"Todos anhelamos el cielo donde está Dios, pero tenemos en nuestras manos el estar en el cielo con El en este mismo instante.
Pero el ser feliz con el ahora significa:
· AMAR COMO EL QUE AMA
· AYUDAR COMO EL QUE AYUDA
· DAR COMO EL QUE DA
· SERVIR COMO EL QUE SIRVE
· RESCATAR COMO EL QUE RESCATA
Estar con Él las 24 horas, tocarlo en su angustioso disfraz, con un amor tan vasto como Él curó de su enfermedad a los leprosos, ciegos y paralíticos,... un amor tan fuerte, con convicción, con esa certeza de sentirlo vibrar en nuestro interior. Quizás también podría curarnos de una enfermedad aún más peligrosa: la ignorancia, que vida tras vida nos ha impedido conocer la naturaleza de nuestra mente, y por lo tanto, alcanzar la iluminación, el despertar de nuestra conciencia. En estas fiestas que el mundo celebra la conmemoración del Mesías, centremos nuestros corazones en ese amor, en esa fuerza, sentirnos unidos todos, terminar con la separatividad, las diferencias entre norte-sur, oriente-occidente, blancos-negros, sistemas políticos, religiones organizadas. Todos debemos entender que somos los viajeros de una travesía cósmica, polvo de estrellas danzando y girando en las corrientes y los torbellinos del infinito. La vida es eterna, pero los instantes de la vida son efímeros y momentáneos. Esta existencia nuestra es transitoria. Aprovechémosla y dejemos que esa energía crística del Mesías, vibre en nuestro interior."
La Madre Teresa fue una apuesta decidida de afirmación de la necesidad de Dios, esto es, de un orden moral para este mundo.
ResponderBorrarPorque de no haber orden moral, el mal tendrá, escatológicamente hablando, la última palabra. Es decir, de no existir un orden moral que denomináramos Dios, daría definitivamente igual ser Teresa de Calcuta que ser Hitler, ser Martin Luther King que ser Nacho Vidad, ser Mahatma Gandhi que ser Stalin...