viernes, 21 de diciembre de 2012

¿Necesitamos Fracasar para Vivir?


Muchas veces pienso en la cantidad de problemas que se resolverían, si aprendiésemos a querernos un poquito más a nosotros mismos. Las expectativas de perfeccionismo con las que nos han podido educar, pecan de ser poco realistas en muchas ocasiones.  Cada vez me encuentro con más gente que cree que si no hace las cosas a la perfección  "es un fracaso”, algo que obstaculiza sus progresos o les impide comenzar a perseguir sus sueños.

Es muy fácil machacarnos día a día con todos nuestros fallos y debilidades y todo lo que hacemos mal, y menos frecuente, creer que nuestro bienestar futuro depende del aprendizaje que hayamos obtenido con nuestros tropiezos del pasado. Pero lo cierto es que sin fracasos, nadie aprende.


Por ello, te propongo un reto para esta semana:

  • Enumera tus fracasos durante la semana. No los disculpes o los evites, apúntalos, obsérvalos con curiosidad e incluso coméntalos con gente de tu confianza. Puede que te ganes su simpatía y además obtengas consejos que pueden ayudarte a mejorar
  • Disfruta de tu imperfección por un día. Te darás cuenta que no se acaba el mundo por   desayunar más tarde o tomarte un capricho ocasional saltándote la dieta y comprobando que todo puede seguir su curso, o llevar a tu hijo al colegio sin meterle prisas; o tómate algo con tu pareja entre semana aunque dejes la colada para el día siguiente.
  • Observa todas  aquellas "pequeñas cosas" que has hecho bien o han salido a tu gusto, solo por el hecho de ser diferentes o imperfectas. Celebra tu día de “lo imperfecto”, aprende y diviértete con tus fallos;al fin y al cabo “dramatizar” es un elemento más que dificultará la resolución de los problemas e impactará en tu autoestima y capacidad  para resolver las situaciones con éxito.
Y como nos decía el maravilloso Chaplin..

 “Cuando me amé de verdad, comprendí que en cualquier circunstancia, yo estaba en el lugar correcto, en la hora correcta, y en el momento exacto. Y entonces, pude relajarme. Hoy sé que eso tiene nombre... Autoestima.

Cuando me amé de verdad, percibí que mi mente puede atormentarme y decepcionarme. Pero cuando la coloco al servicio de mi corazón, ella tiene una gran y valiosa aliada. Todo eso es... ¡Saber vivir!

“No debemos tener miedo de confrontarnos... Hasta los planetas chocan... y del caos nacen las estrellas”. 

Charlie Chaplin

Fuente: Emociones Saludables 

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