoles, 12 de diciembre de 2012

Perfeccionista u optimalista ¿quién es más feliz?

Si te hiciera 3 preguntas, ¿cómo las contestarías? Comencemos. Cuando realizas una tarea en tu trabajo, ¿te gusta terminarla de forma perfecta? Y, si practicas un deporte, ¿te gusta ganar siempre y te enfadas cuando algo te sale mal? Y, la tercera: ¿de verdad crees que es necesario contestar a estas preguntas de forma perfecta? La respuesta a estas cuestiones nos dará la clave sobre si eres una persona perfeccionista o no. En caso de que seas perfeccionista, sigo preguntándote ¿te hace ser más feliz?

Según Tal Ben-Shahar, reconocido profesor de psicología positiva de la Universidad de Harvard, no podemos ser realmente felices hasta que no dejemos de obsesionarnos con ser perfectos en todo.

¿Qué? Eso es nuevo, no estoy de acuerdo, puede que estés diciendo. Pues sí, es algo que me dicen muchos de mis clientes o personas que asisten a mis talleres sobre felicidad. Creen que llegarán a ser felices cuando consigan la perfección en sus vidas. Aspiran a un puesto de trabajo ideal (¿existe?), a una familia de foto (¿hay alguna?), una vida social de lujo, una salud de hierro …

El mismo Ben – Shahar nos lo aclara y nos comenta que debajo de esta actitud lo que realmente quiere la persona es controlar absolutamente todo. Pero, se demuestra una y otra vez que esta forma de pensar y actuar no hace más que limitar nuestra felicidad.

¿Cómo se detecta a un perfeccionista?

Rechaza el fracaso: ve el éxito como un camino recto, sin tropiezos. Por ello, se viene abajo con cualquier pequeño o gran inconveniente que surja en el trayecto.

Rechaza las emociones negativas: las intenta anular o negar, pero con ello, hace lo mismo con las emociones positivas.

Rechaza disfrutar de los éxitos que consigue: nunca tiene suficiente y ambiciona con conseguir más y más. No es capaz de reconocer sus victorias y méritos, siempre hay algo que podría hacerse mejor.

Seguro que ahora queda más claro el por qué un perfeccionista no puede conseguirla felicidad. Loque sí hace muy bien es mantenerse en una zona de confort para no fracasar, eliminándose la maravillosa posibilidad de disfrutar de sus emociones. El resultado es que no están nunca satisfechos, por lo que suelen tener niveles bajos de autoestima.

Si te encuentras entre las personas perfeccionistas y deseas cambiar, si conoces a alguien así y quieres ayudarle, te propongo que te conviertas en:

¿Deseas convertirte en un optimalista?

Los perfeccionistas niegan los inconvenientes y sucesos negativos mientras que los optimalistas los aceptan como parte de su crecimiento, cuentan con que para conseguir sus metas deberán superar obstáculos. Saben que el camino hacia el éxito no será recto.

Para un optimalista, el fracaso es el coste inevitable del aprendizaje. El criterio del optimalista se basa en determinar si el resultado conseguido es “bueno” en vez de si es “perfecto”. Cada vez que supera un nuevo obstáculo, se recarga de energía y por ello se motiva para fijarse una meta más alta.

En definitiva, un optimalista agradece lo que le ocurre, tiene más capacidad y probabilidad de ser feliz y disfruta de esto tan importante llamado VIDA.

¿Eres optimalista o perfeccionista? ¿Qué cosas puedes comenzar a aceptar en tu vida que no sean perfectas? Te animo a pensarlo.


Directora Coordinadora del Programa Máster en Coaching Personal y Ejecutivo (UCJC) Experta en PNL Máster en Coaching (Uni. Anthony Robbins) Coach Personal y Ejecutivo y Socia fundadora de Con-fluir