El placer es sólo el comienzo No te detengas en el placer. Adelante te espera mucho más. Disfruta las flores, recoge las flores, haz una guirnalda con ellas, pero recuerda: también hay frutos. Y el fruto de tu madurez no es el placer; el fruto es la dicha.
El placer es sólo el comienzo, el árbol está listo. Las flores son una canción que anuncia que el árbol está fecundo y los frutos llegarán muy pronto. No te pierdas en los placeres, pero tampoco les huyas. Disfrútalos pero recuerda: la vida es mucho más que placeres. La vida no termina con el placer, sólo comienza con él; el fruto es la dicha. Pero el placer te da una muestra de lo que está por venir. Te brinda un sueño, un anhelo de tener más; es una promesa. “Espera, los frutos llegarán. No cierres los ojos ante las flores, de lo contrario nunca encontrarás los frutos”.
Eso es lo que te he estado diciendo una y otra vez, de diferentes maneras. Mis palabras pueden ser diferentes, pero mi canción es la misma. Tal vez entro al templo por otra puerta, pero es el mismo templo.
Zorba es tan sólo una flor, Buda es el fruto. Si no tienes ambos, no estarás completo, falta algo; siempre habrá un vacío en tu corazón, un rincón oscuro. A no ser que Buda y Zorba bailen juntos en tu ser –la flor y el fruto, el comienzo y el final- no conocerás el verdadero sentido de la existencia. El sentido de la existencia no debe buscarse con el intelecto; debe experimentarse en la vida.
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