viernes, 12 de octubre de 2012

Pensamiento holístico

Nuestros pensamientos van y vienen, aparecen y desaparecen. A veces los queremos y a veces no los queremos. Algunos son persistentes y otros son fugaces. Los patrones mentales de cada persona son únicos e irrepetibles y conforman una red muy compleja con innumerables conexiones y ramificaciones.

El pensamiento holístico percibe las cosas en su conjunto. Inicialmente contempla el todo. Por decir, contempla la orquesta completa y escucha las notas en su conjunto, califica, y evalúa. En segunda instancia puede analizar detalles o partes del todo. Puede concentrarse en una parte del conjunto, sin embargo, tiende a regresar al todo.

Programación neurolingüística plantea que nuestros pensamientos están compuestos por infinidad de detalles que pueden ser clasificados como visuales, auditivos y kinestésicos. (ver Art. Sistemas Representacionales) Los visuales conforman todo lo que vemos y cómo lo vemos, los auditivos, lo que escuchamos y cómo lo escuchamos y los kinestésicos son los que podemos sentir a través del olfato, tacto, gusto y sentimientos. De manera que cualquier pensamiento está repleto de imágenes, sonidos y sensaciones de todo tipo.

Los pensamientos son la propiedad más importante que tenemos, ya que es a través de ellos que pensamos, actuamos, decidimos y reaccionamos, y estos pueden tener infinidad de matices ya que la capacidad mental es holística. Cuando percibimos algo, como una flor, la visualizamos, la sentimos y la olemos y además nos trae a la mente referencias que tiene que ver con la experiencia. La diferencia entre las personas, es lo que hace que los pensamientos sean únicos, porque algunas personas primero pueden oler la flor, luego sentirla y finalmente observarla. Y otras pueden hacerlo en otra secuencia y con otra intensidad. No hay un patrón fijo para todos.

Pensamientos positivos
Debido a que nuestros pensamientos, nos hayamos dado cuenta o no, son holísticos, es decir, abarcan el todo, son ricos en contenido y detalles, e incluso desencadenan las emociones que van ligadas con el recuerdo. Sin lugar a dudas, estos incluyen nuestra experiencia pasada, las creencias, principios, opiniones, enfoques, disciplinas, y todo tipo de matices muy personales que dan color, animación, sonoridad y vida a lo que pensamos, como si fuera verdad ese momento. Podemos vivir los pensamientos como si fueran reales, sentirlos y palparlos. Esto es un pensamiento holístico: un pensamiento que incluye todo lo que va con tu personalidad, con tu mapa.

Los pensamientos positivos son muy buenos porque al ser “como reales”, te dan energía, entusiasmo, motivación, placer y el impulso para realizarlo. Incluso puedes generar la adrenalina, en caso que sea necesario, para lograr la meta que estás contemplando en tu mente. En caso de una enfermedad es bueno contar con pensamientos positivos para visualizar la salud, sentir el bienestar y escuchar que los demás te dan palabras de aliento. En el caso de estar frente a una situación difícil, es mejor pensar que hay una salida al final del túnel. Definitivamente, es recomendable que aproveches la capacidad de pensar positivamente, especialmente cuando las cosas van peor.

Pensamientos negativos
Como ya dijimos que los pensamientos que tenemos son holísticos, y parecen como “si fueran reales”, es muy peligroso pensar en negativo, porque se sienten igualmente auténticos. Pensamientos negativos vienen con todos sus detalles y desencadenan las emociones correspondientes. Este tipo de pensamientos dan origen a la depresión, los celos, el enojo, la venganza, el estrés, baja autoestima, preocupación, nerviosismo, la frustración y todos los que puedas pensar. Si piensas constantemente que siempre te va mal, así será, visualizar escenas de celos inventadas, parecerán reales y te afectarán. Con la enfermedad esto es muy peligroso, porque en vez de mejorar, la enfermedad avanzará porque cuando detonas emociones negativas dentro de ti, se inhibe el sistema inmunológico y quedas sin protección. De aquí surgen muchas enfermedades, desde una gripa, gastritis, hasta un cáncer. Por un tiempo parece que no pasa nada, que estás bien, sin embargo, se acumula y un día se detona un problema.

Pensamientos creativos
Debido a todo esto que has estado leyendo, fomentar pensamientos creativos es muy bueno, pues tu mente te suministra todos los elementos para que lo que quieras construir, imaginar, o inventar. Las personas soñadoras son muy creativas. Los artistas, músicos, escritores, saben muy bien poner a trabajar esta parte. Para las personas que no ejercen esta parte con frecuencia, pueden iniciar con el proceso creativo, dirigiendo su mirada hacia arriba a la derecha para buscar nuevas ideas y crear nuevos conjuntos de realidades (ver Movimientos Oculares). El mover los ojos de esta manera, le da una señal al cerebro para activar la parte creativa. De esta manera se inicia el proceso que quieres realizar para crear nuevas ideas y como magia, surgirán si las dejas fluir. Es importante intentar esto varias veces, hasta que logres comprobar que sí funciona.

Cuando estés en problemas, es mucho mejor iniciar pensamientos creativos y lograr buenas ideas, que sumirse en los negativos y caer en emociones nocivas. Es igual de fácil estar en uno que en otro. Los dos se presentan con todos sus matices y envueltos en emociones y sensaciones que te llevarán a que parezca realidad. Y siempre eres tú el que decide dónde vas a estar; con tus pensamientos positivos, los negativos o los creativos. Tú decides.


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