Puede que no nos demos cuenta, pero la vida es fugaz y pasa en un abrir y cerrar de ojos. Así que parece extraño que con frecuencia actuemos como si tuviésemos muchos años para vivir y como si nuestros pensamientos y acciones no tuvieran efectos o consecuencias.
Pero la verdad es que una sola acción positiva, una acción de certeza, puede afectar el mundo entero.
¿Cómo?
Considera esto: Cada persona tiene muchos roles en esta vida: hermana, hermano, madre, padre, empleador, empleado y así sucesivamente. Cada vida afecta las vidas de todos aquellos que se encuentran en el mismo círculo y lo que ocurre en ese círculo se extiende hacia afuera incrementándose en un efecto dominó. A la larga, el mundo entero puede ser afectado por una sola persona, y cada persona es un mundo entero en sí misma.
Por ello, debemos entender completamente que cada acción que tomamos, todo lo que hacemos, se conecta con alguien quien inevitablemente será afectado por ella.
Karen Berg