lunes, 11 de marzo de 2013

Cuento Zen: “Las apariencias engañan”

Unos ricos donantes invitaron a un banquete al Maestro Ikkyú...

Éste llegó vestido con ropas de mendigante. El anfitrión, sin reconocerlo, lo hizo a un lado y le dijo: “No podemos tenerte en el umbral. Esperamos en cualquier momento al famoso Maestro Ikkyú”. 

El Maestro volvió a su casa, cambió sus ropas por el manto ceremonial y se presentó nuevamente. Fue recibido con respeto e introducido en la sala del banquete. Allí se quitó el manto, lo acomodó sobre el cojín que le habían reservado y dijo: “Supongo que has invitado al manto, ya que a mí me echaste hace un momento”.

Luego se marchó.

Esta historia nos muestra que debemos aprender a ver más allá de las apariencias. Dar y darnos la oportunidad de conocer a las personas realmente; dejemos los  prejuicios a un lado, el verdadero valor de las personas se encuentra en el interior.  Es en lo único que debemos centrar nuestra atención ya que es lo esencial y "real".

Lo valioso esta en el interior y a menudo lo menospreciamos a cambio de las apariencias superficiales. Lo exterior son solo estereotipos o mascaras sociales que se deterioran con las circunstancias y  el tiempo. 
Incluso las distintas situaciones que se nos presentan en la vida, debemos valorarlas a profundidad y no solo en la superficie.

“Un frasco de perfume puede parecer bonito o feo; pero lo que realmente vale es la esencia que contiene dentro” SG

Siria Grandet –Consultora de Feng Shui Clásico y Astrología China (BAZI)
Fuente: Armonizando tu vida

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