Todos los seres humanos somos una amalgama de fortalezas y debilidades, pero no se puede dividir al ser humano en un sistema de cualidades y defectos.
“Para poder amar a otros es necesario amarse a sí mismo, pues sólo se puede dar a los demás lo que uno mismo tiene".
En la medida en que te conozcas a ti mismo, podrás conocer a otros; Todos debemos entender que lo más importante es percibir nuestras propias potencialidades y destacarlas.
Una adecuada evaluación no debe confundirse con una concepción de soberbia y superioridad de nosotros mismos, sino todo lo contrario, nos debe dar mayor humildad y responsabilidad.
Desconozco a su autor
Fuente: EPYA
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