viernes, 7 de diciembre de 2012

¿Qué significa amarse uno mismo?

No se debe empezar por amarse a uno mismo, porque tú no sabes quién eres. ¿A quién vas a amar? Si empiezas por amarte a ti mismo, amarás sólo a tu ego, que no eres tú; es una personalidad falsa. Casi todo el mundo ama su personalidad; todo el mundo ama su ego. Hasta la mujer más horrible, si le dices: “Qué bonita eres”, no se negará a aceptarlo.

Cuántas cosas que sabes perfectamente bien que no son verdad has admitido. La gente dice que eres muy cariñoso, sincero, noble, majo y honesto; y nunca lo niegas. Este no es el amor del que yo hablo. Sí. Me gustaría que te amaras a ti mismo, porque hasta que no te ames a ti mismo no puedes amar a nadie más. Y si no te has amado a ti mismo, no sabes lo que es amor. Pero antes de poder amarte a ti mismo tienes que conocerte; por eso el amor es secundario y la meditación es primordial.

El milagro es que si meditas, y poco a poco te sales del ego y de tu personalidad y descubres tu auténtico ser, el amor vendrá por sí mismo. No tienes que hacer nada, es un florecimiento espontáneo. Pero sólo florece en cierto clima, y a ese clima yo le llamo meditación. En un clima de silencio, de repente verás que miles de flores se abren en tu interior, y su fragancia es el amor. Naturalmente, primero te amarás a ti mismo, porque ese será tu primer encuentro. Primero serás consciente de la fragancia que está surgiendo en ti, la luz que ha nacido en ti, y la felicidad que cae sobre ti. Luego, el amor se volverá tu misma naturaleza. Entonces amarás a muchos; lo amarás todo.

Osho

Una gota mas

POR MAS DIMINUTA QUE PAREZCA,CADA GOTA DE CONCIENCIA,QUE SE SUMA.EXPANDE Y ELEVA LA VIBRACIÓN PLANETARIA

Unas tras otras, las gotas van cayendo. Nada parece transformarse. El goteo es casi imperceptible. El cansancio y la desolación dicen presente. El paisaje desértico de esperanzas crea la falsa ilusión de que nada va a cambiar. El vacío interior se agiganta. Las gotas siguen cayendo, expanden su vibración. La mente sostiene que todo está perdido. El corazón no se deja engañar, escucha cómo las gotas continúan brotando y ríe de felicidad. Su sabiduría le anuncia que el río está emergiendo. Libere sus compuertas. Ayude a que el agua corra. Sume para que el río de la conciencia espiritual irrumpa en todo su esplendor.

Las gotas son todas aquellas cosas que nos ayudan a ser más humanos y nos permiten armonizar con la existencia. Los buenos actos son gotas. Las caricias son gotas. Los pensamientos positivos son gotas. Los abrazos, las palabras de aliento, los rostros felices. Gotas... Las acciones conscientes, las oraciones, las meditaciones, la ayuda desinteresada, los gestos de sensibilidad. Gotas... El saber compartir, aprender a valorar, el respeto por uno mismo. Gotas... La fe, la humildad, la confianza, la esperanza, el amor. Gotas... Todas son gotas que reflejan una nueva humanidad. Son gotas que acrecientan y vivifican el río de la conciencia espiritual que está transformando la vibración del planeta.

El futuro nace del presente. Nuestras decisiones co-crean. Si sólo sembramos discordia, odio, pesimismo, sufrimiento y frustración ¿qué cree que cosecharemos? Sus gotas, aunque parezcan simples, aunque las perciba insignificantes o débiles, hacen la diferencia. Son como semillas de luz que transforman y ayudan a que el futuro no se manifieste desalmado.

Fluir con esta corriente, que conduce al océano de la existencia, entraña desafíos que nos permiten crecer y nos impulsan a continuar evolucionando. Implica aventurarse en terrenos desconocidos. El río nos invita a desaprender para seguir aprendiendo, porque sólo lo que se vacía puede volver a llenarse. Sus piedras no son dificultades, sino oportunidades disfrazadas que nos ayudan a elevar.

No permita que estas frases queden sólo en el plano mental. Tírese al agua. Abra su corazón. Arriésguese. Cuando se sumerja en este río de conciencia verá cómo las vivencias se transforman en maestras multidimensionales que le ayudarán a experimentar una realidad que transformará su vida.

Existen innumerables formas de contribuir a que este incipiente caudal se torne aún más cristalino. Si nos animamos a reconocer nuestro lado más oscuro, si trascendemos nuestras limitaciones y transmutamos los miedos que nos mantienen cautivos ya estamos ayudando. Lo mismo si ponemos conciencia en cada uno de nuestros actos y desplegamos, sin reservas, nuestro potencial para materializar una realidad que esté acorde con lo más puro de nuestro ser.

¿Por qué se preocupa tanto? Haga lo que haga, los demás siempre hablarán. Ellos no son enemigos, son maestros que nos impulsan a trascender la careta social. ¡Vamos, rómpala! ¡Tírela! Deje que su ser interno lo guíe y lo instruya. Escuche la voz que emana desde el centro de su pecho. Siga sus consejos, son inmaculados. No importa que algunas personas se le rían en la cara y lo desacrediten. Muchos disfrazan de ese modo el temor que les provoca el cambio.

Vamos... anímese. Juegue. Suéltese. Disfrute. Recupere su inocencia. Mire a la vida con ojos nuevos. Explore su interior. Conózcase. Restablezca su vínculo con la naturaleza. Aliviane su mochila. Expanda su divinidad. Despierte. Redescubra su magia interna. Equilíbrese. Ayúdese a cambiar. Permítase soñar. Sáquele el polvo a sus talentos. Multiplique sus dones. Respete su sentir. ¡Viva! Empiece a sanar.

Preste atención. Sienta cómo el río de la conciencia late con cada pensamiento de luz que recorre su cuerpo. El agua renueva y purifica. Inhale su perfume, es pulsión de vida. Observe con el corazón y comprobará que no existen las divisiones. Somos Uno. El río se compone de millones y millones de gotas que danzan en la unidad, más allá de todo ego.

Vamos… transforme su desierto. No deje que sus gotas se esfumen bajo el sol abrasador de la indiferencia y el desgano. Viértalas en el río de la existencia. Cierre sus ojos y facilite que el murmullo de las aguas guíe sus pasos. Descubra que nunca puede encontrar afuera lo siempre estuvo dentro. Sí, ya lo sabía, es cierto. Simplemente lo había olvidado, el río está en su interior. Permita que el agua corra. Derrumbe sus compuertas. No tema. Abra su corazón de par en par, para que el agua penetre y lave sus heridas. Renazca. La existencia, agradecida: una gota más.

JULIO ANDRES PAGANO

Piensa en positivo

Lo que ocurre en nuestras vidas a nivel físico: trabajo, economía, vida social, incluso nuestro peso; es un reflejo de lo que ocurre interiormente dentro de nosotros a nivel mental o emocional. Reflejamos fuera lo que ya está dentro. Hay una ley que dice que toda creación física es precedida por una creación mental. De ahí la importancia de nuestros pensamientos.

Se dice que somos lo que pensamos. Muchos de nosotros creemos que los pensamientos no pueden ser gestionados, que nuestra mente funciona en automático. Pero esto está muy lejos de la realidad. Nuestros pensamientos condicionan nuestras vidas. Según pensamos, así nos sentimos y por consiguiente así actuamos.

Como ya nos decía Einstein hace algunos años “Tonto es aquél que espera resultados distintos, haciendo a diario las mismas cosas”. Si deseas que tu vida cambie, necesitas empezar por pensar de forma diferente.

Hay estudios que nos indican que nos volvemos adictos a nuestras propias emociones, y estas a su vez son fruto de nuestra forma de pensar. Hay personas que tienden a estar deprimidas, a verlo todo negro, a no ver soluciones en ninguna parte; mientras que otras siempre están alegres y ven el vaso medio lleno. La realidad en muchas ocasiones es igual para ambos tipos de personas, pero la forma en que la “vemos”, la interpretamos, produce una gran diferencia en nosotros y en nuestras vidas.

Veamos esto con un ejemplo, estamos viviendo momentos de cambio, de incertidumbre, de crisis; esta es la realidad. Ahora bien, la interpretación que hagamos de estos hechos es lo que va a cambiar la calidad de nuestras vidas. Usted puede interpretar la crisis como algo malo. Como cambios que modifican nuestro quehacer diario o por el contrario como un reto, una manera de cambiar para poder avanzar. Por tanto esta diferencia de interpretación es la que nos pone en una predisposición o en otra a la hora de actuar.

En realidad la única crisis real es la tragedia de no querer luchar para superarla.


Montse Hidalgo
Directora Coordinadora del Programa Máster en Coaching Personal y Ejecutivo (UCJC) Experta en PNL Máster en Coaching (Uni. Anthony Robbins) Coach Personal y Ejecutivo y Socia fundadora de Con-fluir