Bienvenidos amigos: Iniciamos una aventura para re-inventarnos a través del conocimiento, con recomendaciones que nos permitan tener una mejor calidad de vida.
lunes, 31 de diciembre de 2012
El mañana nunca llega
Si te tomas la vida como algo sencillo, si se torna satisfactoria, poco a poco, lo mismo pasará con tu muerte. ¿Qué estamos haciendo? No estamos disfrutando de la vida; sólo nos estamos preparando para disfrutarla. Y la vida es aquí y ahora; no se necesita preparación alguna. Veo gente que siempre se está preparando para tener una gran vida en algún lugar en el futuro. Tendrán miedo a la muerte, pues en el futuro espera la muerte. Y tu vida también está en el futuro: te estás construyendo una casa, o te estás comprando un auto, y esto y aquello, acumulando cosas; simplemente, preparándote para vivir. Nunca estarás preparado y, en el momento en que lo estés, la muerte golpeará a tu puerta. Ese es el temor, que "la muerte pueda llegar antes de que estés preparado".
Un hombre con capacidad de discernimiento vive la vida aquí y ahora; la vive en cada momento. Para él, no hay muerte, porque no hay vida futura. Él agota el momento, lo vive completamente, lo disfruta, está agradecido. ¿Dónde está el temor a la muerte, si en este momento estás vivo? No intentes estar preparado para morir; sólo vive. Y te digo que todos, tal como somos, estamos preparados para vivir el momento presente.
Recuérdalo: no pospongas, no dejes las cosas para mañana. Aquí y ahora, está todo lo que necesitas. Disfrútalo y, cuanto más lo disfrutes, más te será dado. Eso quiso decir Jesús cuando afirmó que, si golpeas, la puerta se te abrirá; si pides, te será dada. En este momento, la puerta está allí. ¡Pide, golpea, vive! No lo dejes para después.
Ese es todo el mensaje de los que han tomado consciencia: alcanza con hoy; el mañana se ocupará de sí mismo. Y el mañana no llega nunca; siempre es hoy. Si conoces el arte de vivir aquí y ahora, podrás vivir cada momento cuando llegue. Incluso en el momento de la muerte, podrás vivir. Y, si puedes vivir el momento de tu muerte, ¿cómo puedes morir? Entonces, también transformas tu muerte en vida.
Osho
No tienes ningún problema
No tienes ningún problema; sólo tienes que entender esto. En este mismo momento puedes dejar caer todos tus problemas porque son tus creaciones. Echa otra mirada a tus problemas, cuanto más profundamente los mires, más pequeños te parecerán. Sigue mirándolos y poco a poco comenzarán a desaparecer. Sigue mirándolos y de repente encontrarás que hay un vacío... un hermoso vacío te rodea. Nada que hacer, nada que ser, porque tú ya eres eso.
La iluminación no es algo que haya que alcanzar, sólo tiene que ser vivida. Cuando digo que he alcanzado la iluminación, simplemente quiero decir que he decidido vivirla -¡hasta aquí hemos llegado!- y desde entonces la he vivido. Decides que ya no estás interesado en crear más problemas; esto es todo. Decides terminar con toda esta tontería de ir creando problemas y encontrando soluciones.
Es un juego que juegas contigo mismo: tú mismo te estás escondiendo y tú mismo te estás buscando, eres ambas partes. ¡Y lo sabes! Por eso cuando lo estoy diciendo sonríes, te ríes. No estoy diciendo nada ridículo, tú lo entiendes. Te estas riendo de ti mismo. Sólo obsérvate riendo, mira tu propia sonrisa: lo estás entendiendo. Tiene que ser así porque es tu propio juego: te ocultas y estás esperando que tú mismo seas capaz de buscar y encontrarte.
Te puedes encontrar a ti mismo en este momento porque eres tú el que se esconde. Por esto los maestros Zen siguen golpeando. Siempre que alguien llega y dice: «Me gustaría ser un Buda», el maestro se enfada mucho. Porque está pidiendo tonterías, ya que él es un Buda. Si el Buda llega a mí y me pregunta cómo ser un Buda, ¿qué es lo que se supone que debo hacer? Le golpearé en la cabeza: «¿A quién te crees que estás engañando? Tú eres un Buda».
Osho
Se negocia todo menos el ser
Gracias como siempre por el amor, por la búsqueda de algo mas que lo que ofrece el mundo, algo que vaya mas allá de una relación efímera, periférica, de promesas rápidas y resultados que nos hacen caer en nuevas adicciones, esperando siempre que alguien o algo llene el hueco, que solo nuestra comprensión de quienes somos realmente, podría cubrir. Estamos recorriendo el país, y la gente viene ávida de lograr ese cambio, es conmovedora la búsqueda a veces desesperada, de algo mas sustancioso, que la expectativa diaria de como distraer a la mente, o tener la aceptación del mundo, y sin embargo nos cuesta tanto, dejar de ceder todo el tiempo, lo mas preciado que tenemos en este juego, que es la libertad, queremos poseer al otro, y en ese mismo acto, instantáneamente nos perdemos a nosotros mismos.
Creemos, con una mente afiebrada que el otro en un punto nos pertenece, un hijo, una pareja, aquel que el día nos traiga, e intentamos que nuestras creencias se impongan sobre el; creencias absolutamente fallidas por otra parte, porque jamás nos hicieron felices a nosotros mismos, y a pesar de eso, las seguimos repitiendo en forma reiterada, automática, patética, como queriendo convencernos de que mas vale malo conocido , que bueno por conocer. Seguimos dependiendo de la mirada de los otros, del gusto de los otros, de la opinión de los otros, seguimos comprando y vendiendo, nuestro derecho a ser apreciados, convocados, considerados. Queremos gustar afuera, porque todavía no hemos descubierto nuestros tesoros internos, los únicos reales, los recursos ilimitados, con los que vinimos a este plano, y que todavía permanecen dormidos, en estado de hibernación, o de amnesia que ya se pasa de transitoria.
Mentimos, negociamos, especulamos, podemos hacer de todo, con tal de que el otro no se vaya de nuestras vidas, o en todo caso, se vaya cuanto antes, para que aparezca otro. Sigue la búsqueda de muletillas, para tapar, con mascaras y maquillajes, los tesoros, ocultos, en nuestra conciencia. Es hora de ir despertando, de crecer con firmeza y dicha, de hallar el deleite, de esta experiencia, en el planeta, lugar perfecto, para haber experimentado primero el contraste de lo que no somos, para zambullirse en plenitud en lo que siempre fuimos, pero hasta ahora no nos hemos atrevido a vivir.
CLAUDIO MARIA DOMINGUEZ
Creemos, con una mente afiebrada que el otro en un punto nos pertenece, un hijo, una pareja, aquel que el día nos traiga, e intentamos que nuestras creencias se impongan sobre el; creencias absolutamente fallidas por otra parte, porque jamás nos hicieron felices a nosotros mismos, y a pesar de eso, las seguimos repitiendo en forma reiterada, automática, patética, como queriendo convencernos de que mas vale malo conocido , que bueno por conocer. Seguimos dependiendo de la mirada de los otros, del gusto de los otros, de la opinión de los otros, seguimos comprando y vendiendo, nuestro derecho a ser apreciados, convocados, considerados. Queremos gustar afuera, porque todavía no hemos descubierto nuestros tesoros internos, los únicos reales, los recursos ilimitados, con los que vinimos a este plano, y que todavía permanecen dormidos, en estado de hibernación, o de amnesia que ya se pasa de transitoria.
Mentimos, negociamos, especulamos, podemos hacer de todo, con tal de que el otro no se vaya de nuestras vidas, o en todo caso, se vaya cuanto antes, para que aparezca otro. Sigue la búsqueda de muletillas, para tapar, con mascaras y maquillajes, los tesoros, ocultos, en nuestra conciencia. Es hora de ir despertando, de crecer con firmeza y dicha, de hallar el deleite, de esta experiencia, en el planeta, lugar perfecto, para haber experimentado primero el contraste de lo que no somos, para zambullirse en plenitud en lo que siempre fuimos, pero hasta ahora no nos hemos atrevido a vivir.
domingo, 30 de diciembre de 2012
Mensaje de la Madre Teresa de Calcuta
"Todos anhelamos el cielo donde está Dios, pero tenemos en nuestras manos el estar en el cielo con El en este mismo instante.
Pero el ser feliz con el ahora significa:
· AMAR COMO EL QUE AMA
· AYUDAR COMO EL QUE AYUDA
· DAR COMO EL QUE DA
· SERVIR COMO EL QUE SIRVE
· RESCATAR COMO EL QUE RESCATA
Estar con Él las 24 horas, tocarlo en su angustioso disfraz, con un amor tan vasto como Él curó de su enfermedad a los leprosos, ciegos y paralíticos,... un amor tan fuerte, con convicción, con esa certeza de sentirlo vibrar en nuestro interior. Quizás también podría curarnos de una enfermedad aún más peligrosa: la ignorancia, que vida tras vida nos ha impedido conocer la naturaleza de nuestra mente, y por lo tanto, alcanzar la iluminación, el despertar de nuestra conciencia. En estas fiestas que el mundo celebra la conmemoración del Mesías, centremos nuestros corazones en ese amor, en esa fuerza, sentirnos unidos todos, terminar con la separatividad, las diferencias entre norte-sur, oriente-occidente, blancos-negros, sistemas políticos, religiones organizadas. Todos debemos entender que somos los viajeros de una travesía cósmica, polvo de estrellas danzando y girando en las corrientes y los torbellinos del infinito. La vida es eterna, pero los instantes de la vida son efímeros y momentáneos. Esta existencia nuestra es transitoria. Aprovechémosla y dejemos que esa energía crística del Mesías, vibre en nuestro interior."
Pero el ser feliz con el ahora significa:
· AMAR COMO EL QUE AMA
· AYUDAR COMO EL QUE AYUDA
· DAR COMO EL QUE DA
· SERVIR COMO EL QUE SIRVE
· RESCATAR COMO EL QUE RESCATA
Estar con Él las 24 horas, tocarlo en su angustioso disfraz, con un amor tan vasto como Él curó de su enfermedad a los leprosos, ciegos y paralíticos,... un amor tan fuerte, con convicción, con esa certeza de sentirlo vibrar en nuestro interior. Quizás también podría curarnos de una enfermedad aún más peligrosa: la ignorancia, que vida tras vida nos ha impedido conocer la naturaleza de nuestra mente, y por lo tanto, alcanzar la iluminación, el despertar de nuestra conciencia. En estas fiestas que el mundo celebra la conmemoración del Mesías, centremos nuestros corazones en ese amor, en esa fuerza, sentirnos unidos todos, terminar con la separatividad, las diferencias entre norte-sur, oriente-occidente, blancos-negros, sistemas políticos, religiones organizadas. Todos debemos entender que somos los viajeros de una travesía cósmica, polvo de estrellas danzando y girando en las corrientes y los torbellinos del infinito. La vida es eterna, pero los instantes de la vida son efímeros y momentáneos. Esta existencia nuestra es transitoria. Aprovechémosla y dejemos que esa energía crística del Mesías, vibre en nuestro interior."
Cualquiera puede volverse un rebelde
Llevas una voz propia aún pequeña, desoída. Desaparece en el estruendo de las voces que se te han impuesto. Primero tendrás que deshacerte de todos esos ruidos, alcanzar una cierta cualidad de silencio, paz, serenidad. Sólo entonces vendrá, como una sorpresa, que tú también tienes tu propia voz. Siempre ha estado allí, como una corriente subterránea.
A menos que encuentres tu inclinación natural, la vida se te volverá una larga, larguísima tragedia desde la cuna hasta la sepultura. Los únicos que han logrado ser dichosos en el mundo, son los que han vivido de acuerdo a su propia intuición y se han rebelado contra cualquier esfuerzo de otros en imponerles sus ideas. Por valiosas que estas sean, son en realidad inútiles porque no son tuyas. La única idea significativa es la que surge de ti, crece en ti, florece en ti.
Todos nacen rebeldes porque todos nacen para ser individuos por derecho propio. Todos nacen para vivir una vida auténtica, no para tomar parte en un drama, no para ser una máscara sino una cara verdadera. Pero ninguna sociedad hasta ahora ha permitido a la gente ser ella misma. De vez en cuando alguien escapa, un Buda, un Zarathustra, un Chuang-Tzu, un Kabir. Estas personas sufrieron la condena de la sociedad, pero encontraron la dicha de ser ellos mismos. Toda la condena social no era nada comparable a la dicha que encontraron, sufrieron riendo...
Todo el mundo es un rebelde nato, y es por eso que es tan fácil transformar a cualquiera que esté aún vivo. Sólo un poco de comprensión, un poco de estímulo y puede ayudársele a abandonar todo su pasado y a renacer. Cualquiera puede volverse un rebelde.
Osho
Canicas Rojas
Durante los duros años de la Revolución, en un pueblo pequeño de Aguascalientes, México, solía ir al almacén del Sr. Muro para comprar productos frescos. La comida y el dinero faltaban y el trueque se usaba mucho.
Un día en particular, el Sr. Muro me estaba empaquetando unas papas. Cuando de repente me fijé en un niño pequeño, delicado de cuerpo y aspecto, con ropa rota pero limpia que miraba atentamente una caja de peras frescas.
Pagué mis papas pero también me sentí atraído por el aspecto de esas peras. ¡Me encanta el dulce de pera y las papas frescas! Admirando las peras, no pude evitar escuchar la conversación entre el Sr. Muro y el niño.
– "Hola Toño, ¿Cómo estás hoy?"
– "Hola Sr. Muro. Estoy bien, gracias, solo admiraba las peras, se ven muy bien".– "Sí, son muy buenas. Cómo está tu mamá?"
– "Bien. Cada vez más fuerte".– "¿Hay algo en que te pueda ayudar?"
– "No Señor. Sólo admiraba las peras".– "¿Te gustaría llevar algunas a casa?"
– "No Señor. No tengo con que pagarlas".– "Bueno, qué tienes para cambiar por ellas?"
– "Lo único que tengo es esto, mi canica más valiosa".– "¿De veras? ¿Me la dejas ver? ¡Es una joya!" El único problema es que ésta es azul y a mí me gustan las rojas". ¿Tienes alguna como esta, pero roja, en casa?"
– "No exactamente, pero casi".– "Hagamos una cosa. –Llévate esta bolsa de peras a casa y la próxima vez que vengas muéstrame la canica roja que tienes".
– "¡Claro! Gracias Sr. Muro".
La Sra. de Muro se me acercó a atenderme y con una sonrisa me dijo, "Hay dos niños más como él en nuestra comunidad, todos en situación muy pobre.
A Salvador le encanta hacer trueque con ellos por peras, manzanas, tomates, o lo que sea. Cuando vuelven con las canicas rojas, y siempre lo hacen, él decide que en realidad no le gusta tanto el rojo, y los manda a casa con otra bolsa de mercadería y la promesa de traer una canica color naranja o verde tal vez".
Me fui del negocio sonriendo e impresionado con este hombre. Un tiempo después me mudé a Guadalajara pero nunca me olvidé de este hombre, los niños y los trueques entre ellos.
Varios años pasaron, cada uno más rápidamente que el anterior. Recientemente tuve la oportunidad de visitar unos amigos en esa comunidad en Aguascalientes. Mientras estuve allí, me enteré que el Sr. Muro había muerto.
Esa noche sería su velorio y sabiendo que mis amigos querían ir, acepté acompañarlos. Al llegar a la funeraria, nos pusimos en fila para conocer a los parientes del difunto y para ofrecer nuestro pésame.
Delante nuestro, en la fila, había tres hombres jóvenes. Uno tenía puesto un uniforme militar y los otros dos unos lindos trajes oscuros con camisas blancas.
Parecían profesionales. Se acercaron a la Sra. Carmelita, quien se encontraba al lado de su difunto esposo, tranquila y sonriendo. Cada uno de los hombres la abrazó, la besó, conversó brevemente con ella y luego se acercaron al ataúd.
Los ojos cafes llenos de lágrimas de la Sra. Carmelita, los siguió uno por uno, mientras cada uno tocaba con su mano cálida, la mano fría dentro del ataúd. Cada uno se retiró de la funeraria limpiándose los ojos. Llegó nuestro turno y al acercarme a la Sra. De Muro le dije quién era y le recordé lo que me había contado años atrás sobre las canicas.
Con los ojos brillando, me tomó de la mano y me condujo al ataúd. "Esos tres jóvenes que se acaban de ir son los tres chicos de los cuales te hablé. Me acaban de decir cuanto agradecían los trueques de Salvador.
Ahora que Chava no podía cambiar de parecer sobre el tamaño o color de las canicas, vinieron a pagar su deuda. Nunca hemos tenido riqueza" , me confió, "pero ahora Salvador se consideraría el hombre más rico del mundo".
Con una ternura amorosa levantó los dedos sin vida de su esposo. Debajo de ellos había tres canicas rojas exquisitamente brillantes.
Moraleja de la Inspiración Canicas Rojas:
Un día en particular, el Sr. Muro me estaba empaquetando unas papas. Cuando de repente me fijé en un niño pequeño, delicado de cuerpo y aspecto, con ropa rota pero limpia que miraba atentamente una caja de peras frescas.
Pagué mis papas pero también me sentí atraído por el aspecto de esas peras. ¡Me encanta el dulce de pera y las papas frescas! Admirando las peras, no pude evitar escuchar la conversación entre el Sr. Muro y el niño.
– "Hola Toño, ¿Cómo estás hoy?"
– "Hola Sr. Muro. Estoy bien, gracias, solo admiraba las peras, se ven muy bien".– "Sí, son muy buenas. Cómo está tu mamá?"
– "Bien. Cada vez más fuerte".– "¿Hay algo en que te pueda ayudar?"
– "No Señor. Sólo admiraba las peras".– "¿Te gustaría llevar algunas a casa?"
– "No Señor. No tengo con que pagarlas".– "Bueno, qué tienes para cambiar por ellas?"
– "Lo único que tengo es esto, mi canica más valiosa".– "¿De veras? ¿Me la dejas ver? ¡Es una joya!" El único problema es que ésta es azul y a mí me gustan las rojas". ¿Tienes alguna como esta, pero roja, en casa?"
– "No exactamente, pero casi".– "Hagamos una cosa. –Llévate esta bolsa de peras a casa y la próxima vez que vengas muéstrame la canica roja que tienes".
– "¡Claro! Gracias Sr. Muro".
La Sra. de Muro se me acercó a atenderme y con una sonrisa me dijo, "Hay dos niños más como él en nuestra comunidad, todos en situación muy pobre.
A Salvador le encanta hacer trueque con ellos por peras, manzanas, tomates, o lo que sea. Cuando vuelven con las canicas rojas, y siempre lo hacen, él decide que en realidad no le gusta tanto el rojo, y los manda a casa con otra bolsa de mercadería y la promesa de traer una canica color naranja o verde tal vez".
Me fui del negocio sonriendo e impresionado con este hombre. Un tiempo después me mudé a Guadalajara pero nunca me olvidé de este hombre, los niños y los trueques entre ellos.
Varios años pasaron, cada uno más rápidamente que el anterior. Recientemente tuve la oportunidad de visitar unos amigos en esa comunidad en Aguascalientes. Mientras estuve allí, me enteré que el Sr. Muro había muerto.
Esa noche sería su velorio y sabiendo que mis amigos querían ir, acepté acompañarlos. Al llegar a la funeraria, nos pusimos en fila para conocer a los parientes del difunto y para ofrecer nuestro pésame.
Delante nuestro, en la fila, había tres hombres jóvenes. Uno tenía puesto un uniforme militar y los otros dos unos lindos trajes oscuros con camisas blancas.
Parecían profesionales. Se acercaron a la Sra. Carmelita, quien se encontraba al lado de su difunto esposo, tranquila y sonriendo. Cada uno de los hombres la abrazó, la besó, conversó brevemente con ella y luego se acercaron al ataúd.
Los ojos cafes llenos de lágrimas de la Sra. Carmelita, los siguió uno por uno, mientras cada uno tocaba con su mano cálida, la mano fría dentro del ataúd. Cada uno se retiró de la funeraria limpiándose los ojos. Llegó nuestro turno y al acercarme a la Sra. De Muro le dije quién era y le recordé lo que me había contado años atrás sobre las canicas.
Con los ojos brillando, me tomó de la mano y me condujo al ataúd. "Esos tres jóvenes que se acaban de ir son los tres chicos de los cuales te hablé. Me acaban de decir cuanto agradecían los trueques de Salvador.
Ahora que Chava no podía cambiar de parecer sobre el tamaño o color de las canicas, vinieron a pagar su deuda. Nunca hemos tenido riqueza" , me confió, "pero ahora Salvador se consideraría el hombre más rico del mundo".
Con una ternura amorosa levantó los dedos sin vida de su esposo. Debajo de ellos había tres canicas rojas exquisitamente brillantes.
Moraleja de la Inspiración Canicas Rojas:
- No seremos recordados por nuestras palabras, sino por nuestras acciones.
- La vida no se mide por cada aliento que tomamos, sino por las cosas que nos quitan el aliento.
- Dicen que toma un minuto encontrar a una persona especial, una hora para apreciarla, un día para amarla, pero una vida entera para olvidarla.
Ira
Al día siguiente, Julia, su amiguita, vino temprano a invitarla a jugar. Mariana no podía pues saldría con su madre aquella mañana.
Julia entonces pidió a Mariana que le prestara su juego de té para que ella pudiera jugar sola en el jardín del edificio en que vivían.
Ella no quería prestar su flamante regalo pero ante la insistencia de la amiga decidió, hacer hincapié en el cuidado de aquel juguete tan especial.
Al volver del paseo, Mariana se quedó pasmada al ver su juego de té tirado en el suelo. Faltaban algunas tazas y la bandeja estaba rota.
Llorando y muy molesta Mariana se desahogó con su mamá "¿ves mamá lo que hizo Julia conmigo? Le presté mi juguete y ella lo descuidó y lo dejó tirado en el suelo".
Totalmente descontrolada Mariana quería ir a la casa de Julia a pedir explicaciones, pero su madre cariñosamente le dijo, "Hijita, ¿te acuerdas de aquel día cuando saliste con tu vestido nuevo todo blanco y un coche que pasó y te salpicó de lodo tu ropa? Al llegar a casa querías lavar inmediatamente el vestido pero tu abuelita no te dejó.
"Recuerdas lo que dijo tu abuela? Ella dijo que había que dejar que el barro se secara, porque después sería más fácil quitar la mancha.
Mariana no entendía todo muy bien, pero decidió seguir el consejo de su madre y fue a ver la televisión.
Un rato después sonó el timbre de la puerta... Era Julia, con una caja en las manos y sin mas preámbulo ella dijo, "Mariana, "recuerdas al niño malcriado, el que a menudo nos molesta? Él vino a jugar conmigo y no lo dejé porque creí que no cuidaría tu juego de té pero el se enojó y destruyó tu regalo.
Cuando le conté a mi madre, ella se preocupo y me llevó a comprar otro igualito, para ti. Espero que no estés enojada conmigo. No fue mi culpa".
"No hay problema, dijo Mariana, mi ira ya se secó". Dándole un fuerte abrazo a su amiga, la tomó de la mano y la llevó a su cuarto para contarle la historia del vestido nuevo ensuciado de lodo.
Moraleja:
Al leer esta historia de inspiración Ira debemos recordar de nunca reacciones mientras tengamos sentimientos de ira. La ira nos ciega e impide que veamos las cosas como realmente son. Así evitaremos cometer injusticias y ganarás el respeto de los demás por nuestra posición ponderada y correcta en una situación difícil.
Acuérdate siempre, ¡Deja la ira secar!
Desconozco a su autor
Conoce el valor y la importancia del El Tiempo.
Imagínate que existe un banco, que cada mañana abona en tu cuenta la cantidad de $ 86,400. Ese extraño banco, al mismo tiempo, no arrastra tu saldo de un día para el otro: cada noche borra de tu cuenta el saldo que no has gastado.
¿Que harías? Me imagino que retirarías cada día la cantidad que no has gastado, ¿cierto?
Pues bien, cada uno de nosotros tenemos ese banco: su nombre es Tiempo.
Cada mañana, ese banco abona en tu cuenta personal 86,400 segundos. Cada noche ese banco borra de tu cuenta y da como perdida cualquier cantidad de ese saldo que no hayas invertido en algo provechoso. Ese banco no arrastra saldos de un día al otro y no permite sobregiros.
Cada día te abre una nueva cuenta. Cada noche elimina los saldos del día. Si no usas tu saldo durante el día, tu eres el que pierdes. No puedes dar marcha atrás. No existen cargos a cuenta del ingreso de mañana: debes vivir el presente con el saldo de hoy.
Por lo tanto, un buen consejo es que debes invertir tu tiempo en cosas y acciones que te produzcan el mayor retorno sobre tu inversión de tal manera, que consigas los mejores rendimientos en salud, felicidad y éxito personal y profesional.
El reloj sigue su marcha... aprovecha al máximo cada día.
El Valor de El Tiempo
¿Que harías? Me imagino que retirarías cada día la cantidad que no has gastado, ¿cierto?
Pues bien, cada uno de nosotros tenemos ese banco: su nombre es Tiempo.
Cada mañana, ese banco abona en tu cuenta personal 86,400 segundos. Cada noche ese banco borra de tu cuenta y da como perdida cualquier cantidad de ese saldo que no hayas invertido en algo provechoso. Ese banco no arrastra saldos de un día al otro y no permite sobregiros.
Cada día te abre una nueva cuenta. Cada noche elimina los saldos del día. Si no usas tu saldo durante el día, tu eres el que pierdes. No puedes dar marcha atrás. No existen cargos a cuenta del ingreso de mañana: debes vivir el presente con el saldo de hoy.
Por lo tanto, un buen consejo es que debes invertir tu tiempo en cosas y acciones que te produzcan el mayor retorno sobre tu inversión de tal manera, que consigas los mejores rendimientos en salud, felicidad y éxito personal y profesional.
El reloj sigue su marcha... aprovecha al máximo cada día.
El Valor de El Tiempo
- Para entender el valor de un año, pregúntale a algçún estudiante que repitió el curso...
- Para entender el valor de un mes, pregúntale a una madre que tuvo a un bebe prematuro...
- Para entender el valor de una semana, pregúntale al editor de un semanario…
- Para entender el valor de una hora, pregúntale a los amantes que esperan para encontrarse...
- Para entender el valor de un minuto, pregúntale al viajero que perdió el tren...
- Para entender el valor de un segundo, pregúntale a una persona que estuvo a punto de tener un accidente...
- Para entender el valor de una milésima de segundo, pregúntale al deportista que gano una medalla de plata en las olimpiadas…
sábado, 29 de diciembre de 2012
El despertar
Y cuando despertó la mañana sobre Tula, Quetzacóatl miró los campos y
miró las flores y los cielos y a la gente, y elevando las manos les
decía:
¿Acaso hay algo más grande que el Despertar? ¿Acaso puede haber algo
mayor que el despertar del alba por el horizonte del hombre?
Muchas generaciones han tenido ya en el sueño y ha llegado la hora de
que Despierten a la Luz.
Y uno se acercó a preguntarle:
Maestro, ¿Qué quieres decir cuando hablas de que tenemos que
Despertar? ¿Acaso no estamos ya despiertos?
Y El, elevando las manos hasta el horizonte y señalándole dijo:
Mira las semillas que llenan los campos. ¿Acaso los frutos que ves no
son su Despertar?
Y bien saben que el sacrificio de su muerte lleva el nacer a un
estado mayor, porque si el grano de maíz no muriese como grano,
¿acaso nacería como milpa?
Y ahora dime:
¿No desean quedarse sin germinar aquéllos que hacen de la vida su
morada y se enquistan en ella?
Son como las semillas que, recogidas,
se pierden en un rincón del granero y nunca llegan a la tierra.
Debes saber pues, que para Despertar han de morir muchas cosas en tí.
¿Qué es el despertar de la noche, sino el día? Busca pues, ese día en
tí y no te contentes con quedarte entre las tinieblas y el aparente calor de la ignorancia.
DEL LIBRO: ASÍ HABLABA QUETZACOATL
miró las flores y los cielos y a la gente, y elevando las manos les
decía:
¿Acaso hay algo más grande que el Despertar? ¿Acaso puede haber algo
mayor que el despertar del alba por el horizonte del hombre?
Muchas generaciones han tenido ya en el sueño y ha llegado la hora de
que Despierten a la Luz.
Y uno se acercó a preguntarle:
Maestro, ¿Qué quieres decir cuando hablas de que tenemos que
Despertar? ¿Acaso no estamos ya despiertos?
Y El, elevando las manos hasta el horizonte y señalándole dijo:
Mira las semillas que llenan los campos. ¿Acaso los frutos que ves no
son su Despertar?
Y bien saben que el sacrificio de su muerte lleva el nacer a un
estado mayor, porque si el grano de maíz no muriese como grano,
¿acaso nacería como milpa?
Y ahora dime:
¿No desean quedarse sin germinar aquéllos que hacen de la vida su
morada y se enquistan en ella?
Son como las semillas que, recogidas,
se pierden en un rincón del granero y nunca llegan a la tierra.
Debes saber pues, que para Despertar han de morir muchas cosas en tí.
¿Qué es el despertar de la noche, sino el día? Busca pues, ese día en
tí y no te contentes con quedarte entre las tinieblas y el aparente calor de la ignorancia.
DEL LIBRO: ASÍ HABLABA QUETZACOATL
La cuchara del sabio
Cierto mercader envió a su hijo con el más sabio de todos los hombres para que aprendiera el Secreto de la Felicidad. El joven anduvo durante cuarenta días por el desierto, hasta que llegó a un hermoso castillo, en lo alto de una montaña.
Allí vivía el sabio que buscaba.
Sin embargo, en vez de encontrar aun hombre santo, nuestro héroe entró en una sala y vio una actividad inmensa; mercaderes que entraban y salían, personas conversando en los rincones, una pequeña orquesta que tocaba melodías suaves y una mesa repleta de los más deliciosos manjares de aquella región del mundo. El sabio conversaba con todos, y el joven tuvo que esperar dos horas para que lo atendiera.
El sabio escuchó atentamente el motivo de su visita, pero le dijo que en aquel momento no tenía tiempo de explicarle el Secreto de la Felicidad. Le sugirió que diese un paseo por su palacio y volviese dos horas más tarde.
_ Pero quiero pedirte un favor _ añadió el sabio entregándole una cucharita de té en la que dejó caer dos gotas de aceite_. Mientras caminas, lleva esta cucharita y cuida que el aceite no se derrame.
El joven comenzó a subir y bajar las escalinatas del palacio manteniendo siempre los ojos fijos en la cuchara. Pasadas las dos horas, retornó a la presencia del sabio.
_¿Qué tal?_ preguntó el sabio _. ¿Viste los tapices de Persia que hay en mi comedor? ¿Viste el jardín, que el Maestro Jardinero tardó diez años en crear? ¿Reparaste en los bellos pergaminos de mi biblioteca?
El joven, avergonzado, confesó que no había visto nada. Su única preocupación había sido no derramar las gotas de aceite que el Sabio le había confiado.
_ Pues entonces vuelve y conoce las maravillas de mi mundo _ dijo el sabio _. No puedes confiar en un hombre si no conoces su casa.
Ya más tranquilo, el joven tomó nuevamente la cuchara y volvió a pasear por el palacio, esta vez mirando con atención todas las obras de arte que adornaban el techo y las paredes. Vio los jardines, las montañas a su alrededor, la delicadeza de las flores, el esmero con que cada obra de arte estaba colocada en su lugar. De regreso a la presencia del Sabio, le relató detalladamente todo lo que había visto.
_ ¿Pero dónde están las dos gotas de aceite que te confié? _preguntó el Sabio.
El joven miró la cuchara y se dio cuenta de que las había derramado.
_Pues éste es el único consejo que puedo darte_ el secreto de la felicidad está en mirar todas las maravillas del mundo, pero sin olvidarse nunca de las dos gotas de aceite en la cuchara.
del libro El Alquimista de Paulo Coehlo
Allí vivía el sabio que buscaba.
Sin embargo, en vez de encontrar aun hombre santo, nuestro héroe entró en una sala y vio una actividad inmensa; mercaderes que entraban y salían, personas conversando en los rincones, una pequeña orquesta que tocaba melodías suaves y una mesa repleta de los más deliciosos manjares de aquella región del mundo. El sabio conversaba con todos, y el joven tuvo que esperar dos horas para que lo atendiera.
El sabio escuchó atentamente el motivo de su visita, pero le dijo que en aquel momento no tenía tiempo de explicarle el Secreto de la Felicidad. Le sugirió que diese un paseo por su palacio y volviese dos horas más tarde.
_ Pero quiero pedirte un favor _ añadió el sabio entregándole una cucharita de té en la que dejó caer dos gotas de aceite_. Mientras caminas, lleva esta cucharita y cuida que el aceite no se derrame.
El joven comenzó a subir y bajar las escalinatas del palacio manteniendo siempre los ojos fijos en la cuchara. Pasadas las dos horas, retornó a la presencia del sabio.
_¿Qué tal?_ preguntó el sabio _. ¿Viste los tapices de Persia que hay en mi comedor? ¿Viste el jardín, que el Maestro Jardinero tardó diez años en crear? ¿Reparaste en los bellos pergaminos de mi biblioteca?
El joven, avergonzado, confesó que no había visto nada. Su única preocupación había sido no derramar las gotas de aceite que el Sabio le había confiado.
_ Pues entonces vuelve y conoce las maravillas de mi mundo _ dijo el sabio _. No puedes confiar en un hombre si no conoces su casa.
Ya más tranquilo, el joven tomó nuevamente la cuchara y volvió a pasear por el palacio, esta vez mirando con atención todas las obras de arte que adornaban el techo y las paredes. Vio los jardines, las montañas a su alrededor, la delicadeza de las flores, el esmero con que cada obra de arte estaba colocada en su lugar. De regreso a la presencia del Sabio, le relató detalladamente todo lo que había visto.
_ ¿Pero dónde están las dos gotas de aceite que te confié? _preguntó el Sabio.
El joven miró la cuchara y se dio cuenta de que las había derramado.
_Pues éste es el único consejo que puedo darte_ el secreto de la felicidad está en mirar todas las maravillas del mundo, pero sin olvidarse nunca de las dos gotas de aceite en la cuchara.
del libro El Alquimista de Paulo Coehlo
La religión más pequeña del mundo
Zarathustra está inmensamente enamorado de la vida y de todo lo que la vida provee. Es el único místico con una inmensa afirmación de la vida. No hay lugar para renunciar a nada: La vida es un regalo de la existencia. ¡Aprende a disfrutarlo! ¡Deléitate en ella! Baila con los árboles y baila con las estrellas. Ama sin celos. Vive sin competencia. Acepta a todos sin juzgarlos. Y entonces no hay necesidad de ningún Dios y no hay necesidad de ningún paraíso.
Podemos transformar esta misma Tierra en una existencia divina. Nuestra vida misma puede tornarse la expresión de la divinidad. Estoy totalmente por la divinidad, porque la divinidad es una cualidad que puedes aprender, en la que puedes crecer. Dios es sólo una idea muerta. Cuanto antes sea descartada, mejor, porque gasta tu tiempo sin necesidad.
Zarathustra desearía que tu vida fuera un jardín donde cantaran los pájaros, donde se abrieran las flores, donde bailaran los árboles, donde el sol viniera con alegría. Zarathustra está absolutamente a favor de la vida, y ésta es la razón por la que no tiene muchos seguidores. Los envenenadores, la gente destructiva, tienen millones de seguidores. Y un Maestro único, un místico único cuyo mensaje entero es amor y vida, ha logrado la religión mas pequeña del mundo.
La religión de Zarathustra debería ser la única religión. Todas las otras religiones deberían ser enterradas en los cementerios, porque excepto para la vida, no hay Dios, y excepto para el amor, no hay oración.
...Así hablaba Zarathustra.
Osho
El llamado de Dios para dedicarse a los pobres
El 10 de septiembre de 1946, la Madre Teresa, viajando en tren desde Calcuta a Darjeeling (650 kilómetros al norte, al pie del Himalaya), recibió una "llamada dentro de la llamada",por la que abandonaría la Congregación de la Hermanas de Loreto y fundaría las Misioneras de la Caridad . Ella lo llamó: el "Día de la Inspiración". ¿Qué sucedió en este viaje para que cambiara radicalmente, pasando de ser una religiosa dedicada a la educación, a entregarse a la atención de los más pobres y olvidados?
Para entenderlo, según escriben sus biógrafos en dos libros de reciente aparición, debemos referirnos al "voto secreto" que realizó cuatro años antes y que consistió en su compromiso de "no negarle nunca nada a Dios". Es decir que a sus votos de obediencia, pobreza y castidad, añadió el de la sumisión total a la voluntad de Dios. De esta manera se puede comprender por qué la Madre Teresa fue tan fiel y perseverante en llevar a cabo su misión, incluso más allá de la oscuridad interior que acompañaría parte de su vida.
La Madre Teresa escribió: "Era una segunda llamada para abandonar incluso Loreto, donde estaba muy feliz, para ir a las calles a servir a los más pobres de los pobres. Fue en aquel tren que oí la llamada para dejarlo todo y seguirlo a Él a los barrios más miserables ... Yo sabía que era Su voluntad y que tenía que seguirlo. No había duda que iba a ser Su obra". Y en otra carta agregó: "Me hizo una llamada para saciar la sed de Jesús sirviéndole en los más pobres de los pobres".
Durante ese viaje ella tuvo una experiencia tan extraordinaria de Dios que cuando bajó del tren ya no era la misma. Ella diría: "En la fuerte gracia de Luz y Amor divinos que Madre recibió durante el viaje, es donde empiezan las Misioneras de la Caridad ... en las profundidades del infinito anhelo de Dios de amar y ser amado". Según le dijera al padre Langford, "fue un encuentro con la sed de Jesús ". Pero aquella sed de Jesús Crucificado, no era física, sino que "era su sed de amar y ser amado". De allí que mandara colocar en las capillas de las casas de sus congregaciones un cartel con la frase: "Tengo sed" y que explicara frecuentemente: "Sus palabras no son algo del pasado, están vivas aquí y ahora, dichas a ustedes. ¿Lo creen? ...¿Por qué dice Jesús: 'Tengo sed'? ¿Qué significa? ...'Tengo sed' es algo mucho más profundo que si Jesús dijera simplemente: 'Te amo'. Hasta que no sepan profundamente en su interior que Jesús tiene sed de ustedes, no podrán empezar a saber quién quiere ser Él para ustedes, o quién quiere que sean ustedes para Él".
A partir de aquel viaje y hasta principios de 1947 empezó a recibir locuciones de Jesús (ella llamó a este fenómeno: "la Voz"). Según escribiera al padre Van Exem y luego al arzobispo Périer, Jesús, entre otras cosas, le decía: "Quiero hermanas indias Misioneras de la Caridad, que serán Mi fuego de amor entre los más pobres, los enfermos, los moribundos y los niños pequeños de la calle". "Quiero religiosas libres, revestidas con Mi pobreza de la Cruz. Quiero religiosas obedientes, revestidas con mi obediencia de la Cruz. Quiero religiosas llenas de amor, revestidas con la caridad de la Cruz. ¿Te negarás a hacer esto por mí?". Por momentos la Voz se volvía muy dura con ella: "¿Tienes miedo a dar un nuevo paso por tu Esposo? ¿Por mí, por las almas? ¿Se ha enfriado tu generosidad? ¿Soy secundario para ti? Tú no moriste por las almas, por eso no te importa lo que les suceda. Tu corazón nunca estuvo ahogado en el dolor como lo estuvo el de Mi Madre. Ambos nos dimos totalmente por las almas. ¿Y tú?". Pero, en otros momentos, la Voz era suave y suplicante: "Pequeña mía, ven, ven, llévame a los agujeros de los pobres. Ven sé mi luz. No puedo ir solo. No me conocen, por eso no me quieren. Tú ven, ve hacia ellos, llévame hasta ellos".
Además de escuchar "la Voz", en ese tiempo, tuvo tres visiones. En la primera: "Vi una gran muchedumbre, todo tipo de personas, muy pobres y también había niños. Todos ellos tenían sus manos alzadas hacia mí. Yo estaba de pie y ellos alrededor. Gritaban: 'Ven, ven, sálvanos, llévanos a Jesús". En la segunda: "Pude ver gran dolor y sufrimiento en sus rostros. Yo estaba arrodillada cerca de Nuestra Señora que estaba frente a ellos. No vi su cara, pero oí que decía: 'Cuida de ellos, son míos. Llévatelos a Jesús. Tráeles a Jesús. No temas ..." En la tercera de las visiones, nuevamente vio la muchedumbre, pero esta vez: "Estaban cubiertos de oscuridad. Sin embargo, los podía ver. Nuestro Señor estaba en la Cruz. Nuestra Señora, a poca distancia de la cruz y yo como una niña en frente de ella ... Ambas estábamos frente a la Cruz. Nuestro Señor dijo: 'Te lo he pedido. Ellos te lo han pedido y ella, Mi Madre, te lo ha pedido. ¿Te negarás a hacer esto por Mí, cuidar de ellos, traérmelos?' Yo respondí: 'Tú sabes, Jesús, que estoy preparada para ir enseguida". Y la Madre agrega en esta carta: "Desde entonces, no he oído ni he visto nada, pero sé que todo lo que he escrito es verdad".
Envuelta en esta experiencia mística tan particular, la Madre Teresa comenzó a pedir la dispensa para salir de su Congregación e iniciar la obra. Primero fue con su confesor, luego con el arzobispo, más tarde con la Madre Superiora y finalmente con el Vaticano. Al año y medio, obtuvo todos los permisos. Según los expertos, fue más rápido que lo habitual. Su perseverancia e insistencia para salir de la comodidad en que vivía e ir a meterse en los "agujeros oscuros" de los pobres de Calcuta, fue notable. Así, esta pequeña religiosa, de apenas un metro y medio de altura, dejó la casa de las Hermanas de Loreto, se vistió como una hindú, con un sencillo sari blanco y salió a llevar la luz de Cristo a los barrios marginales de Calcuta. En la pobreza, se fue haciendo cada vez más fuerte, a tal punto que el ex Secretario General de la ONU, Javier Pérez de Cuéllar, llegó a decir que era la mujer más poderosa del mundo.
La dimensión de la fiesta
La inteligencia, la focalización de la mente es un medio hacia la supervivencia, pero no hacia la vida. El sobrevivir no es la vida. Sobrevivir es una necesidad, existir en el mundo material es una necesidad, pero la meta es conseguir llevar a la superficie el potencial oculto, todo lo que se entiende con la palabra “tú". Si estás completamente satisfecho, si nada queda como semilla dentro de ti, si todo se realiza, si eres un constante florecer, entonces y sólo entonces puedes sentir la felicidad, el éxtasis de la vida.
La parte negada de ti, la parte inconsciente, puede ser activa y creadora sólo si le añades una nueva dimensión a tu vida: la dimensión de la fiesta, la dimensión del juego. Así, la meditación no es un trabajo, es un juego. El orar no es un negocio, es un juego. Meditación no es algo a hacer para conseguir un objetivo, paz, felicidad... sino algo para ser disfrutado como fin en sí mismo.
La dimensión festiva es la que más importa que entendamos... y la hemos perdido totalmente. Con "festivo" quiero decir la capacidad de gozar, momento a momento, de todo cuanto llega a ti.
En el negocio el resultado es lo importante. En la fiesta, es el acto mismo lo que cuenta. Si puedes hacer que cualquier acto tenga un significado en sí mismo, entonces estarás de fiesta y podrás celebrarlo.
A esta comunión, a esta celebración, a este ser consciente sin elección, a esta actitud sin ánimo de sacar provecho, la llamo meditación. La fiesta misma es ese momento, ese acto, y no es la preocupación por los resultados, por conseguir algo. No hay nada que conseguir, de modo que puedes disfrutar de lo que hay aquí y ahora.
Osho
viernes, 28 de diciembre de 2012
El bote vacío
Yo no soy tu enemigo. Sólo puedo ayudarte a ser un don nadie. Solo puedo empujarte al abismo... sin fondo. Nunca alcanzarás nada, simplemente te disolverás. Caerás y caerás y te disolverás, y el momento en que te disuelvas toda la existencia se sentirá en éxtasis. La totalidad de la existencia celebrará este suceso.
Buda alcanzó esto. Por cuestiones semánticas digo "alcanzó"; de otra forma la palabra es aborrecible, no hay un alcanzar, pero tú ya comprendes. Buda alcanza este vacío, esta nada. Durante dos semanas, durante catorce días continuamente, estuvo sentado en silencio, sin moverse, sin hablar, sin hacer nada.
Se dice que las deidades del cielo se turbaron; sólo en muy escasas ocasiones ocurre que alguien alcanza un vacío tan total. Toda la existencia se regocijó, por esto las deidades acudieron. Se inclinaron ante Buda y dijeron "Debes decir algo, debes expresar lo que has alcanzado". Se dice que Buda rió y dijo: "No he alcanzado nada, más bien, a causa de esta mente, que siempre anda deseosa de alcanzar algo, lo estaba perdiendo todo. No he alcanzado nada, esto no es un logro; más bien al contrario, el hacedor ha desaparecido. Yo ya no soy más, y, date cuenta de su belleza, cuando yo era, yo era desgraciado, y ahora que ya no soy, todo es bienaventuranza, la dicha llueve continuamente sobre mí, por todas partes. Ahora no hay ya aflicción".
Buda había dicho anteriormente: "La vida es aflicción, el nacimiento es aflicción, la muerte es aflicción, todo es desdicha. Y era desdicha porque el ego estaba ahí. El bote no estaba vacío.
Ahora el bote está vacío, ya no hay más tristeza, más aflicción, más pesadumbre. La existencia se ha convertido en una celebración y debería permanecer como celebración hasta la eternidad, por y para siempre".
Esto es por lo que digo que es peligroso que hayas venido a mí. Has dado un paso arriesgado. Si tú eres valiente prepárate para el salto. Todo el esfuerzo estriba en cómo acabar contigo, en cómo destruirte. Una vez seas destruido, lo indestructible surgirá, está ahí, escondido. Una vez que todo lo no esencial sea eliminado, lo esencial será como una llama viva, en la gloria absoluta.
Osho
Ahuyentar los fantasmas
Durante años Hitoshi intentó - inútilmente - despertar el amor de aquella a quien consideraba ser la mujer de su vida. Pero el destino es irónico: el mismo día que ella lo aceptó como futuro marido, también descubrió que tenía una enfermedad incurable y le quedaba poco tiempo de vida.
Seis meses después, ya a punto de morir, ella le pidió:
- Quiero que me prometas una cosa: que jamás te volverás a enamorar. Si lo haces, volveré todas las noches para espantarte.
Y cerró los ojos para siempre. Durante muchos meses, Hitoshi evitó aproximarse a otras mujeres, pero el destino continuó irónico, y él descubrió un nuevo amor. Cuando se preparaba para casarse, el fantasma de su ex amada cumplió su promesa y apareció.
- Me estás traicionando - le dijo.
- Durante años te entregué mi corazón y tú no me correspondías -respondió Hitoshi - ¿No crees que merezco una segunda oportunidad de ser feliz?.
Pero el fantasma de la ex amada no quiso saber disculpas, y todas las noches venía para asustarlo. Contaba con todo detalle lo que había sucedido durante el día, las palabras de amor que él había dicho a su novia, los besos y abrazos que se habían intercambiado.
Hitoshi ya no podía dormir, así que fue a buscar al maestro zen Bashó.
- Es un fantasma muy listo - comentó Bashó.
- ¡Ella sabe todo, hasta los menores detalles! Y ya está acabando con mi noviazgo, porque no consigo dormir y en los momentos de intimidad con mi amada me siento muy inhibido.
- Vamos a alejar este fantasma - garantizó Bashó.
Aquella noche cuando el fantasma retornó, Hitoshi lo abordó antes de que dijera la primera frase.
- Eres un fantasma tan sabio, que haremos un trato. Como me vigilas todo el tiempo, te voy a preguntar algo que hice hoy: si aciertas abandono a mi novia y nunca más tendré mujer. Si te equivocas, has de prometer que no volverás a aparecer, so pena de ser condenado por los dioses a vagar para siempre en la oscuridad.
- De acuerdo - respondió el fantasma, confiada.
- Esta tarde estaba en el almacén y en un determinado momento cogí un puñado de granos de trigo de dentro de un saco.
- Sí, lo vi - dijo el fantasma.
- La pregunta es la siguiente: ¿cuántos granos de trigo tenía en mi mano?.
El fantasma en ese instante comprendió que no conseguiría jamás responder la pregunta. Y para evitar ser perseguido por los dioses en la oscuridad eterna, decidió desaparecer para siempre.
Dos días después Hitoshi fue hasta la casa del maestro zen.
- Vine a darle las gracias.
- Aprovecha para aprender las lecciones que hacen parte de esta experiencia - respondió Bashó.
"En primer lugar, aquel espíritu volvía siempre porque tenías miedo. Si quieres alejar una maldición, no le des la menor importancia."
"Segundo: el fantasma sacaba provecho de tu sensación de culpa: cuando nos sentimos culpables, siempre deseamos - inconscientemente - el castigo."
"Y, finalmente: nadie que realmente te amara te obligaría a hacer ese tipo de promesa. Si quieres entender el amor, aprende la libertad."
Paulo Coelho
Silencio: el lenguaje universal
Nos hemos habituado tanto a charlotear que incluso si vamos a la iglesia o al templo, continuamos charloteando también allí. Charlamos con Dios, hablamos con Dios. Esto es una absoluta tontería. Dios, la existencia, no comprende tu lenguaje. La existencia comprende sólo un lenguaje, el del silencio. Y el silencio no es ni sánscrito ni árabe ni inglés ni hindú. El silencio es universal; no le pertenece a nadie.
Hay al menos cuatro mil lenguas en la Tierra, y todo el mundo está encerrado en su propia lengua. Si no conoces su lengua, no puedes relacionarte con él. No puedes relacionarte. Si no comprendo tu lengua y tú no comprendes la mía, no podemos relacionarnos. Somos extraños. No podemos penetrar el uno en el otro, no podemos comprender, no podemos amar. Esto está sucediendo tan sólo porque no conocemos un lenguaje universal básico: el silencio.
En realidad, uno sólo se relaciona mediante el silencio. Y si conoces el lenguaje del silencio, entonces puedes relacionarte con cualquier cosa, porque las piedras están en silencio, los árboles están en silencio, el cielo está en silencio... Es existencial. Todo sabe lo que es el silencio; todo existe en el silencio.
Si tienes una piedra en la mano, la piedra no está charlando consigo misma, y tú sí estás charlando; por eso no puedes relacionarte con la piedra. Y la roca está abierta, vulnerable, acogedora. La piedra te dará la bienvenida, pero tú estás charloteando y la piedra no puede comprender el charloteo, eso se convierte en la barrera. De modo que ni siquiera con los seres humanos puedes tener una relación profunda; no puede haber intimidad. El lenguaje, las palabras, lo destruye todo.
Meditación significa silencio, no pensar en nada. No pensar en absoluto; sólo ser abierto, dispuesto, ansioso de relacionarte, acogedor, receptivo, amoroso, pero sin pensar en absoluto. Entonces te sucederá el amor infinito, y nunca dirás que nadie te ama. Nunca lo dirás, nunca lo sentirás.
Osho
Hay al menos cuatro mil lenguas en la Tierra, y todo el mundo está encerrado en su propia lengua. Si no conoces su lengua, no puedes relacionarte con él. No puedes relacionarte. Si no comprendo tu lengua y tú no comprendes la mía, no podemos relacionarnos. Somos extraños. No podemos penetrar el uno en el otro, no podemos comprender, no podemos amar. Esto está sucediendo tan sólo porque no conocemos un lenguaje universal básico: el silencio.
En realidad, uno sólo se relaciona mediante el silencio. Y si conoces el lenguaje del silencio, entonces puedes relacionarte con cualquier cosa, porque las piedras están en silencio, los árboles están en silencio, el cielo está en silencio... Es existencial. Todo sabe lo que es el silencio; todo existe en el silencio.
Si tienes una piedra en la mano, la piedra no está charlando consigo misma, y tú sí estás charlando; por eso no puedes relacionarte con la piedra. Y la roca está abierta, vulnerable, acogedora. La piedra te dará la bienvenida, pero tú estás charloteando y la piedra no puede comprender el charloteo, eso se convierte en la barrera. De modo que ni siquiera con los seres humanos puedes tener una relación profunda; no puede haber intimidad. El lenguaje, las palabras, lo destruye todo.
Meditación significa silencio, no pensar en nada. No pensar en absoluto; sólo ser abierto, dispuesto, ansioso de relacionarte, acogedor, receptivo, amoroso, pero sin pensar en absoluto. Entonces te sucederá el amor infinito, y nunca dirás que nadie te ama. Nunca lo dirás, nunca lo sentirás.
Osho
UN CUENTO DE KHALIL GIBRAN - Paulo Coehlo
"Yo estaba caminando por el jardín de un asilo de locos, cuando encontré a un joven leyendo un libro de filosofía. Por su forma y por la salud que mostraba no combinaba mucho con los otros internos. Me senté a su lado y le pregunté: ¿Qué estás haciendo aquí?
Paulo Coelho
---------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------
El me miró sorprendido, pero viendo que yo no era uno de los médicos respondió:
"Es muy simple. Mi padre, un brillante abogado, quería que yo fuera como él.
Mi tío que tenía un alto puesto comercial, quería que yo siguiera su ejemplo.
Mi madre deseaba que yo fuera la imagen de su adorado padre.
Mi hermana siempre me citaba a su marido como ejemplo de un hombre de éxito.
Mi hermano trataba de entrenarme para que yo fuera un buen atleta como él.
Y lo mismo ocurría con mis profesores en la escuela, el maestro de piano, el tutor de inglés; todos estaban convencidos y seguros de que eran el mejor ejemplo a seguir. Nadie me miraba como se debe mirar a un hombre, sino como se mira un espejo. Así fue que decidí internarme en este asilo. Por lo menos aquí puedo ser yo mismo."
Dialogo con el maestro "El Tedio" de Paulo Coehlo
Estamos sentados en un jardín, en una ciudad francesa.
– Las personas se quejan, pero en el fondo adoran la rutina – dije yo.
– Claro, y la razón es muy simple: la rutina les da la falsa sensación de que están más seguras.
Así, el día de hoy será exactamente igual al día de ayer, y el de mañana no traerá sorpresas.
Al llegar la noche, parte del alma protesta porque no vivió nada diferente, pero la otra parte está contenta – paradójicamente por la misma razón.
Es evidente que esta seguridad es totalmente falsa, pues nadie puede controlar nada y, justamente en el momento más inesperado, aparece un cambio que sorprende a la persona sin condiciones de reaccionar o luchar…
– Si somos libres para decidir que queremos una vida rutinaria, ¿por qué Dios nos obliga a cambiarla?
– ¿Qué es la realidad? Es lo que imaginamos que es.
Si mucha gente “piensa” que el mundo es de tal o cual manera, las cosas de nuestro entorno se cristalizan, y nada cambia durante algún tiempo. Sin embargo, la vida es una evolución constante – social, política, espiritual, sea en el nivel que sea.
Para que las cosas evolucionen, es necesario que las personas cambien. Como estamos todos interrelacionados, a veces el destino da un empujón a aquellos que están impidiendo el cambio.
– Generalmente bajo la forma de tragedia…
– La tragedia depende de cómo se la mire.
Si elegiste ser una víctima del mundo, cualquier cosa que te pase alimentará aquel lado negro de tu alma donde te consideras víctima de la injusticia, sufridor, culpable y merecedor de castigo.
Si elegiste ser un aventurero, los cambios – incluso las pérdidas inevitables, ya que todo en este mundo se transforma – pueden causarte algún dolor, pero pronto te empujarán hacia delante, obligándote a reaccionar.
En muchas tradiciones orales, la sabiduría está representada por un templo, con dos columnas en la puerta.
Estas dos columnas siempre tienen nombre de cosas opuestas entre sí, pero para ejemplificar lo que quiero decir, llamaremos a una Miedo y a otra Deseo.
Cuando el hombre está delante de esta puerta, mira a la columna del Miedo y piensa: “¡Dios mío, que será lo que encontraré aquí?”.
Acto seguido, mira hacia la columna del Deseo y piensa: “¡Dios mío, ya estoy tan acostumbrado con lo que tengo que deseo continuar viviendo como siempre viví”.
Y se queda allí detenido.
A eso llamamos tedio.
– El tedio es…
– El movimiento que cesa.
Instintivamente, sabemos que está mal y nos rebelamos.
Nos quejamos con nuestros maridos, esposas, hijos, vecinos.
Pero, por otro lado, sabemos que el tedio y la rutina son puertos seguros.
– ¿Una persona puede pasar toda su vida en esta situación?
Ella puede recibir el empujón de la vida, pero resistirlo y continuar allí, siempre protestando.
Y su sufrimiento habrá sido inútil, no le habrá enseñado nada.
Sí, una persona puede continuar el resto de sus días parada frente a una de las puertas que debe atravesar, pero necesita entender que solo vivió realmente hasta ese punto.
Puede continuar respirando, andando, durmiendo, comiendo – pero cada vez con menos placer, porque ya está muerta espiritualmente y no lo sabe.
Hasta que un día, además de la muerte espiritual, aparece la muerte física; en ese momento, Dios le preguntará “qué es lo que hiciste con tu vida?”.
Todos nosotros tenemos que responder a esta pregunta, y ¡ay! de quien diga “me quedé parado frente a una puerta”.
...Y vos que Columna Eliges?...
...El Miedo...la repeticion...la muerte...
...o...
....El Deseo...La Magia....La Vida...
...La Decision es de Uno...de cada Uno...De Uno en Uno...
...Ser una hoja al viento o Ser el Viento?...
...Te Decidiste?...
...Lo que decidas es importante...pero más importante es...
... QUE DECIDAS!...
– Las personas se quejan, pero en el fondo adoran la rutina – dije yo.
– Claro, y la razón es muy simple: la rutina les da la falsa sensación de que están más seguras.
Así, el día de hoy será exactamente igual al día de ayer, y el de mañana no traerá sorpresas.
Al llegar la noche, parte del alma protesta porque no vivió nada diferente, pero la otra parte está contenta – paradójicamente por la misma razón.
Es evidente que esta seguridad es totalmente falsa, pues nadie puede controlar nada y, justamente en el momento más inesperado, aparece un cambio que sorprende a la persona sin condiciones de reaccionar o luchar…
– Si somos libres para decidir que queremos una vida rutinaria, ¿por qué Dios nos obliga a cambiarla?
– ¿Qué es la realidad? Es lo que imaginamos que es.
Si mucha gente “piensa” que el mundo es de tal o cual manera, las cosas de nuestro entorno se cristalizan, y nada cambia durante algún tiempo. Sin embargo, la vida es una evolución constante – social, política, espiritual, sea en el nivel que sea.
Para que las cosas evolucionen, es necesario que las personas cambien. Como estamos todos interrelacionados, a veces el destino da un empujón a aquellos que están impidiendo el cambio.
– Generalmente bajo la forma de tragedia…
– La tragedia depende de cómo se la mire.
Si elegiste ser una víctima del mundo, cualquier cosa que te pase alimentará aquel lado negro de tu alma donde te consideras víctima de la injusticia, sufridor, culpable y merecedor de castigo.
Si elegiste ser un aventurero, los cambios – incluso las pérdidas inevitables, ya que todo en este mundo se transforma – pueden causarte algún dolor, pero pronto te empujarán hacia delante, obligándote a reaccionar.
En muchas tradiciones orales, la sabiduría está representada por un templo, con dos columnas en la puerta.
Estas dos columnas siempre tienen nombre de cosas opuestas entre sí, pero para ejemplificar lo que quiero decir, llamaremos a una Miedo y a otra Deseo.
Cuando el hombre está delante de esta puerta, mira a la columna del Miedo y piensa: “¡Dios mío, que será lo que encontraré aquí?”.
Acto seguido, mira hacia la columna del Deseo y piensa: “¡Dios mío, ya estoy tan acostumbrado con lo que tengo que deseo continuar viviendo como siempre viví”.
Y se queda allí detenido.
A eso llamamos tedio.
– El tedio es…
– El movimiento que cesa.
Instintivamente, sabemos que está mal y nos rebelamos.
Nos quejamos con nuestros maridos, esposas, hijos, vecinos.
Pero, por otro lado, sabemos que el tedio y la rutina son puertos seguros.
– ¿Una persona puede pasar toda su vida en esta situación?
Ella puede recibir el empujón de la vida, pero resistirlo y continuar allí, siempre protestando.
Y su sufrimiento habrá sido inútil, no le habrá enseñado nada.
Sí, una persona puede continuar el resto de sus días parada frente a una de las puertas que debe atravesar, pero necesita entender que solo vivió realmente hasta ese punto.
Puede continuar respirando, andando, durmiendo, comiendo – pero cada vez con menos placer, porque ya está muerta espiritualmente y no lo sabe.
Hasta que un día, además de la muerte espiritual, aparece la muerte física; en ese momento, Dios le preguntará “qué es lo que hiciste con tu vida?”.
Todos nosotros tenemos que responder a esta pregunta, y ¡ay! de quien diga “me quedé parado frente a una puerta”.
...Y vos que Columna Eliges?...
...El Miedo...la repeticion...la muerte...
...o...
....El Deseo...La Magia....La Vida...
...La Decision es de Uno...de cada Uno...De Uno en Uno...
...Ser una hoja al viento o Ser el Viento?...
...Te Decidiste?...
...Lo que decidas es importante...pero más importante es...
... QUE DECIDAS!...
El engaño de la mente
Estaba leyendo sobre un piloto que volaba sobre California con un amigo. Le dijo al amigo: "Mira abajo a este hermoso lago. Yo nací cerca de él; ese es mi pueblo". Señaló un pequeño pueblecito colgado de las colinas cerca del lago y le dijo: "Nací allí. Cuando niño solía sentarme en la orilla del lago a pescar; el pescar era mi hobby. Pero en esa época, cuan¬do era niño y paseaba en el lago, siempre los aviones solían surcar el cielo sobre mi cabeza, y soñaba que un día sería piloto, soñaba que pilotaría un aeroplano. Ese era mi único sueño. Ahora se ha realizado y ¡qué desgracia! Ahora estoy continuamente mirando abajo hacia el lago y pensando cuando podré retirarme y pescar de nuevo. El lago es tan hermoso...".
Así es cómo ocurre todo. Así es cómo te suceden las cosas. En la infancia, ansiabas volverte mayor porque los mayores eran más poderosos. Un chico desea crecer inmediatamente. Los mayores son más sabios, y el niño siente que haga lo que haga siempre estará mal. Y pregúntale entonces al viejo, él siempre creerá que cuando se fue la infancia todo se perdió; el paraíso estaba allí en la niñez. Y todos los ancianos mueren pensando en la niñez, la inocencia, la belleza, la tierra de ensueño.
Tengas lo que tengas parece inútil, todo lo que no tienes parece útil. Recuérdalo, sino la meditación no puede suceder, porque meditación significa entender la mente, el funcionamiento de la mente, el mismo proceso de la mente.
La mente es dialéctica, hace que te muevas una y otra vez hacia el opuesto. Y este es un proceso infinito, nunca acaba a menos que te desprendas repentinamente de él, a menos que en un instante te des cuenta de todo el juego, a menos que de repente percibas el engaño de la mente, y te pares en el medio. El pararse en el medio es meditación.
Osho
jueves, 27 de diciembre de 2012
Osho habla de amor
El corazón del hombre es un instrumento musical, contiene una música grandiosa. Dormida, pero esta allí, esperando el momento apropiado para ser interpretada, expresada, cantada, danzada. Y es a través del amor que el momento llega.
Un hombre sin amor nunca conocerá que música ha estado llevando dentro de su corazón. Es solo a través del amor que la música comienza a tomar vida, se despierta y deja de ser un potencial para convertirse en realidad.
Que es amor? Es una profunda necesidad de ser uno con el todo, una profunda necesidad de disolver en una unidad el tú y el yo. El amor es así porque estamos separados de nuestra propia fuente. De esa separación surge el deseo de volver al Todo y de unificarse con El.
Tu ego se ha convertido en una barrera entre tú y tu tierra: el Todo. El hombre se asfixia, no puede respirar, ha perdido sus raíces. Ya no es alimentado. El amor es un deseo de nutrición; el amor es enraizarse en la existencia.
El amor en sí mismo es valioso: no tiene ningún propósito, no tiene ningún fin.
Tiene una inmensa significación; una gran alegría; un éxtasis en sí mismo, pero estos no son fines. El amor no es un negocio donde importan los propósitos, las metas. Siempre hay una cierta locura en el amor... El amor no tiene razón alguna. Simplemente puedes decir: No sé. Todo lo que sé es que amar es experimentar el espacio más hermoso dentro de uno mismo. Pero eso no es un propósito. Ese espacio no es mental. Ese espacio no puede ser convertido en una comodidad. Este espacio es como un capullo de rosa con una gota de rocío sobre sí brillando como una perla. Y con la primera brisa de la mañana y al sol, el capullo está bailando.
El amor es la danza de tu vida.
Amor es el encuentro, el encuentro orgásmico de la vida y la muerte... Para alcanzarlo, hay cuatro pasos que deben recordarse.
El primero: estar aquí y ahora, porque el amor solo es posible en el aquí-ahora. No puedes amar en el pasado.
El segundo paso hacia el amor es: aprende a transformar tus venenos en miel...
El tercer paso hacia el amor es compartir tus cosas positivas, compartir tu vida, compartir todo lo que tengas. Todo lo bello que tengas, no lo escondas.
Y la cuarta: sé la nada. Una vez que comienzas a pensar que eres alguien, te estancas. Entonces el amor no fluye. El amor sólo fluye de alguien que no es nadie. El amor mora sólo en la nada.
Cuando estás vacío, hay amor. Cuando estás lleno de ego, el amor desaparece. El amor y el ego no pueden converger.
Es muy fácil amar a la gente en lo abstracto, el verdadero problema surge en lo concreto. Y recuérdalo, si no amas a los seres humanos concretos, reales seres humanos, todo tu amor por los árboles y los pájaros es falso, pura habladuría.
El amor es una flor muy frágil. Tiene que ser protegido, tiene que ser reforzado, tiene que ser regado; sólo entonces se fortalece.
Ama como algo natural, tal y como respiras. Y cuando ames a alguien, no empieces a exigir; si no desde el principio mismo estarás cerrando las puertas. No tengas ninguna expectativa. Si algo aparece en tu camino, siente gratitud. Si nada viene, no es necesario que venga, no lo necesitas, no puedes mantener esa expectativa.
El amor no es un negocio, así que deja de tratarlo como tal. Si no malograrás tu vida, el amor y todo lo que hay de hermoso en ello, porque todo lo que es bello no es en absoluto negociable. Pero la existencia no sabe acerca de negocios. Los árboles florecen, no es un negocio; las estrellas brillan, no es un negocio y no tienes que pagar por ello y nadie te exige nada. Un pájaro viene y se posa en tu puerta, te canta una canción y no te pide un certificado o algo así. Ha cantado su canción y luego, muy contento se va volando, sin dejar huellas. Así es como el amor crece. Da y no esperes a ver cuanto puedes conseguir.
No pidas y no exijas. Ama a la gente común. No hay nada de malo en la gente común. La gente común es extraordinaria. Cada ser humano es tan único! Ten respeto por ese ser único. Tercero: da y da sin ninguna condición, y sabrás qué es el amor. No lo puedo definir. Puedo enseñarte la forma en que crece. Te puedo enseñar como plantar un rosal, como regarlo, como fertilizarlo, como protegerlo. Luego un día, inesperadamente, aparece la rosa, y tu casa se llena de fragancia. Así es como ocurre el amor.
En el momento en que el amor se vuelve una relación de pareja, se convierte en esclavitud, porque hay expectativas, hay exigencias, hay frustraciones y un esfuerzo de ambos lados para dominar. Se convierte en una lucha por el poder...
.... el amor como un estado del ser es una palabra totalmente diferente. Significa que tú simplemente amas; no estas estableciendo una relación de pareja. Tu amor es como la fragancia de una flor. No crea una relación; no te pide que seas de una forma determinada, que te comportes de cierta manera, que actúes de cierta forma. No exige nada. Simplemente comparte. Y en este compartir, tampoco existe el deseo de recibir una recompensa. El mismo compartir es la recompensa.
Cuando el amor se convierte para ti en una fragancia, tiene una tremenda belleza y posee algo que está muy por encima de la mal llamada humanidad. Tiene algo de divino.
Quiero que sepas que el amor llega de improviso. No como una consecuencia de algún esfuerzo de tu parte, sino como un regalo de la naturaleza. En ese momento no lo hubieras aceptado si hubieses estado preocupado porque algún día, de pronto, pudiera terminar.
Las flores siempre seguirán naciendo, pero no te aferres a una flor, de lo contrario, pronto te encontrarás aferrado a una flor muerta. Y esa es la realidad: la gente se aferra a un amor muerto, que alguna vez estuvo vivo.
Si tienes algo que te proporciona alegría, paz, éxtasis, compártelo. Y recuerda que cuando compartes hay un motivo. No te estoy diciendo que por compartir llegarás al cielo. No te estoy dando meta alguna. Te estoy diciendo, que con solo compartir estarás tremendamente satisfecho. En el compartir mismo está la satisfacción, no hay ninguna meta; no está orientado hacia ningún fin. Es un fin en sí mismo.
Cuando no tienes amor, le pides al otro que te lo de. Eres un mendigo. Y el otro te está pidiendo que se lo des a él o a ella. Ahora bien, dos mendigos extendiendo sus manos uno al otro y ambos con la esperanza de que el otro lo tenga... Naturalmente ambos se sienten derrotados y ambos se sienten engañados.
Esta es la paradoja: aquellos que se enamoran no tienen amor, por eso se enamoran. Y porque no tienen amor, no pueden darlo. Y algo más: una persona inmadura solo se enamora de otra persona inmadura, porque solo ellas pueden comprender el lenguaje de la otra. Una persona madura ama a una persona madura. Una persona inmadura ama a una persona inmadura.
El problema básico del amor es madurar primero, entonces encontrarás una pareja madura; entonces la gente inmadura no te atraerá para nada. Es sencillamente así.
Cuando dos personas maduras están enamoradas, ocurre una de las más grandes paradojas de la vida, uno de los fenómenos más bellos: están juntos y sin embargo tremendamente solos; están tan unidos que casi son uno. Pero su unión no destruye su individualidad, de hecho, la realza: se vuelven más individuos. Dos personas maduras enamoradas se ayudan mutuamente a ser más libres.
Yo te amo. No puedo evitarlo. No es cuestión de que pueda amarte o no, simplemente te amo. Si no estuvieses aquí, este auditorio estaría lleno de mi amor, no habría ninguna diferencia. Estos árboles todavía recibirían mi amor, estos pájaros lo seguirían recibiendo. E incluso si todos los árboles y los pájaros desaparecieran, eso no haría ninguna diferencia: el amor seguiría fluyendo. El amor es, así que el amor fluye.
Así como la luz rodea a la llama, el amor te rodea. Tú eres amoroso, eres amor.
Entonces tiene eternidad. No está dirigido a nadie. Cualquiera que se acerque beberá de él. Cualquiera que se acerque a ti estará encantado con él, enriquecido por él. Un árbol, una roca, una persona, un animal, no importa. Incluso si estás sentado, solo... Buda, solo, sentado bajo su árbol está irradiando amor.
El amor está constantemente lloviendo a su alrededor. Eso es eterno y ese es el verdadero anhelo del corazón.
Un hombre sin amor nunca conocerá que música ha estado llevando dentro de su corazón. Es solo a través del amor que la música comienza a tomar vida, se despierta y deja de ser un potencial para convertirse en realidad.
Que es amor? Es una profunda necesidad de ser uno con el todo, una profunda necesidad de disolver en una unidad el tú y el yo. El amor es así porque estamos separados de nuestra propia fuente. De esa separación surge el deseo de volver al Todo y de unificarse con El.
Tu ego se ha convertido en una barrera entre tú y tu tierra: el Todo. El hombre se asfixia, no puede respirar, ha perdido sus raíces. Ya no es alimentado. El amor es un deseo de nutrición; el amor es enraizarse en la existencia.
El amor en sí mismo es valioso: no tiene ningún propósito, no tiene ningún fin.
Tiene una inmensa significación; una gran alegría; un éxtasis en sí mismo, pero estos no son fines. El amor no es un negocio donde importan los propósitos, las metas. Siempre hay una cierta locura en el amor... El amor no tiene razón alguna. Simplemente puedes decir: No sé. Todo lo que sé es que amar es experimentar el espacio más hermoso dentro de uno mismo. Pero eso no es un propósito. Ese espacio no es mental. Ese espacio no puede ser convertido en una comodidad. Este espacio es como un capullo de rosa con una gota de rocío sobre sí brillando como una perla. Y con la primera brisa de la mañana y al sol, el capullo está bailando.
El amor es la danza de tu vida.
Amor es el encuentro, el encuentro orgásmico de la vida y la muerte... Para alcanzarlo, hay cuatro pasos que deben recordarse.
El primero: estar aquí y ahora, porque el amor solo es posible en el aquí-ahora. No puedes amar en el pasado.
El segundo paso hacia el amor es: aprende a transformar tus venenos en miel...
El tercer paso hacia el amor es compartir tus cosas positivas, compartir tu vida, compartir todo lo que tengas. Todo lo bello que tengas, no lo escondas.
Y la cuarta: sé la nada. Una vez que comienzas a pensar que eres alguien, te estancas. Entonces el amor no fluye. El amor sólo fluye de alguien que no es nadie. El amor mora sólo en la nada.
Cuando estás vacío, hay amor. Cuando estás lleno de ego, el amor desaparece. El amor y el ego no pueden converger.
Es muy fácil amar a la gente en lo abstracto, el verdadero problema surge en lo concreto. Y recuérdalo, si no amas a los seres humanos concretos, reales seres humanos, todo tu amor por los árboles y los pájaros es falso, pura habladuría.
El amor es una flor muy frágil. Tiene que ser protegido, tiene que ser reforzado, tiene que ser regado; sólo entonces se fortalece.
Ama como algo natural, tal y como respiras. Y cuando ames a alguien, no empieces a exigir; si no desde el principio mismo estarás cerrando las puertas. No tengas ninguna expectativa. Si algo aparece en tu camino, siente gratitud. Si nada viene, no es necesario que venga, no lo necesitas, no puedes mantener esa expectativa.
El amor no es un negocio, así que deja de tratarlo como tal. Si no malograrás tu vida, el amor y todo lo que hay de hermoso en ello, porque todo lo que es bello no es en absoluto negociable. Pero la existencia no sabe acerca de negocios. Los árboles florecen, no es un negocio; las estrellas brillan, no es un negocio y no tienes que pagar por ello y nadie te exige nada. Un pájaro viene y se posa en tu puerta, te canta una canción y no te pide un certificado o algo así. Ha cantado su canción y luego, muy contento se va volando, sin dejar huellas. Así es como el amor crece. Da y no esperes a ver cuanto puedes conseguir.
No pidas y no exijas. Ama a la gente común. No hay nada de malo en la gente común. La gente común es extraordinaria. Cada ser humano es tan único! Ten respeto por ese ser único. Tercero: da y da sin ninguna condición, y sabrás qué es el amor. No lo puedo definir. Puedo enseñarte la forma en que crece. Te puedo enseñar como plantar un rosal, como regarlo, como fertilizarlo, como protegerlo. Luego un día, inesperadamente, aparece la rosa, y tu casa se llena de fragancia. Así es como ocurre el amor.
En el momento en que el amor se vuelve una relación de pareja, se convierte en esclavitud, porque hay expectativas, hay exigencias, hay frustraciones y un esfuerzo de ambos lados para dominar. Se convierte en una lucha por el poder...
.... el amor como un estado del ser es una palabra totalmente diferente. Significa que tú simplemente amas; no estas estableciendo una relación de pareja. Tu amor es como la fragancia de una flor. No crea una relación; no te pide que seas de una forma determinada, que te comportes de cierta manera, que actúes de cierta forma. No exige nada. Simplemente comparte. Y en este compartir, tampoco existe el deseo de recibir una recompensa. El mismo compartir es la recompensa.
Cuando el amor se convierte para ti en una fragancia, tiene una tremenda belleza y posee algo que está muy por encima de la mal llamada humanidad. Tiene algo de divino.
Quiero que sepas que el amor llega de improviso. No como una consecuencia de algún esfuerzo de tu parte, sino como un regalo de la naturaleza. En ese momento no lo hubieras aceptado si hubieses estado preocupado porque algún día, de pronto, pudiera terminar.
Las flores siempre seguirán naciendo, pero no te aferres a una flor, de lo contrario, pronto te encontrarás aferrado a una flor muerta. Y esa es la realidad: la gente se aferra a un amor muerto, que alguna vez estuvo vivo.
Si tienes algo que te proporciona alegría, paz, éxtasis, compártelo. Y recuerda que cuando compartes hay un motivo. No te estoy diciendo que por compartir llegarás al cielo. No te estoy dando meta alguna. Te estoy diciendo, que con solo compartir estarás tremendamente satisfecho. En el compartir mismo está la satisfacción, no hay ninguna meta; no está orientado hacia ningún fin. Es un fin en sí mismo.
Cuando no tienes amor, le pides al otro que te lo de. Eres un mendigo. Y el otro te está pidiendo que se lo des a él o a ella. Ahora bien, dos mendigos extendiendo sus manos uno al otro y ambos con la esperanza de que el otro lo tenga... Naturalmente ambos se sienten derrotados y ambos se sienten engañados.
Esta es la paradoja: aquellos que se enamoran no tienen amor, por eso se enamoran. Y porque no tienen amor, no pueden darlo. Y algo más: una persona inmadura solo se enamora de otra persona inmadura, porque solo ellas pueden comprender el lenguaje de la otra. Una persona madura ama a una persona madura. Una persona inmadura ama a una persona inmadura.
El problema básico del amor es madurar primero, entonces encontrarás una pareja madura; entonces la gente inmadura no te atraerá para nada. Es sencillamente así.
Cuando dos personas maduras están enamoradas, ocurre una de las más grandes paradojas de la vida, uno de los fenómenos más bellos: están juntos y sin embargo tremendamente solos; están tan unidos que casi son uno. Pero su unión no destruye su individualidad, de hecho, la realza: se vuelven más individuos. Dos personas maduras enamoradas se ayudan mutuamente a ser más libres.
Yo te amo. No puedo evitarlo. No es cuestión de que pueda amarte o no, simplemente te amo. Si no estuvieses aquí, este auditorio estaría lleno de mi amor, no habría ninguna diferencia. Estos árboles todavía recibirían mi amor, estos pájaros lo seguirían recibiendo. E incluso si todos los árboles y los pájaros desaparecieran, eso no haría ninguna diferencia: el amor seguiría fluyendo. El amor es, así que el amor fluye.
Así como la luz rodea a la llama, el amor te rodea. Tú eres amoroso, eres amor.
Entonces tiene eternidad. No está dirigido a nadie. Cualquiera que se acerque beberá de él. Cualquiera que se acerque a ti estará encantado con él, enriquecido por él. Un árbol, una roca, una persona, un animal, no importa. Incluso si estás sentado, solo... Buda, solo, sentado bajo su árbol está irradiando amor.
El amor está constantemente lloviendo a su alrededor. Eso es eterno y ese es el verdadero anhelo del corazón.
No existen mapas
Mucha gente vive su vida como profesores de lengua. Esa es la clase de vida más falsa. La realidad no necesita de lenguaje alguno; está a tu alcance a un nivel no verbal. La luna está ahí, no necesita ni de cubo, ni de agua, no necesita de medio alguno. Solamente has de mirar hacia ella. Es una comunicación no verbal. La totalidad de la vida está disponible; solamente has de aprender a comunicarte con ella de un modo no verbal.
De eso es de lo que trata la meditación. Del estar en un espacio donde el lenguaje no interfiera, donde los conceptos aprendidos no se interpongan entre tú y lo real.
Cuando ames a una mujer, no te preocupes por lo que los demás han dicho sobre el amor, porque esto se convertirá en una interferencia. Amas a una mujer, el amor está ahí, olvídate de todo lo que has aprendido sobre el amor. Olvídate de todos los Kinseys, de los Masters y los Johnsons, olvídate de los Freuds y de los Jungs. Por favor, no te conviertas en un profesor de lengua. Simplemente ama a la mujer y deja que el amor exista y deja que el amor te muestre sus más recónditos secretos, sus misterios. Entonces serás capaz de saber lo que es el amor.
Millones de personas hablan del amor, conocen toda la poesía que existe sobre el amor, pero nunca han amado. O incluso aunque piensen que estuvieron alguna vez enamorados, nunca se enamoraron. Eso también fue algo «cerebral», no fue del corazón. La gente vive y sigue perdiéndose la vida. Se necesita valor. Se necesita valor para ser realista, se necesita coraje para ir con la vida dondequiera que te lleve porque los caminos no están cartografiados, porque no existen mapas. Uno ha de penetrar en lo desconocido.
Osho
Dar y Recibir - DEEPAK CHOPRA
El universo opera por medio de un intercambio dinámico, dar y recibir son
aspectos diferentes del flujo de la energía en el universo, y si estamos
dispuestos a dar aquello que tanto buscamos, mantendremos la abundancia del
universo circulando en nuestra vida".(Deepak Chopra)
El flujo de la vida no es otra cosa que la interacción armoniosa de todos los
elementos y las fuerzas que estructuran el campo de la existencia. Esta
armoniosa interacción de los elementos y las fuerzas de la vida opera a través
de la ley del dar y del recibir. Nuestro cuerpo, nuestra mente y el universo
mantienen un constante y dinámico intercambio, frenar la circulación de la
energía es como frenar el flujo sanguíneo. Cuando la sangre deja de circular,
comienza a coagularse y a estancarse.
El dar engendra el recibir y el recibir engendra el dar. "Dar y Recibir" son dos
aspectos del fluir de la energía del Universo. Esto es tan simple como la idea
que debo dar lo que quiero recibir, si deseamos alegría, démosles alegría a
otros; si deseamos amor, aprendamos a dar amor; si deseamos atención y aprecio,
aprendamos a prestar atención y a apreciar a los demás; si deseamos riqueza,
ayudemos a otros a conseguir esa riqueza, si deseamos placer, demos placer, en
realidad, la manera más fácil de obtener lo que deseamos es ayudar a los demás a
conseguir lo que ellos desean. Si impedimos la circulación de la vida, y si
nuestra intención es acaparar y aferrarnos a todo, si emitimos pensamientos
negativos, estamos impidiendo que la energía vuelva a circular en nuestra vida y
nos enfermamos. Para que todo fluya siempre hacia nosotras, debemos mantenerla
en circulación. Todo en el Universo fluye, va y viene. Dar y recibir es el flujo
constante de la afluencia, que significa
"fluir en abundancia".
Al dar y al recibir, lo más importante es la intención. La intención debe ser
siempre crear felicidad para quien da y para quien recibe, la felicidad sostiene
y sustenta la vida y, por tanto, genera abundancia. La retribución es
directamente proporcional a lo que se da, cuando el acto es incondicional y sale
del corazón. Por eso el acto de dar debe ser alegre, la actitud mental debe ser
tal que se sienta alegría en el acto mismo de dar. De esa manera, la energía que
hay en el acto de dar aumenta muchas veces más.
Cada uno tiene un tesoro que debe estar dispuesto a compartir con el otro, cada
uno tiene características propias que debe poner al servicio del otro. La mujer
es más intuitiva, generosa, delicada, tierna, con más tacto. El hombre es más
pragmático, racional, firme. Mutuamente debemos compenetrarnos y
complementarnos. Si sólo damos, nos vaciamos; si sólo recibimos, somos egoístas.
El amor es dar y recibir, para mantenerse y crecer.
Si uno da sin recibir, termina dependiendo del otro.
Si uno recibe sin dar, termina dominado por el otro.
El intercambio de darse y recibir crea una relación de iguales: precisamente por
haber dado, recibe en compensación y por haber recibido, siente deseos de seguir
dando. El amor visto así no radica en la posesión del otro sino en la donación
de uno mismo.
Los seres humanos somos complicados por naturaleza, pues somos muy proclives a
invertir la esencia de las cosas, y en ello, radica la causa de nuestra
infelicidad. Sin embargo, no todo esta perdido, pues afortunadamente la
infelicidad causada por una confusión de nuestra conducta en "el dar y recibir",
puede curarse, todo es cuestión de una verdadera toma de conciencia del papel
que jugamos en esta vida, y que conozcamos bien nuestras limitaciones y nuestras
capacidades y las usemos a favor de nuestros semejantes. ¡Así de simple!
El cambio de actitud es la semilla de la felicidad, quien aprende a dar,
simultáneamente aprende el valor y la importancia de recibir. En toda semilla
está la promesa de miles de bosques, la semilla no debe ser acaparada; ella debe
dar su inteligencia al suelo fértil, a través de su acción de dar, su energía
invisible fluye para convertirse en una manifestación material, cuanto más demos
más recibiremos, porque mantendremos la abundancia del universo circulando en
nuestra vida, en realidad, todo lo que tiene valor en la vida se multiplica
únicamente cuando es dado.
Si al dar sentimos que hemos perdido algo, el regalo no ha sido dado en
realidad, y entonces no generará abundancia. Cuando damos a regaña-dientes, no
hay energía detrás de nuestro acto de dar. Al dar y al recibir, la intención
debe ser siempre crear felicidad para quien da y para quien recibe, porque la
felicidad sostiene y sustenta la vida y, por tanto, genera abundancia.
La mejor manera de poner a funcionar la ley del dar y recibir, de iniciar todo
el proceso de circulación, es tomando la decisión de que cada vez que entremos
en contacto con una persona, le daremos algo, no es necesario que sean cosas
materiales; podría ser una flor, un cumplido o una oración, en realidad, las
formas más poderosas de dar no son materiales, prestar atención, dar afecto,
aprecio y amor, son algunos de los más preciados que se pueden dar, y no cuestan
nada. Cuando nos encontremos con alguien, enviémosle en silencio un buen deseo
por su felicidad, alegría y bienestar, esta forma de generosidad silenciosa es
muy poderosa.
Tomemos la decisión de dar en todo lugar a donde vayamos, y a quien quiera que
veamos. Mientras estemos dando, estaremos recibiendo, cuanto más demos, más
confianza tendremos en los efectos milagrosos de esta ley, y a medida que
recibamos más, también aumentará nuestra capacidad para dar.
Nuestra verdadera naturaleza es de prosperidad y abundancia; somos naturalmente
prósperos porque la naturaleza provee a todas las necesidades y deseos, no nos
falta nada porque nuestra naturaleza esencial es la potencialidad pura, las
posibilidades infinitas, por consiguiente, debemos saber que ya somos
intrínsecamente ricos, independientemente de cuánto dinero tengamos, porque la
fuente de toda riqueza es el campo de la potencialidad pura, es la conciencia
que sabe cómo satisfacer cada necesidad, incluyendo la alegría, el amor, la
risa, la paz, la armonía y el conocimiento. Si vamos en pos de estas cosas
primero - no solamente para nosotros mismos, sino para los demás - todo lo
demás, nos llegará espontáneamente.
Si deseamos recibir el beneficio de todas las cosas buenas de la vida,
APRENDAMOS A DESEARLAS EN SILENCIO a todo el mundo todas las cosas buenas de la
vida.
"Hoy recibiré con gratitud todos los regalos que la vida me dé. Recibiré los
obsequios de la naturaleza: la luz del sol y el canto de los pájaros. También
estaré abierto a recibir de los demás".
A mi madre le decían “loca”.
A mi Madre le decían loca, pero no era loca, era profesora. Hablaba diferente. Decía: "Los ojos sirven para escuchar".
Yo tenía diez años de edad. Un niño no comprende el lenguaje vertical y pensaba que quizá mi madre era loca. Me decía: “Miramos con el corazón".
Cuando mi madre se levantaba de buen humor cantaba: " Hoy me he puesto mi vestido de veinte años". Yo sabía que no tenía veinte años y la miraba, nada más. ¿Qué puede hacer un niño, sino escuchar?
Si mi madre estaba triste decía estar vestida de niebla. "Hoy tengo ochenta años" -dijo-, cuando desaprobé un curso.
El día de la clausura de la educación primaria, llegó tarde. Se disculpó diciendo: "Hijito, me demoré porque estuve buscando mi vestido de Primera Comunión, ¿No ves mi vestido de Primera Comunión?". Miré a mi madre y no estaba vestida de Primera Comunión.
Después, tuvo ese accidente fatal. Me llamó a su lado, cogió fuerte mis manos y dijo: "No tengas pena, la muerte no es para siempre"
Pensé: mi madre no se da cuenta de lo que habla. Si uno muere es para siempre. Era niño y no entendía sus palabras. Ahora tengo cincuenta años y recién comprendo sus enseñanzas. Sí, Madre. Podemos tener 20 años y al día siguiente ochenta.
Todo depende de nuestro estado de ánimo Los ojos sirven para escuchar porque debemos mirar con atención a quien nos habla.
Para conocer la realidad esencial de una persona, tenemos que mirarla con el corazón.La muerte no es para siempre, sólo muere lo que se olvida y a mi madre la recuerdo porque la quiero.
Ahora -en sueños- nos reímos de su método de enseñanza.
Aprendí a mirar con el corazón.Recuerdo la noche que me dijo: "He notado que te molestas si tus amigos te dicen loco y eso no está bien. Es natural que el hijo de una loca sea loco".
Entonces -por primera vez- repliqué a mi madre y le dije: "Madre, te equivocas,no siempre el hijo de una loca tiene que ser loco; a veces es poeta".
Por eso puedo decir con orgullo: "A mi madre le decían loca, pero no era loca, era profesora. Me enseñó a descubrir la vida después de la muerte".
Max Dextre
Yo tenía diez años de edad. Un niño no comprende el lenguaje vertical y pensaba que quizá mi madre era loca. Me decía: “Miramos con el corazón".
Cuando mi madre se levantaba de buen humor cantaba: " Hoy me he puesto mi vestido de veinte años". Yo sabía que no tenía veinte años y la miraba, nada más. ¿Qué puede hacer un niño, sino escuchar?
Si mi madre estaba triste decía estar vestida de niebla. "Hoy tengo ochenta años" -dijo-, cuando desaprobé un curso.
El día de la clausura de la educación primaria, llegó tarde. Se disculpó diciendo: "Hijito, me demoré porque estuve buscando mi vestido de Primera Comunión, ¿No ves mi vestido de Primera Comunión?". Miré a mi madre y no estaba vestida de Primera Comunión.
Después, tuvo ese accidente fatal. Me llamó a su lado, cogió fuerte mis manos y dijo: "No tengas pena, la muerte no es para siempre"
Pensé: mi madre no se da cuenta de lo que habla. Si uno muere es para siempre. Era niño y no entendía sus palabras. Ahora tengo cincuenta años y recién comprendo sus enseñanzas. Sí, Madre. Podemos tener 20 años y al día siguiente ochenta.
Todo depende de nuestro estado de ánimo Los ojos sirven para escuchar porque debemos mirar con atención a quien nos habla.
Para conocer la realidad esencial de una persona, tenemos que mirarla con el corazón.La muerte no es para siempre, sólo muere lo que se olvida y a mi madre la recuerdo porque la quiero.
Ahora -en sueños- nos reímos de su método de enseñanza.
Aprendí a mirar con el corazón.Recuerdo la noche que me dijo: "He notado que te molestas si tus amigos te dicen loco y eso no está bien. Es natural que el hijo de una loca sea loco".
Entonces -por primera vez- repliqué a mi madre y le dije: "Madre, te equivocas,no siempre el hijo de una loca tiene que ser loco; a veces es poeta".
Por eso puedo decir con orgullo: "A mi madre le decían loca, pero no era loca, era profesora. Me enseñó a descubrir la vida después de la muerte".
Max Dextre
Ya eres extraordinario
Todo el mundo quiere hablar de sí mismo: de sus abrigos de visón, sus joyas, sus hijos, su sexo. Y todo el mundo aburre a todo el mundo. Y si toleras a los aburridos es porque hay un entendimiento mutuo: si te están aburriendo, entonces te permitirán que les aburras con las mismas historias. Lo único que haces es esperar a que acaben con su exhibición, para que tú puedas empezar con la tuya. Y así toda la vida se convierte en una exhibición falsa y continua. ¿Adónde llegas con ello? A tener la falsa sensación de que eres importante, extraordinario.
¿Cómo puede ser alguien extraordinario por tener abrigos de visón o joyas valiosas? ¿Cómo puede ser alguien extraordinario por hacer esto o lo otro? Lo extraordinario no tiene que ver con lo que haces, sino con quién eres. Y ya eres extraordinario; todo el mundo es único, no es necesario demostrarlo. Si se intenta demostrar, entonces se acaba demostrando lo contrario. Si algo ya es lo que es, ¿cómo puedes demostrarlo? Si tratas de hacerlo, simplemente demuestras que no eres consciente de tu singularidad.
Puede que pienses que eres una persona hermosa, pero nadie lo piensa de ti porque todo el mundo está ocupado con su propia belleza, no con la tuya. Y si alguien asiente y dice: "Sí, eres hermosa o hermoso", es que está esperando a que digas lo mismo acerca de él o ella. Se trata de un acuerdo mutuo: tú colmas mi ego y yo colmo el tuyo. Sé muy bien que no eres hermosa, y tú sabes igualmente que yo tampoco lo soy, pero colmaré tu ego y tú harás lo mismo por mí.
Y todo el mundo parece tener la misma necesidad de sentirse único. Eso significa que no has dado con tu propio ser, que es único, sin necesidad de probarlo. Las demostraciones son necesarias para las mentiras, no lo olvides. Por eso no se puede demostrar a Dios, porque es la verdad esencial. Las demostraciones solo son necesarias para las mentiras; la verdad no necesita ninguna demostración. Es, simplemente es.
Osho
miércoles, 26 de diciembre de 2012
El lenguaje de la existencia
Entre tú y la existencia hay una relación inmediata. Y todo lo que tienes que aprender es cómo entender el lenguaje de la existencia. Conoces los lenguajes del hombre, pero no son los lenguajes de la existencia. La existencia conoce solamente un lenguaje, y es el del silencio.
Si puedes estar silencioso, serás capaz de entender la verdad, el sentido de la vida, el significado de todo lo que existe. Y no hay nadie que pueda interpretarlo por ti. Cada uno tiene que encontrarlo por sí mismo, nadie puede hacer el trabajo en tu nombre. Pero eso es lo que los sacerdotes han estado haciendo durante siglos. Están parados como una muralla china entre tú y la existencia.
Si las personas comienzan a aproximarse a la realidad, sin nadie que los conduzca, sin nadie que les diga qué es bueno y qué es malo, sin nadie que les dé un mapa que ellos tengan que seguir, millones de personas serán capaces de entender la existencia, porque nuestro latido es también el latido del universo, nuestra vida es parte de la vida de la totalidad.
No somos extranjeros, no venimos de algún otro lugar, crecemos dentro de la existencia. Somos parte esencial de ella. Solamente tenemos que estar suficientemente silenciosos, de manera tal que podamos oír aquello que no puede ser dicho en palabras, la música de la existencia, la inmensa alegría de la existencia, la constante celebración de la existencia, una vez que comienza a penetrar nuestro corazón, viene la transformación.
Este es el único modo de que alguien se torne religioso, no por ir a las iglesias, que son hechas por el hombre, no por leer las escrituras que son hechas por el hombre. Un hombre religioso no es otra cosa que puro éxtasis... su corazón está lleno de canciones... todo su ser está listo para bailar en cualquier momento.
Osho
La desaparición de la esperanza
La iluminación es descubrir que no hay nada que descubrir. Es saber que no hay ningún sitio al que ir. Es comprender que esto es todo, que esto es perfecto, que esto es ello. La iluminación no es un logro, es comprender que no hay nada que alcanzar, ningún sitio al que ir. Ya estás ahí, nunca te has alejado. No puedes alejarte de ello.
Así que lo primero es que no hay que pensar en la iluminación como en un objetivo, porque no lo es. No es un objetivo, no es algo que se pueda desear. Y si la deseas no la lograrás. Al desear mil y una cosas vas comprendiendo, poco a poco, que todo deseo es fútil. Todo deseo te hace aterrizar en la frustración, todo deseo te arroja una y otra vez en una fosa.
Así ha venido sucediendo desde hace millones de años, pero a pesar de ello empiezas a albergar esperanzas, vuelves a creer que este nuevo deseo que surge, que brota en ti, tal vez te lleve al paraíso. Que te proporcionará todo lo que anhelas, que te colmará. La esperanza surge una y otra vez.
La iluminación sucede cuando desaparece toda esperanza. La iluminación es la desaparición de la esperanza.
No te perturbes cuando digo que la iluminación es un estado de desesperanza, porque no es algo negativo. La esperanza deja de surgir, no se crean más deseos. El futuro desaparece. Cuando no hay deseo, no existe necesidad de futuro. La tela del futuro es necesaria para el deseo. Pintas tus deseos en la tela del futuro, cuando en realidad no hay nada que pintar. ¿Para qué debes ir cargando con la tela? Abandónala. ¿Para qué cargar con pinceles y pinturas cuando no hay nada que pintar? Todo eso proviene del pasado. La tela proviene del futuro, y el color, los pinceles, la técnica y todo lo demás, proviene del pasado. Cuando no hay que pintar nada, uno se deshace de la tela, del pincel y de los colores. Y de repente está aquí y ahora.
Osho
Suscribirse a:
Entradas (Atom)