viernes, 28 de diciembre de 2012

Silencio: el lenguaje universal

Nos hemos habituado tanto a charlotear que incluso si vamos a la iglesia o al templo, continuamos charloteando también allí. Charlamos con Dios, hablamos con Dios. Esto es una absoluta tontería. Dios, la existencia, no comprende tu lenguaje. La existencia comprende sólo un lenguaje, el del silencio. Y el silencio no es ni sánscrito ni árabe ni inglés ni hindú. El silencio es universal; no le pertenece a nadie.

Hay al menos cuatro mil lenguas en la Tierra, y todo el mundo está encerrado en su propia lengua. Si no conoces su lengua, no puedes relacionarte con él. No puedes relacionarte. Si no comprendo tu lengua y tú no comprendes la mía, no podemos relacionarnos. Somos extraños. No podemos penetrar el uno en el otro, no podemos comprender, no podemos amar. Esto está sucediendo tan sólo porque no conocemos un lenguaje universal básico: el silencio.

En realidad, uno sólo se relaciona mediante el silencio. Y si conoces el lenguaje del silencio, entonces puedes relacionarte con cualquier cosa, porque las piedras están en silencio, los árboles están en silencio, el cielo está en silencio... Es existencial. Todo sabe lo que es el silencio; todo existe en el silencio.

Si tienes una piedra en la mano, la piedra no está charlando consigo misma, y tú sí estás charlando; por eso no puedes relacionarte con la piedra. Y la roca está abierta, vulnerable, acogedora. La piedra te dará la bienvenida, pero tú estás charloteando y la piedra no puede comprender el charloteo, eso se convierte en la barrera. De modo que ni siquiera con los seres humanos puedes tener una relación profunda; no puede haber intimidad. El lenguaje, las palabras, lo destruye todo.

Meditación significa silencio, no pensar en nada. No pensar en absoluto; sólo ser abierto, dispuesto, ansioso de relacionarte, acogedor, receptivo, amoroso, pero sin pensar en absoluto. Entonces te sucederá el amor infinito, y nunca dirás que nadie te ama. Nunca lo dirás, nunca lo sentirás.

Osho

No hay comentarios.:

Publicar un comentario