Ayer tarde me encontré reflexionando sobre esta afirmación: “Nadie puede dar lo que no tiene”. O dicho de otra forma, si quieres dar algo, obviamente tienes que disponer de ello. Si quieres dar fresas tienes que cultivar fresas. Si quieres dar felicidad obviamente tienes que cultivar primero la felicidad en ti.
Por este motivo el SER FELIZ UNO MISMO es un paso ineludible para poder dar felicidad a cualquier otra persona, ya sea tu pareja, hijos, amigos, etc.
A primera vista puede que esta afirmación te parezca egoísta pero amarse a uno mismo no se puede calificar de egoísmo. Ser egoísta es pretender gustar a todos, que los demás estén atentos contigo y hagan lo que a ti te parece bien, es querer ser siempre el centro del universo.
Recuerdo que hace unos años se empezó a divulgar el concepto de las “neuronas espejo”, descubrimiento que fue comparado al del Genoma Humano. Según los científicos, nuestras Neuronas Espejo son las responsables de generar la empatía, las relaciones sociales y el aprendizaje de comportamientos y la gestión de las emociones. A través de estas neuronas observamos los patrones de comportamiento y las emociones de otras personas para después imitarlos, modelarlos y aprenderlos.
Gracias a las neuronas espejo podemos saber de forma inconsciente lo que están pensando y sintiendo las personas con las que nos relacionamos. Algo que comúnmente se conoce como “sexto sentido”.
Estos estudios apuntan a que en todo momento podemos y estamos contagiando nuestros estados emocionales a otras personas, y al mismo tiempo nosotros nos estamos contagiando también de su estado emocional.
Más de una vez te habrás topado con la típica persona pesimista o depresiva, y tras unos minutos de conversación te deja hundido sin fuerza y sin ganas de nada. Tus neuronas espejo han modelado su estado emocional, te has contagiado de su estado anímico. También te habrás relacionado con personas optimistas y felices que tras unos minutos de conversación comienzan a motivarte y te hacen ver la vida de forma más positiva animándote el día.
¿Pero quien contagia a quien? …te estarás preguntando.
No hay una regla fija, depende de la influencia personal de cada cual, pero, normalmente estamos mas abiertos a recibir señales de placer que de dolor. También existen personas de tendencia negativa, grandes pesimistas y depresivos que tienen un alto poder de influencia personal. Son capaces de empequeñecer, reducir y destruir la autoestima y las ganas de vivir de cualquier persona que esté con ellos en unos minutos. Te aconsejo que te mantengas alerta de este tipo de compañías.
Como conclusión y para animarte a buscar tu felicidad, presta atención a ti mismo, conócete y cultiva lo que le motiva. Si estás rebosante de autoestima y optimismo, eso es lo que vas a ir contagiando a las demás personas. …y ten por seguro que te convertirás en una persona muy pero que muy atractiva. Un imán de personas, un imán de oportunidades, lo que solemos llamar una persona con buena suerte en la vida.
Hay personas que necesitan entrenar de nuevo esa habilidad, algo que debe ser alimentado día a día, y no se han permitido conocer lo que en realidad les hace sentir bien.
¿Sabes que es aquello que te hace feliz? ¿Cuanto hace que no dedicas tiempo de calidad a ello? ¿Como cambiaría tu vida si lo hicieses?
Existen libros, cursos y coaches que pueden inspirarte para que descubras esta capacidad que se traduce en saber vivir del modo que cada uno desea y le hace FELIZ.
Fuente: Emociones Saludables
No hay comentarios.:
Publicar un comentario