sábado, 15 de marzo de 2014

Cómo concentrar la intención

La mejor manera de concentrarnos en las intenciones
consiste en escribirlas.
Aunque éste puede parecer un primer paso obvio,
muchas personas lo ignoran.
Como resultado, sus intenciones frecuentemente carecen de concentración y por ello no se cumplen.

Ve a un lugar tranquilo donde no seas molestado.
Escribe lo que quieres en todos los distintos niveles del deseo.
Incluye deseos materiales, de relaciones, de autoestima,
de gratificación del ego, espirituales.
Sé lo más concreto que puedas.

Pregúntate que quieres en el nivel material
en cuanto a abundancia y afluencia.
¿Quieres tener una casa propia de cuatro recámaras?
Escribe eso.
¿Quieres tener la capacidad de mandar a tus hijos a la universidad?
Escribe eso.
Piensa también en tus deseos de gratificación sensual:
oído, tacto, vista, gusto, olfato y sensualidad,
cualquier cosa que complazca tus sentidos.
Pregúntate que quieres en el ámbito de las relaciones.
Escribe tus deseos para todas ellas:
compañeros sentimentales, hijos, padres,
amigos y relaciones profesionales.

Escribe qué quieres en cuanto a logros o reconocimiento personal.
Identifica qué quieres en un nivel más universal.
¿Cómo puedes ayudar?
¿Qué quieres hacer con tu vida desde el punto de vista
de tu sociedad, tu país, tu civilización?
¿Con qué quieres contribuir?
Escribe lo que quieres en cuanto a descubrir tu sentido
más elevado del yo. ¿Quién quieres ser?
¿Qué espiritualidad quieres incorporar a tu vida?.
Escribe todo lo que desees en una hoja de papel.
Agrega o elimina deseos de tu lista conforme
vayan cambiando o se cumplan.

Medita sobre cómo sería la vida si todos estos deseos
se cumplieran. Ve si puedes generar visiones interiores
de satisfacción genuina, en los niveles material y espiritual.
No te preocupes por tener estas visiones en algún orden
en particular, ni porque sean realistas o no.
Sólo aprécialas, siéntelas con los cinco sentidos.
El objetivo es lograr una atención congruente
en estos niveles de aspiración.
Cuando hay esa clase de congruencia,
el diálogo interno es muy poderoso y claro;
te ayudará a alcanzar la conciencia de unidad.

Las intenciones no necesitan atención constante,
pero sí necesitan mantenerse concentradas.
Éste es un hábito que puedes desarrollar con el tiempo.
Mira tu lista una o dos veces al día.
Léela inmediatamente antes de meditar.
Cuando entras en meditación silencias al yo.
El ego desaparece. Como resultado,
te desvinculas de los resultados,
no te involucras en los detalles y permites que el poder infinito
de organización de la inteligencia profunda organice
y cumpla por ti todos los detalles de tus intenciones.
La clave consiste en retirarse del nivel del ego,
del nivel del yo y de la autoestima,
permitir que la inteligencia no circunscrita organice
el cumplimiento de tus deseos, a través de la sincronicidad.

Conforme empieces a ver el cumplimiento de tus intenciones,
tus intereses egoístas disminuirán porque sabrás
que puedes tenerlo todo.
Cuando tienes suficiente comida no te obsesionas
con comer todo el tiempo. Con las intenciones pasa lo mismo.
Cuando sabes que su cumplimento es posible,
piensas menos en tus necesidades personales
y más en las del resto del mundo.
Éste es un proceso que pasa por varias etapas.
Sé paciente, pero observa cómo empiezan a ocurrir milagros.

Deepak Chopra