El verdadero vestido del hombre es su aura, con todos los colores que representan sus cualidades y sus virtudes. Sí, el aura es el vestido espiritual que tejen las virtudes, y particularmente la pureza y la luz internas. En ese momento, las energías sucias, que no tienen por qué acercarse, puesto que no encuentran alimento para ellas y no soportan la luz, te abandonan. El aura tiene un papel mágico, actúa sobre los espíritus del mundo invisible, atrayendo a las entidades luminosas y repeliendo a las entidades oscuras. Piensa en formar cada día, a tu alrededor, un círculo de luz, e imagina en el centro de ese círculo una fuente luminosa que brota sin cesar y cuyas ondas benéficas se difunden sobre nosotros y a nuestro alrededor.
Omraam M. Aivanhov.
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