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viernes, 17 de octubre de 2014

Hábitos para dirigir tu Vida

Jose Mª Acosta nos sintetiza en 7 hábitos constructivos que podemos cultivar para gestionar nuestro tiempo y dirigir un poco mejor nuestras vidas.

Son sencillos de comprender, pero requieren cierta disciplina el aplicarlos correctamente. Aplicando los hábitos podemos lograr más con menos esfuerzo, tanto a nivel personal como profesional.

A continuación pasamos uno por uno por los 7 hábitos.
  1. Hábito nº1: Decide adonde quieres ir. Es decir, tus objetivos: si desconoces tu destino, es probable que llegues a otro sitio que quizá no te guste. Piensa en ti mismo, en tu Familia y en tu trabajo y fíjate objetivos para cada uno. Deben ser motivadores, claros, con un plazo en el tiempo y retadores, pero alcanzables. Escríbelos y mantenlos a la vista: te inspirarán y te guiarán.
  2. Hábito nº2: Decide qué debes hacer para llegar allí. Desglosa tus objetivos en etapas, estableciendo proyectospara alcanzarlos. Asume que no puedes hacer todo cuanto desearías, lo que obliga a elegir. Comienza por el largo plazo, sigue por el medio plazo y finalmente el corto. Tus proyectos son los eslabones que te conducirán hacia tus objetivos.
  3. Hábito nº3: Comienza por lo más importante. Evita la tentación de comenzar por lo más fácil, cómodo, agradable o conocido. Anticipa lo importante antes de que se convierta en urgente. Adelántate a los posibles problemas para jugar con ventaja. Perder el tiempo es hacer cosas menos importantes que las que podrías hacer.
  4. Hábito nº4: Asigna a cada cosa el tiempo justo. Programa el tiempo y no las tareas. Y no lo agotes, ya que debes contar con los imprevistos. Busca la perfección en el conjunto y no en cada tarea: el conjunto incluye lo social, lo afectivo, lo económico: tu vida. Delega siempre que puedas y ten paciencia.
  5. Hábito nº5: Sigue tu programa. Prepara un programa semanal y los pasos que des irán realizando los proyectos que derivan en esos objetivos propuestos. Actúa según tu iniciativa, tu criterio. Aprende a decir que no en determinados momentos. No pospongas lo que es difícil o te desagrada, sobre todo si es importante.
  6. Hábito nº 6: Concéntrate en un sólo asunto y termínalo. La actividad se acaba convirtiendo en una trampa: se está tan enfrascado en lo que se hace y en el estar ocupado quese acaba olvidando para qué lo estamos haciendo: los objetivos. No cuenta lo que trabajas o lo que te propones, sino lo que terminas. Evita interrupciones, no saltes de un asunto a otro, manten ordenadas tus cosas y evita las interrupciones. Convierte en un hábito el preguntarte si lo que vas a hacer ahora es lo mejor que puedes hacer.
  7. Hábito nº7: Hazte la vida más fácil. Tu tiempo es tu vida: no lo malgastes. Cuida tu cuerpo (alimento, ejercicio, descanso), tu ánimo (evita las preocupaciones en la medida que puedas, así como el estrés) y organízate debidamente. Lograrás más con menos esfuerzo. Lograrás lo que te propongas.
Hazte la vida más fácil. En esta frase se resume el mensaje que tenemos que absorber e intentar en la medida de lo posible hacerlo nuestro. Tenemos que trabajar, tenemos responsabilidades y problemas que afrontar, tenemos que realizar numerosos esfuerzos, muchas veces sin beneficio y a veces carentes de motivación. Pero nuestra actitud debe ser constructiva y positiva, nuestras vidas se merecen el ser disfrutadas. Quizá alguno de estos 7 hábitos que nos proponen nos hagan ver cómo podemos mejorar una parcela de nuestra vida, sea personal o profesional, pero debemos intentar aprender de nuestros errores y mejorar, tanto nosotros mismos como nuestro alrededor.

Fuente: Motivalia


miércoles, 8 de octubre de 2014

El autobús y el ferrocarril

En la plaza de la estación del ferrocarril, un autobús esperaba a los viajeros que debían llegar en el tren de las 9 de la mañana. Este llego con toda puntualidad y, durante los minutos en los que el tren aguardaba a que le dieran la salida el autobús iba recibiendo a los pasajeros y sus equipajes, ambos entablaron esta conversación:

-Querido autobús, tu haces lo que te viene en gana; puedes circular con plena libertad; vas por donde te apetece; se te antoja girar a la izquierda o a la derecha , nadie ni nada te lo impide; tu eres libre de verdad . ¡Que suerte tienes! Yo, en cambio, siempre estoy sujeto a estas vías de hierro; ¡Que desgracia la mía si intentara salirme de estos rieles que marcan inexorablemente mi camino!

-¡Cuanta razón tienes, viejo amigo ferrocarril! Yo puedo escoger mi ruta y cambiarla cuantas veces lo desee; puedo descubrir lugares nuevos, horizontes insospechados; incluso, si me apetece, me detengo en una pradera verde y descanso un ratito mientras mis ocupantes toman su almuerzo. Es cierto, pero no todo es tan bonito.
¿ Tú sabes la cantidad de peligros a los que estoy expuesto a cada instante?
Debo andar de ojo avizor en cada paso que doy; los otros vehículos me asaltan por todos lados. ¡Ay de mí, si me distraigo un segundo! ¿Y si me salgo de la carretera? ¿ Y si me arrimo demasiado a la cuneta? ¿Y si me deslumbra el automóvil de enfrente? La catástrofe puede ser monumental.

-Es verdad, no se me había ocurrido. Mi sumisión a la vía reduce mi libertad, pero aumenta mi seguridad. Puedo circular kilómetros y kilómetros con los ojos cerrados y puedo alcanzar velocidades de en sueño...siempre que no me salga de mis pulidos rieles. No soy dueño de mi dirección: mi itinerario me lo marcan los demás; y los cambios de agujas me solucionan las encrucijadas que me podrían hacer dudar.

-Si, viejo tren. Nos ocurre como a las personas ¿sabes? A mas libertad, mas riesgos, mayores peligros, mas responsabilidad ante las decisiones. Es muy bello ser libre, pero también es muy difícil. El precio que hay que pagar por la libertad es altísimo, pero vale la pena.

El dialogo quedo interrumpido por el silbido del jefe de estación que daba la salida al tren. Al mismo tiempo alguien, dentro de un taxi preguntaba en voz alta:

-¿ Por donde vamos a pasar?

Desconozco a su autor

sábado, 28 de junio de 2014

Actitud Positiva

Nuestras actitudes en todo lo que pensamos, decimos y hacemos, repercutirán siempre en nuestra actitud emotiva, por ende con quienes interactuamos.

Cuando un ganador comete un error, dice: "Yo me equivoqué", y aprende del error.
Cuando un perdedor comete un error, dice: "No fue mi culpa".

Un ganador trabaja fuerte e inteligentemente, y aún así tiene más tiempo.
Un perdedor está siempre muy ocupado para hacer lo que es necesario.

Un ganador enfrenta, razona y supera el problema.
Un perdedor le da vueltas y nunca logra pasarlo.

Un ganador se compromete y actúa en consecuencia.
Un perdedor hace promesas pero no actúa y saca disculpas para no hacerlo

Un ganador dice ante una tarea concluida: "Soy bueno, pero puedo hacerlo muchísimo mejor".
Un perdedor dice: "Yo no soy tan malo como muchas otras personas".

Un ganador escucha, comprende y responde proactivamente.
Un perdedor sólo espera hasta que le toque su turno para hablar y es reactivo a lo que los demás dicen.

Un ganador respeta y escucha a todas las personas y aprende de ellas.
Un perdedor se resiente con los que saben más que él y trata de encontrarles sus defectos.

Un ganador se siente responsable por algo más que su trabajo.
Un perdedor no colabora y siempre dice: Yo estoy cumpliendo con mi trabajo.

Un ganador comparte este mensaje con sus amigos.
Un perdedor lo guarda sólo para sí mismo.

domingo, 20 de abril de 2014

Sólo por hoy

1.- ...Seré feliz. Expulsaré de mi espíritu todo pensamiento triste. Me sentiré más alegre que nunca. No me lamentaré de nada. Hoy agradeceré a Dios la alegría y la felicidad que me regala.
2.- ...Trataré de ajustarme a la vida. Aceptaré el mundo como es y procuraré encajar en él. Si sucede algo que me desagrade no me lamentaré ni me mortificare, agradeceré que haya sucedido porque se puso a prueba mi voluntad de ser feliz. Hoy seré dueño de mis nervios, de mis sentimientos, de mis impulsos. Para triunfar tengo que tener dominio de mi mismo.
3.- ...Trabajaré alegremente, con energía , animo y pasión. Haré de mi trabajo una diversión. Comprobaré que soy capaz de trabajar con alegría. Comprobaré mis pequeños triunfos. No pensaré en los fracasos.
4.- ...Seré agradable. No criticaré a nadie. Si comienzo a criticar a una persona cambiaré la crítica en elogios. Toda persona tiene sus defectos y sus virtudes. Concentraré mi atención en sus virtudes y olvidaré sus defectos. Hoy evitaré las discusiones y conversaciones desagradables.
5.- ...Voy a eliminar dos plagas: la prisa y la indecisión. Hoy viviré con calma y paciencia, porque la prisa es enemiga de una vida feliz, y triunfare. No permitiré que la prisa me acose ni que la impaciencia me abrume. Hoy tendré confianza en mi mismo. Le haré frente a todos los problemas con decisión y voluntad, y no dejaré ninguno para mañana.
6.- ...No tendré miedo, actuaré valientemente. El futuro me pertenece. Hoy tendré confianza en que Dios ayuda a los que luchan y trabajan.
7.- ...No envidiaré a los que tienen más dinero, más belleza o más salud que yo. Contaré mis bienes y nos mis males. Compararé mi vida con otros que sufren más.
8.- ...Trataré de resolver los problemas de hoy. El futuro se resuelve así mismo. El destino pertenece a los que luchan. Hoy tendré un programa que realizar; si algo me queda por hacer, no desesperaré, lo haré mañana.
9.- ...No pensaré en el pasado. No guardaré rencor a nadie. Practicaré la ley del perdón. Asumiré mis responsabilidades y no echaré la culpa a nadie por mis problemas. Hoy comprobaré que Dios me ama y me premia con amor.
10.- ...Haré una buena acción a alguien. ¿A quien? Buscaré a alguien para hacerlo, sin que lo descubran y, al llegar la noche, comprobare que Dios me ha premiado con un día lleno de felicidad. ...Y de mañana haré un día como hoy...

Sólo por hoy trataré de no enfadarme porque las cosas no sean como yo deseo....

Decálogo de: Francisco Antonio Zea Pérez

martes, 8 de abril de 2014

Los Siete Hábitos de la Excelencia

1.SABER ESCUCHAR: para acercarnos a los demás, el primer paso es tener la capacidad de escuchar, las personas desean ser escuchadas. La gente va por la vida buscando un confidente, pero todos pretendemos hablar y nadie dedicarse a escuchar.
La calidad humana empieza por escuchar, por el puro interés de servir. Nuestra capacidad de estar cerca de los demás depende de nuestras capacidad de escucharlos. 

2.SABER HABLAR: si sabes escuchar ya dimos el primer paso, ahora nos toca saber como utilizar las palabras, es decir, saber hablar.
Para lograr una comunicación excelente es necesario estar siempre alertas, estando siempre conscientes de lo que decimos. La pérdida de la excelencia en la comunicación nos lleva a ofender a las personas y apartarnos de ellas.
El decir con excelencia nos da el máximo don humano: la comunicación. 

3.SABER MOTIVAR: es consecuencia de los dos primeros hábitos, si en verdad sabemos escuchar y sabemos qué decir, la motivación será lo más fácil. Motivar en realidad es fácil, pero con control de nosotros mismos.

4.SABER DOMINARSE: la maestría en el dominio surge en la práctica de los tres hábitos anteriores. Pero el auténtico, profundo y verdadero dominio surge con la continuidad. Vivir de instante en instante es excelencia es dominarnos a nosotros mismos. 

5.SABER CRECER Y APRENDER A VIVIR: el que se domina y vence a sí mismo esta lleno de sabiduría interior.
El verdadero sabio, amante de la excelencia, va por la vida aprendiendo de los demás, dispuesto a escuchar y a hablar con excelencia.
La norma básica de la sabiduría es la humildad. Cuando nuestros conocimientos por muy amplios que sean, no están provistos de valores ,entonces carecemos de humildad. El sabio ni ofende ni humilla, porque es generoso con el que no sabe.
Nuestros conocimientos deben acercarnos a las personas. La clave es compartir con los demás lo que sabemos para que todos lo sepan. Si no perdemos nuestra capacidad de aprender, seremos humildes. 

6.SABER TRABAJAR: el trabajo es mucho más que una necesidad. Todos tenemos una vocación: ser madre, maestro, político, sacerdote, militar, todos debemos seguir el llamado interior que nos impulsa a realizar nuestras vidas. Todos tenemos aficiones.
Pero llevamos una vida tan cansada y monótona que no sabemos vivir. El trabajo es una esclavitud y trabajamos sin voluntad, mecánicamente, observamos quebrantados nuestros sueños de la infancia ó de la juventud, por perder la capacidad de la superación personal.
Solo la calidad humana nos ayudará a superarnos. La búsqueda de excelencia en el ámbito laboral, moral, social; es estar juntos, trabajar en equipo con sentido de pertenencia y amor al grupo, a la familia ó a la nación. 

7.SABER IR AL INTERIOR: cuando logremos vivir los seis hábitos anteriores, estaremos preparados para recorrer un camino más profundo.
Es la práctica de la reflexión interior y del diálogo interno en dónde nos conocemos a nosotros mismos. En ese viaje interior nos daremos cuenta si estamos satisfechos cono nosotros mismos.
De mi depende ser el dueño de mi propio destino, dirigir mi propia vida como dueño absoluto de mi voluntad, de mi ente y de mi cuerpo por el camino que yo decida, guiado por los valores que conducen a la excelencia.

S. COVEY

lunes, 17 de marzo de 2014

Autoestima sana para vivir felices

La Autoestima es el concepto que tenemos de nosotros mismos y según esto será como nos sentiremos, como nos relacionaremos con los demás, lo que esperaremos de la vida y lo que podremos dar.

Si crees que eres poco valiosa y que no tienes nada de especial, atraerás personas que piensen lo mismo, maltratándote, castigándote o incluso menospreciándote; esperarás de la vida lo peor porque crees que no mereces algo mejor y darás poco de ti porque piensas que a nadie le interesará lo que tengas para ofrecer. Todo esto te genera sentimientos de dolor, frustración, desesperanza y bronca, y a su vez, estos sentimientos generan más pensamientos negativos con respecto a tu escaso valor como persona y así te mueves en un círculo vicioso del que te cuesta escapar.

Para salir de ésta situación debes modificar el concepto de ti misma y para ello te expongo unas sencillas pautas:

Acéptate: tienes que aceptar que eres un Ser único, con puntos fuertes y débiles. Pretender ser de otra forma solo te llenará de frustración.

Presta atención a tus necesidades: vivir pendiente de los demás y no hacerse cargo de las propias necesidades, por temor a sentirse egoístas, no te hace mejor persona, al contrario, te llena de frustración y ocasiona que exijas de los otros lo que tú les das a ellos.

Festeja tus logros: por pequeños que puedan parecerte cada cosa hecha es un triunfo ya que implicó tomar decisiones acertadas y actuar en consecuencia. Si bien algunas cosas pueden parecerte insignificantes son una muestra de todo lo que puedes alcanzar.

Perdónate por los errores: cada equivocación te acerca al acierto.

No puedes aprender lo que es correcto o bueno para ti sin saber lo que no es correcto o malo.

Cuando de niños aprendemos a caminar nos caemos y golpeamos muchísimas veces pero eso es imprescindible para que nuestra necesidad de lograrlo sea el impulso que necesitamos.

No te culpes por los desaciertos, solo piensa que fueron necesarios para moverte hacia el éxito.

Halágate: empieza a apreciar todo lo bueno que hay en ti, todo lo que hace que seas el hermoso ser que eres.

No pretendas que otros noten las virtudes que tu misma no valoras. Cuando comienzas a notarlas tu primero crearás una energía que los demás vislumbrarán y elogiarán.

Intenta dar pequeños pasos: cuando te aceptas como eres también reconoces aquello que te daña y necesitas modificar, entonces es momento de realizar algunos cambios que te hagan sentir mejor. Todo cuenta, cada acto que ejecutes o cada pensamiento negativo que logres cambiar irán marcando una diferencia. No busques que todo cambie vertiginosamente.

Un paso tras otro te arrimará a la meta.

Todos estos pasos ayudarán a que empieces a sentir confianza en tus habilidades y capacidades y que descubras que en verdad ya eres muy especial. Así el concepto negativo que poseías irán dando lugar a una autoestima sana y fuerte que te hará vivir feliz!!

Si deseas más información ingresa en www.imagenyautoestima.com.ar

Andrea Martínez.

La pareja y el crecimiento personal

La pareja que tienes en la actualidad es la persona que atrajiste en el momento en que ambos vibraban en una frecuencia parecida y que hizo resonancia común y suficiente para querer voluntariamente unirse y formar la pareja que hacen hoy.

Las experiencias que viven juntos y el tiempo que transcurre, inevitablemente trae cambios en los dos. Los cambios se darán siempre en diferente velocidad y dirección en ambas personas. Cuando los dos han estado dispuestos a acomodarse a los cambios y han estado dispuestos a profundizar y crecer, la relación se va fortaleciendo y desarrollando en armonía suficiente para que la pareja goce del crecimiento personal en cada uno y en la interrelación que van formando día a día. Ellos han sido capaces de regar el amor para que sus flores se manifiestan libres entre la maleza.

En otros casos, los cambios que cada uno experimenta se desarrollan a distintos ritmos y en un grado que no ha podido ser asimilado con la suficiente madures en uno o en los dos integrantes de la pareja. En estas circunstancias es cuando comienzan a aparecer los inconvenientes, las quejas y los reclamos. Si atendemos los reclamos, las cosas pueden resolverse suavemente, pero se requiere más dedicación de la que naturalmente se había considerado. Hace falta tener la voluntad para penetrar el terreno difícil, la voluntad para adentrarse en lo que quizás nunca se había mirado, posiblemente cosas muy llenas de energías estancadas y a veces repletas de dolor.

Algunas veces no sabemos que podemos mirarnos para mejorar. Muchas personas jamás se han mirado, jamás han tenido la maravillosa oportunidad de desprenderse de creencias erróneas o limitantes y ni siquiera ha pasado por sus mentes la solo idea de revisarse y mejorar. Otras veces no sabemos en qué podemos mejorar, comprendemos que podemos hacer algo, pero no alcanzamos a ver exactamente lo que es. Otras cuantas veces pensamos que no necesitamos mejorar, que nosotros estamos perfectos, que somos los más sabios dentro de la relación y damos por sentado que es el otro el que debe mejorar.

Adentrarse en el conflicto es el próximo paso, paso que muchos no pueden o no quieren dar. Puede ser muy complicado, mucha tarea, mucho remover, para una relación que a veces ya se da por terminada en los primeros inconvenientes, para salir a buscar otra persona que pueda darnos la verdadera posibilidad de formar la pareja que andamos buscando.

Si alguien ha atraído una pareja que le maltrata, es claro que esa pareja suya tiene temas que mejorar, pero también es claro que la persona que atrae ese tipo de personas tiene un aprendizaje pendiente, saber que tiene derecho y que es merecedor de toda la paz y la armonía que una relación madura le pueda proporcionar.

Podemos determinar que la persona que es nuestra pareja ya no nos queda bien, pero antes de retirarnos y finalizar todo, es de vital importancia saber que hemos aprendido a revisarnos, que hemos aprendido a elegir mejor, que hemos aprendido a tener una mas alta vibración, que hemos superado alguna cosa interna. De esta manera, la próxima pareja que atraeremos será la persona que esté vibrando resonante a nuestro nuevo estado. Si no has aprendido nada, si no has elevado tu vibración en lo más mínimo, atraerás una persona con la que se provocarán las mismas situaciones anteriores, lo mismo de lo mismo y así será hasta que no decidas mirarte, aprender, crecer y madurar.

Patricia González

Tu Coach, para lograr los cambios que desees.

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patricia@yovivo.cl

sábado, 15 de marzo de 2014

Cómo concentrar la intención

La mejor manera de concentrarnos en las intenciones
consiste en escribirlas.
Aunque éste puede parecer un primer paso obvio,
muchas personas lo ignoran.
Como resultado, sus intenciones frecuentemente carecen de concentración y por ello no se cumplen.

Ve a un lugar tranquilo donde no seas molestado.
Escribe lo que quieres en todos los distintos niveles del deseo.
Incluye deseos materiales, de relaciones, de autoestima,
de gratificación del ego, espirituales.
Sé lo más concreto que puedas.

Pregúntate que quieres en el nivel material
en cuanto a abundancia y afluencia.
¿Quieres tener una casa propia de cuatro recámaras?
Escribe eso.
¿Quieres tener la capacidad de mandar a tus hijos a la universidad?
Escribe eso.
Piensa también en tus deseos de gratificación sensual:
oído, tacto, vista, gusto, olfato y sensualidad,
cualquier cosa que complazca tus sentidos.
Pregúntate que quieres en el ámbito de las relaciones.
Escribe tus deseos para todas ellas:
compañeros sentimentales, hijos, padres,
amigos y relaciones profesionales.

Escribe qué quieres en cuanto a logros o reconocimiento personal.
Identifica qué quieres en un nivel más universal.
¿Cómo puedes ayudar?
¿Qué quieres hacer con tu vida desde el punto de vista
de tu sociedad, tu país, tu civilización?
¿Con qué quieres contribuir?
Escribe lo que quieres en cuanto a descubrir tu sentido
más elevado del yo. ¿Quién quieres ser?
¿Qué espiritualidad quieres incorporar a tu vida?.
Escribe todo lo que desees en una hoja de papel.
Agrega o elimina deseos de tu lista conforme
vayan cambiando o se cumplan.

Medita sobre cómo sería la vida si todos estos deseos
se cumplieran. Ve si puedes generar visiones interiores
de satisfacción genuina, en los niveles material y espiritual.
No te preocupes por tener estas visiones en algún orden
en particular, ni porque sean realistas o no.
Sólo aprécialas, siéntelas con los cinco sentidos.
El objetivo es lograr una atención congruente
en estos niveles de aspiración.
Cuando hay esa clase de congruencia,
el diálogo interno es muy poderoso y claro;
te ayudará a alcanzar la conciencia de unidad.

Las intenciones no necesitan atención constante,
pero sí necesitan mantenerse concentradas.
Éste es un hábito que puedes desarrollar con el tiempo.
Mira tu lista una o dos veces al día.
Léela inmediatamente antes de meditar.
Cuando entras en meditación silencias al yo.
El ego desaparece. Como resultado,
te desvinculas de los resultados,
no te involucras en los detalles y permites que el poder infinito
de organización de la inteligencia profunda organice
y cumpla por ti todos los detalles de tus intenciones.
La clave consiste en retirarse del nivel del ego,
del nivel del yo y de la autoestima,
permitir que la inteligencia no circunscrita organice
el cumplimiento de tus deseos, a través de la sincronicidad.

Conforme empieces a ver el cumplimiento de tus intenciones,
tus intereses egoístas disminuirán porque sabrás
que puedes tenerlo todo.
Cuando tienes suficiente comida no te obsesionas
con comer todo el tiempo. Con las intenciones pasa lo mismo.
Cuando sabes que su cumplimento es posible,
piensas menos en tus necesidades personales
y más en las del resto del mundo.
Éste es un proceso que pasa por varias etapas.
Sé paciente, pero observa cómo empiezan a ocurrir milagros.

Deepak Chopra

lunes, 31 de diciembre de 2012

Se negocia todo menos el ser

Gracias como siempre por el amor, por la búsqueda de algo mas que lo que ofrece el mundo, algo que vaya mas allá de una relación efímera, periférica, de promesas rápidas y resultados que nos hacen caer en nuevas adicciones, esperando siempre que alguien o algo llene el hueco, que solo nuestra comprensión de quienes somos realmente, podría cubrir. Estamos recorriendo el país, y la gente viene ávida de lograr ese cambio, es conmovedora la búsqueda a veces desesperada, de algo mas sustancioso, que la expectativa diaria de como distraer a la mente, o tener la aceptación del mundo, y sin embargo nos cuesta tanto, dejar de ceder todo el tiempo, lo mas preciado que tenemos en este juego, que es la libertad, queremos poseer al otro, y en ese mismo acto, instantáneamente nos perdemos a nosotros mismos.

Creemos, con una mente afiebrada que el otro en un punto nos pertenece, un hijo, una pareja, aquel que el día nos traiga, e intentamos que nuestras creencias se impongan sobre el; creencias absolutamente fallidas por otra parte, porque jamás nos hicieron felices a nosotros mismos, y a pesar de eso, las seguimos repitiendo en forma reiterada, automática, patética, como queriendo convencernos de que mas vale malo conocido , que bueno por conocer. Seguimos dependiendo de la mirada de los otros, del gusto de los otros, de la opinión de los otros, seguimos comprando y vendiendo, nuestro derecho a ser apreciados, convocados, considerados. Queremos gustar afuera, porque todavía no hemos descubierto nuestros tesoros internos, los únicos reales, los recursos ilimitados, con los que vinimos a este plano, y que todavía permanecen dormidos, en estado de hibernación, o de amnesia que ya se pasa de transitoria.

Mentimos, negociamos, especulamos, podemos hacer de todo, con tal de que el otro no se vaya de nuestras vidas, o en todo caso, se vaya cuanto antes, para que aparezca otro. Sigue la búsqueda de muletillas, para tapar, con mascaras y maquillajes, los tesoros, ocultos, en nuestra conciencia. Es hora de ir despertando, de crecer con firmeza y dicha, de hallar el deleite, de esta experiencia, en el planeta, lugar perfecto, para haber experimentado primero el contraste de lo que no somos, para zambullirse en plenitud en lo que siempre fuimos, pero hasta ahora no nos hemos atrevido a vivir.

CLAUDIO MARIA DOMINGUEZ

sábado, 29 de diciembre de 2012

El llamado de Dios para dedicarse a los pobres


El 10 de septiembre de 1946, la Madre Teresa, viajando en tren desde Calcuta a Darjeeling (650 kilómetros al norte, al pie del Himalaya), recibió una "llamada dentro de la llamada",por la que abandonaría la Congregación de la Hermanas de Loreto y fundaría las Misioneras de la Caridad . Ella lo llamó: el "Día de la Inspiración". ¿Qué sucedió en este viaje para que cambiara radicalmente, pasando de ser una religiosa dedicada a la educación, a entregarse a la atención de los más pobres y olvidados?

Para entenderlo, según escriben sus biógrafos en dos libros de reciente aparición, debemos referirnos al "voto secreto" que realizó cuatro años antes y que consistió en su compromiso de "no negarle nunca nada a Dios". Es decir que a sus votos de obediencia, pobreza y castidad, añadió el de la sumisión total a la voluntad de Dios. De esta manera se puede comprender por qué la Madre Teresa fue tan fiel y perseverante en llevar a cabo su misión, incluso más allá de la oscuridad interior que acompañaría parte de su vida.

La Madre Teresa escribió: "Era una segunda llamada para abandonar incluso Loreto, donde estaba muy feliz, para ir a las calles a servir a los más pobres de los pobres. Fue en aquel tren que oí la llamada para dejarlo todo y seguirlo a Él a los barrios más miserables ... Yo sabía que era Su voluntad y que tenía que seguirlo. No había duda que iba a ser Su obra". Y en otra carta agregó: "Me hizo una llamada para saciar la sed de Jesús sirviéndole en los más pobres de los pobres".

Durante ese viaje ella tuvo una experiencia tan extraordinaria de Dios que cuando bajó del tren ya no era la misma. Ella diría: "En la fuerte gracia de Luz y Amor divinos que Madre recibió durante el viaje, es donde empiezan las Misioneras de la Caridad ... en las profundidades del infinito anhelo de Dios de amar y ser amado". Según le dijera al padre Langford, "fue un encuentro con la sed de Jesús ". Pero aquella sed de Jesús Crucificado, no era física, sino que "era su sed de amar y ser amado". De allí que mandara colocar en las capillas de las casas de sus congregaciones un cartel con la frase: "Tengo sed" y que explicara frecuentemente: "Sus palabras no son algo del pasado, están vivas aquí y ahora, dichas a ustedes. ¿Lo creen? ...¿Por qué dice Jesús: 'Tengo sed'? ¿Qué significa? ...'Tengo sed' es algo mucho más profundo que si Jesús dijera simplemente: 'Te amo'. Hasta que no sepan profundamente en su interior que Jesús tiene sed de ustedes, no podrán empezar a saber quién quiere ser Él para ustedes, o quién quiere que sean ustedes para Él".

A partir de aquel viaje y hasta principios de 1947 empezó a recibir locuciones de Jesús (ella llamó a este fenómeno: "la Voz"). Según escribiera al padre Van Exem y luego al arzobispo Périer, Jesús, entre otras cosas, le decía: "Quiero hermanas indias Misioneras de la Caridad, que serán Mi fuego de amor entre los más pobres, los enfermos, los moribundos y los niños pequeños de la calle". "Quiero religiosas libres, revestidas con Mi pobreza de la Cruz. Quiero religiosas obedientes, revestidas con mi obediencia de la Cruz. Quiero religiosas llenas de amor, revestidas con la caridad de la Cruz. ¿Te negarás a hacer esto por mí?". Por momentos la Voz se volvía muy dura con ella: "¿Tienes miedo a dar un nuevo paso por tu Esposo? ¿Por mí, por las almas? ¿Se ha enfriado tu generosidad? ¿Soy secundario para ti? Tú no moriste por las almas, por eso no te importa lo que les suceda. Tu corazón nunca estuvo ahogado en el dolor como lo estuvo el de Mi Madre. Ambos nos dimos totalmente por las almas. ¿Y tú?". Pero, en otros momentos, la Voz era suave y suplicante: "Pequeña mía, ven, ven, llévame a los agujeros de los pobres. Ven sé mi luz. No puedo ir solo. No me conocen, por eso no me quieren. Tú ven, ve hacia ellos, llévame hasta ellos".

Además de escuchar "la Voz", en ese tiempo, tuvo tres visiones. En la primera: "Vi una gran muchedumbre, todo tipo de personas, muy pobres y también había niños. Todos ellos tenían sus manos alzadas hacia mí. Yo estaba de pie y ellos alrededor. Gritaban: 'Ven, ven, sálvanos, llévanos a Jesús". En la segunda: "Pude ver gran dolor y sufrimiento en sus rostros. Yo estaba arrodillada cerca de Nuestra Señora que estaba frente a ellos. No vi su cara, pero oí que decía: 'Cuida de ellos, son míos. Llévatelos a Jesús. Tráeles a Jesús. No temas ..." En la tercera de las visiones, nuevamente vio la muchedumbre, pero esta vez: "Estaban cubiertos de oscuridad. Sin embargo, los podía ver. Nuestro Señor estaba en la Cruz. Nuestra Señora, a poca distancia de la cruz y yo como una niña en frente de ella ... Ambas estábamos frente a la Cruz. Nuestro Señor dijo: 'Te lo he pedido. Ellos te lo han pedido y ella, Mi Madre, te lo ha pedido. ¿Te negarás a hacer esto por Mí, cuidar de ellos, traérmelos?' Yo respondí: 'Tú sabes, Jesús, que estoy preparada para ir enseguida". Y la Madre agrega en esta carta: "Desde entonces, no he oído ni he visto nada, pero sé que todo lo que he escrito es verdad".

Envuelta en esta experiencia mística tan particular, la Madre Teresa comenzó a pedir la dispensa para salir de su Congregación e iniciar la obra. Primero fue con su confesor, luego con el arzobispo, más tarde con la Madre Superiora y finalmente con el Vaticano. Al año y medio, obtuvo todos los permisos. Según los expertos, fue más rápido que lo habitual. Su perseverancia e insistencia para salir de la comodidad en que vivía e ir a meterse en los "agujeros oscuros" de los pobres de Calcuta, fue notable. Así, esta pequeña religiosa, de apenas un metro y medio de altura, dejó la casa de las Hermanas de Loreto, se vistió como una hindú, con un sencillo sari blanco y salió a llevar la luz de Cristo a los barrios marginales de Calcuta. En la pobreza, se fue haciendo cada vez más fuerte, a tal punto que el ex Secretario General de la ONU, Javier Pérez de Cuéllar, llegó a decir que era la mujer más poderosa del mundo.

domingo, 9 de diciembre de 2012

Manual para escalar montañas de Paulo Coelho

No sé qué montañas estés atravesando en estos momentos, o si estás en alguna o estás sentado en un pico contemplando la inmensidad de la Creación y estando sumamente satisfecho de tu esfuerzo el cual por no haber desistido te ha llevado a una victoria personal, o si estás muerto de miedo en las faldas de esa montaña viendo lo grande, imponente e inmensa que parece...Sin embargo, todos tenemos montañas que escalar.. Deseo que tu montaña sea maravillosa, excitante, fuerte, que represente para ti un riesgo y que si, te provoque miles de emociones, que te haga sentir VIVO, que te haga pensar en todo aquello que no piensas hace mucho por estar automatizado y muy preocupado en vivir tu vida como según tu deberías de vivirla.. Aquello que no te provoca nada, es aquello que te hace morir un poquito mas día a día y está contribuyendo a cavar la tumba de tu parálisis emocional, mental y espiritual en la vida... vivir la vida muriéndola día a día, cargando con ella, sacrificando tu ser, tu voz, tus sueños por ese concepto basado en el falso amor, “el sacrificio”....No temas volver a sufrir, volver a llorar como un pequeño niño, no temas que se incendie tu vida de pasión, no temas gritar y pelear...

Eso es VIVIR...

"1. Escoge la montaña que deseas subir: no te dejes llevar por los comentarios de los demás, que dicen “esa es más bonita”, o “aquella es más fácil”. Vas a gastar mucha energía y entusiasmo en alcanzar tu objetivo, y por lo tanto eres tú el único responsable y debes estar seguro de lo que estás haciendo.

2. Sabe cómo llegar frente a ella: muchas veces, vemos la montaña de lejos, hermosa, interesante, llena de desafíos.

Pero cuando intentamos acercarnos, ¿qué ocurre? Que está rodeada de carreteras, que entre tú y tu meta se interponen bosques, que lo que parece claro en el mapa es difícil en la vida real.

Por ello, intenta todos los caminos, todas las sendas, hasta que por fin un día te encuentres frente a la cima que pretendes alcanzar.

3. Aprende de quien ya caminó por allí: por más que te consideres único, siempre habrá alguien que tuvo el mismo sueño antes que tú, y dejó marcas que te pueden facilitar el recorrido; lugares donde colocar la cuerda, picadas, ramas quebradas para facilitar la marcha.

La caminata es tuya, la responsabilidad también, pero no olvides que la experiencia ajena ayuda mucho.
4. Los peligros, vistos de cerca, se pueden controlar: cuando empieces a subir la montaña de tus sueños, presta atención a lo que te rodea.

Hay despeñaderos, claro.
Hay hendiduras casi imperceptibles.
Hay piedras tan pulidas por las tormentas que se vuelven resbaladizas como el hielo.
Pero si sabes dónde pones el pie, te darás cuenta de los peligros y sabrás evitarlos.

5. El paisaje cambia, así que aprovéchalo: claro que hay que tener un objetivo en mente: llegar a lo alto.

Pero a medida que se va subiendo, se pueden ver más cosas, y no cuesta nada detenerse de vez en cuando y disfrutar un poco del panorama de alrededor.

A cada metro conquistado, puedes ver un poco más lejos; aprovecha eso para descubrir cosas de las que hasta ahora no te habías dado cuenta.

6. Respeta tu cuerpo: sólo consigue subir una montaña aquél que presta a su cuerpo la atención que merece.

Tú tienes todo el tiempo que te da la vida, así que, al caminar, no te exijas más de lo que puedas dar.

Si vas demasiado deprisa, te cansarás y abandonarás a la mitad.

Si lo haces demasiado despacio, caerá la noche y estarás perdido. Aprovecha el paisaje, disfruta del agua fresca de los manantiales y de los frutos que la naturaleza generosamente te ofrece, pero sigue caminando.

7. Respeta tu alma: no te repitas todo el rato “voy a conseguirlo”. Tu alma ya lo sabe.

Lo que ella necesita es usar la larga caminata para poder crecer, extenderse por el horizonte, alcanzar el cielo.

De nada sirve una obsesión para la búsqueda de un objetivo, y además, termina por echar a perder la escalada.

Pero atención, tampoco te repitas “es más difícil de lo que pensaba”, pues eso te hará perder la fuerza interior.
8. Prepárate para caminar un kilómetro más: el recorrido hasta la cima de la montaña es siempre mayor de lo que pensabas.

No te engañes, ha de llegar el momento en que aquello que parecía cercano está aún muy lejos.

Pero como estás dispuesto a llegar hasta allí, eso no ha de ser un problema.

9. Alégrate cuando llegues a la cumbre: llora, bate palmas, grita a los cuatro vientos que lo has conseguido, deja que el viento allá en lo alto (porque allá en la cima siempre hace viento) purifique tu mente, refresca tus pies sudados y cansados, abre los ojos, limpia el polvo de tu corazón.

Piensa que lo que antes era apenas un sueño, una visión lejana, es ahora parte de tu vida.

Lo conseguiste.

10. Haz una promesa: aprovecha que has descubierto una fuerza que ni siquiera conocías, y dite a ti mismo que a partir de ahora, y durante el resto de tus días, la vas utilizar.

Y, si es posible, promete también descubrir otra montaña, y parte en una nueva aventura.
11. Cuenta tu historia: sí, cuenta tu historia.

Ofrece tu ejemplo.

Dí a todos que es posible, y así otras personas sentirán el valor para enfrentarse a sus propias montañas."