El maestro de zen y sus discípulos comenzaron su meditación de la tarde.
El gato que vivía en el monasterio hacía tanto ruido que distrajo los monjes de su práctica, así que el maestro dio órdenes de atar al gato durante toda la práctica de la tarde.
Cuando el profesor murió años más tarde, el gato continuó siendo atado durante la sesión de meditación. Y cuando, a la larga, el gato murió, otro gato fue traído al monasterio y siendo atado durante las sesiones de práctica.
Siglos más tarde, eruditos descendientes del maestro de zen escribieron tratados sobre la significación espiritual de atar un gato para la práctica de la meditación.
(Cuento Zen)
¿Cuántas de las actividades que realizamos habrán iniciado como la historia que narra el cuento?
Hacemos las cosas porque alguien estableció que así debían de ser o porque vimos que alguien las hizo de tal manera… y las seguimos repitiendo a lo largo del tiempo sin detenernos a analizarlo; sin preguntarnos el porqué de ello, el fundamento que lo sostiene, etcétera.
No debemos dar nada por hecho, ni creer las cosas solo porque alguien lo dijo, apliquemos nuestro propio criterio y saquemos nuestras propias conclusiones… esta es la manera de adquirir conocimiento-sabiduría. Libera tu mente.
“El que algo sea normal, no significa que sea correcto” Siria Grandet
Siria Grandet- Consultora de Feng Shui Clásico y Astrología China
Fuente: Armonizando tu vida
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